Ministerio del Pongui-Pongui Celestial

Dentro del nuevo modelo -el plan de dios- y de cara a la sociedad (la cara de Scochimarro) la semipresidente ascendió a Guillermo Polémico Moreno, de vulgar Secretario de Inflación al flamante Ministerio del Pongui-Pongui Celestial. Juntar plata para Susanti Pancho.

Bergoblio está haciendo la presidencia de Rodríguez Saá a escala universal. Se encareció la violación de niños en Estados Unidos, que decidió cobrarlas, a través de juicios al estado dictatorial del Vaticano. En Argentina, por suerte, son gratis. Y hasta se les da una Asignación Universal por Obispo, que ronda los 30.000 compañeros pesos. En Europa, la crisis hace que haya menos financiamiento de los afiliados a la secta católica. Por eso, el pajarico de Nicolas Maduro y el perrico de Cristina Fernández están a punto de ser bendecidos. Más cuando deambulan por diversas ideologías de salda para tratar de salvar sus malos gobiernos.
Polémico Moreno era un representante de ese mal gobierno. En otros tiempos -hace 6 años- Hebe de Bonafini lo comparaba con los jefes de los grupos de  tareas de la dictadura, por sus patotas apretando en el INDEC.
Después, Polémico pasó de aprobar la fusión de Cablevisión y Multicanal a disparar la inflación pero con zapatillas de Ruckauf que decían Clarín Miente, entonces la alcahuetería, ya dentro del Plan de Dios, lo está velando. Cuando fue ascendido, según los términos crueles de cómo funciona el poder, en esa esfera alienante de ricos y famosos.
El problema es que nuestro Celestino-Celestial Guillermo Moreno, para los militantes del Plan de Dios, era la Cristina que les hubiera gustado. Y no se animan a decirlo. Apenas si ignoran las columnas de Barragán como gesto de resistencia. Son bastante maricones.
Honesto, leal, fracasado, responsable, vertical e incansable trabajador, a nadie se le escapa que de la semipresidente no puede decirse lo mismo. Apenas si comparte el patoterismo y los bandazos ideológicos.
Algunos de los cuales, yo apoyé.
No se trata de esperar presidentes que sean buenas personas, nada deshonestos ni chantas, con una impecable coherencia ideológica. Eso esperar La Carroza. Puede aparecer, pero casi nunca se da.
La clave es no acompañar cualquier bandazo ideológico. Como éstos.
Velar a Polémico Moreno por su ascenso es la manera de preguntarse, de manera bonapartista, ¿Cristina, dónde mierda estás yendo?, y ese camino, inconduscente, termina estrellado en la pared. Es bastante simple de saber dónde está yendo. Que no se lo quiera asumir, es otra cosa.
La salida de Moreno, con su rosario de anécdotas, no será para desarmar los monopolios de medicamentos, alimentos, cuentos. Sino, todo lo indica, para fortalecerlos. Y encima, con buenos modales.
Vamos Menem