Los contratos de 678 y Lanata

Solo en los sectores politizados los análisis electorales duran más de dos días. Ya está. La gente votó. Se fija quién ganó. Y a otra cosa.
Siempre fue así.
Y en las elecciones legislativas, donde ni siquiera hay misterio por saber quién ocupará el ministerio de economía (el único que le importa a los informados) más todavía.
Es desopilante creer que el gobierno logró hábilmente cambiar la agenda con el fallo de la Corte.
Es muy de nicho. Muy sectario.
Basta de fantasías, muchachos. Que estamos grandes. 
¿2015?
FALTAN DOS AÑOS!

Porqué se sigue dejando correr sangre en las reservas. Cada día que pasa, se hará más dolorosa la solución para frenar la sangría de divisas. ¿No es una cosa lógica?
Hay un tema, recontrarchisabido, con los números photoshopeados de la economía....
Ahora el deslucido casi ministro de economía anunció un nuevo índice de inflación, con la venia (oh!) del Fondo Monetario.
Manolo decía, en la entrevista a la Agencia Paco Paco Orondo, que al dinamitar los números del Indec, Néstor Kirchner previno golpes de mercado.
Aún cuando esa táctica se haya tornado estrategia (con las secuales que esto acarrea), este nuevo escenario, entonces....
Igual, no solo no soy experto en el tema, sino que tengo más dudas que certezas. Pero a no ilusionarse, no es que me haya hecho humilde, es que el tema ya me aburrió.

El asunto del INDEC dio vueltas las discusiones entre los informados. Se burlaban del gobierno. la oposición, qué iba a hacer, ¿formar el Partido del Indec?
Hasta que le encontró la vuelta.
La principal fábrica de categorías para resolver las cuestiones complejas de la política, no está en la ciencia económica (sí en la economía, sí en la economía política) sino en el saber literario.
Siempre me llamó la atención en los escritos de Marx su saber literario, su capacidad para operar el lenguaje, su técnica de escritura con diversos registros.
Después, hubo una escuela de seguidores de Gramsci, que por ese camino llegaron a conclusiones parecidas. Raymond Williams.
El caso es que la falta de prestigio del libro como artefacto articulador de lo simbólico del sujeto y totalizador con lo real de ese mismo sujeto, no invalida que en el terreno de lo literario se siga encontrando el fundamento de las categorías políticas que a veces funcionan con eficacia, trascienden o no, se sobreinterpretan, se oxidan, se olvidan.
Las redes sociales son principalmente producción literaria masiva.
Incluso, las fotos, los videos, requieren de una alfabeticación altamente sofisticada para decodificarlos. Y dicho sea de paso, estos aparatos, los teléfonos, las computadoras, se siguen basando en letras y números y los programas de televisión se siguen haciendo a partir de un guión. Discutir esa tesis es sencillamente al pedo.
Pero todo lo que es al peo hoy mañana puede abrir compuertas del saber humano.

 

Diego Gvirtz, según dice acá, deberá mostrar los contratos con el estado. Una boludez de Lanata, que se niega a mostrar sus contratos -como si los medios de comunicación no fueran públicos, con licencias estatales- pero quiere hacer una jugada política con esto. La jugada política es informar a la gente común, que no tiene idea de los costos que demanda poner en marcha un programa de TV; y espantarlos. Muy de manual.
Pero a la vez me parece bien que esos contratos sean públicos. Pero también que se conozcan los números de sus oponentes políticos y competidores.
Una vez, no me acuerdo con quién debatía yo en América 24 y se dijo algo de 678. O en Intratables. No se, no me acuerdo. Fue este año, creo. El asunto es que me contó luego Gvirtz que 678 no daba pérdidas, sino ganancias al canal. Desconozco si la situación sigue siendo así. Supongo que sí porque el rating sigue siendo más o menos el mismo. Es decir, mostrar los contratos de los costos pero no los ingresos publicitarios, es informar a medias.
En lo que a mí respecta, como siempre, no tengo problemas en contar cuánto ganaba. 6.000 por 678 y 2.000 por Diario Registrado. Y siempre trabajé bien, sin ningún problema. Cobrando en tiempo y forma. Y según lo que me consta, de amigos que trabajan ahí, tiene todo en blanco.

Acá, qué dice la izquierda sobre su histórica elección

Cuando empezaban los ruidos internos de la catarsis electoral al interior del cristimismo (menemismo con batalla cultural), el fallo de la Corte Suprema de Pollo quebró ese escenario histérico.
Le vino bien al cristimismo, fue y es la lectura uniforme.
Nosotros, o sea yo y todas mis personalidades presentes en este blog, sostuvimos lo contrario: la cohesión interna que el enemigo absoluto genera, y naturalmente el festejo del triunfo sobre el enemigo absoluto, no resuelve los problemas políticos internos, al contrario, a mediano plazo, los agrava, pues deja de existir ese enemigo absoluto que dota de cohesión interna.
Sencillito axioma, para toda la familia.
Como la ley de medios.

La revista Cotorra y el Verdadero-Falso de los parciales universitarios. Ojo, hablan en serio. No es una nota en joda y según mi inexperiencia, es correcto el planteo. Y además hay comentarios que aportan.
El dramático momento de rendir tiene ahí una ayuda, queridos estudiantes. 
Un buen análisis de lo que sucede en la nano cultura de las redes y el poskirchnerismo Tiene, eso sí, un defecto. Y es la necesidad de otorgar representación, para poder entenderlo (y discolverlo) de algo que no la tiene, hoy y aquí, mañana quién sabe.
Andrés Malamud insiste en los pronósticos.
Hay que reconocerle una cosa, además de que escribe bien y domina como nadie la materia sobre la que habla, pero hay una cualidad mayor: sabe reírse de sí mismo.
Esa es una gran cualidad. Casi inhallable en los politólogos.

Inquietante, Martín Rodríguez
El análisis de las elecciones que hizo José Natanson, uno de los mejores intelectuales de mi generación.



La inseguridad, para quienes más la sufren, fue desde siempre un problema político. En los sectores populares. El garantismo, traducido como asunto jurídico en las clases medias y altas, dejó de ser, en los sectores populares el trabaja o estudia y hoy es, como última esperanza, tras el desastre político de los últimos 30 años, el deporte.
Eso explica mejor a Scioli y Macri que toda la batería de pelotudeces simióticas.
El dato de la década narrada es la falta de movilización de los sectores populares. Hacer un gran acto no es estar movilizados.
Aunque hubo intentos, la intensidad política de los agentes estatales cristimistas y kirchneristas nunca terminó de articularse con las necesidades concretas.
Luis D Elía, de ser el pasamanos emblemático del militante entre las villas y el estado, pasó a ser el pasamanos emblemático de lo que Cristina no se anima a decirles al sector de clases medias que integran el oficialismo.
No es la inseguridad ni la inflación en sí misma un argumento del distanciamiento, en cantidad e intensidad, del voto en los sectores populares con el gobierno. Tampoco lo que acá hemos decodificado como giro a la derecha.
Es la falta de horizontes.
La vieja Argentina corporativa que con mayor intensidad Cristina quiso reconstruir, con su templo de acuerdo social, su reafirmación de la autoridad presidencial, sus inauguraciones de semáforos con todos los gobernadores y demás, deja, concretamente, afuera, a gran parte de los sectores populares.
Eso se cristaliza luego en el aumento del pan.
Y cruzar de vereda porque los pibes de la esquina están dados vuelta.
¿Realmente hay ministros que creen que quien se compra cal y arena (que aumentaron un montón porque una histórica carrada de créditos inmobiliarios se otorgó antes de las elecciones que luego...¡perdieron!) y hace una medianera con sus manos y espalda tiene algo que agradecerle a un boludo que pontifica desde la tele sobre macroeconomía?
Un dato: si te duele la espalda y la cintura por hacer mezcla bajo el sol del verano, no mirás programas políticos. Ponés a Tinelli o cualquier basura similar para mirar culos mientras un travesti te chupa la pija y te dormís después de 5 vinos. Al otro día ves cómo zafás.

El moyanismo social, qué gran categoría de Natanson.

Un blog muy divertido es treintañera

Estimado Manolo: 

Una vez íbamos con Felipe, caminando, por Palermo. Adelante, dos chicas, de la calle, púberes, digamos, perdón, en situación de calle, como se dice en el Colegio.
-Qué se hacía el gendarme si era apenas milico-le dice una a la otra y se reían.

Tengo un amigo Gendarme que vive en Morón. Bah, no es mi amigo. Supo ser cuñado mío. Por parte de mi hermano mayor, que lo detestaba. Y también su entonces mujer. Y aún amiga mía. Madre de mi sobrina, además.
Creo que son mis dos únicos encuentros con gendarmería en términos amistosos. Pero no te olvides, Manolo, de la tradición militar de mi familia, por rama materna.
Y del conocimiento, práctico y precario, bah, más que conocimiento, gusto, por la literatura popular norteamericana de entreguerras. Donde los escritores entraban al ejército como modalidad de ascenso social y para "conocer mundo".
No sé si viste la entrevista a un gendarme que hizo Lanata en su programa de TV. Hay una pregunta -por eso Lanata es Lanata, la bestia del enorme talento que se hizo a sí mismo- fundamental, al gendarme, venido, creo, del norte a Buenos Aires: era la primera vez que miraba el río.
Yo conocí el mar a los 29 años. Mientras trabajaba. Y había publicado un par de libros.
Las mezclas de capital simbólico, clases sociales, dinámicas culturales y consumos, es una marca de mi generación.
De todos modos, no se trata de mirar. Se trata de entender lo que se mira.

 

 

 

Todo lo que digan las estrellas es cierto.

 

 

Que el crecimiento del estado, a priori, sea progresivo, es una certeza rara, rarísima para un país donde hace 30 años apenas terminó una dictadura que se llevó puesta una generación.

Y se hizo desde el estado. Y desde el estado, con la excusa de combatir la guerrilla, se aniquiló a toda una generación y, de postre, se comenzó a aniquilar el estado.

Hay que encontrarle la vuelta para hacer crecer un estado participativo, democrático, consolidado. El patoterismo estatal es un error político estratégico y una entrega ética que puede costarnos carísimo.

 

 

¿Dónde estarán los discket con las notas que no me publicaron?