¿Qué es el giro a la derecha?

La prensa hegemónica se niega a reconocer que, entre extraterrestres, Boudou tiene muy buena imagen. El problema lo tiene en el planeta Tierra. O sea, debe contratar consultores en  imagen que...
En fin, a Wado de Pedro lo sindican como el más inteligente de la camada de Festilindo.


Según el INDEC aún se puede comer, como durante el primer menemismo, con 6 pesos por día. Una buena noticia para el Ministro de Precarización Laboral, Carlos Tomada, un tipo muy serio según Página 12

John William Cooke y apuntes para la militancia.

Shell, un panegírico del boludo de Guillermo Polémico Moreno, para dar más tristeza a este giro a la derecha. Como era previsible, no está funcionando. El empresariado nacional y popular (no pongo comillas para no hacer más obvio el chiste) se está tomando el palo.
Ahora que Cristina profundiza la persecusión al Juez Rafecas por querer hacer su trabajo ante un gobierno de ladrones, cobra otro significado la jugado de Adelmo Gabbi. Recordemos: el chanta de Boudou estaba hasta las manos por la luego soberanizada Ciccone. Salió, en medio de inundaciones trágicas, a hacer un monólogo espantoso, con guión de Cristina. Puteó a Righi, el último camporista en el gobierno, que fue echado, a Rafecas, un juez respetado por los organismos de derechos humanos que se hicieron los boludos, lo apartaron de la causa, y al presidente de la Bolsa de Comercio, el único rico y famoso con verdadero poder: Cristina lo recibió a los dos días.
Hoy, el bueno de Adelmo se fue a la Asociación Empresaria Argentina, que hasta hace poco era junto a Bergoglio la principal oposición. Según Cristina. Luego, Cristina se asoció de nuevo a Grobocopatel y Techint, ahora a Clarín, así que la Bolsa de Comercio no tendría más razón para estar enfrentada. De hecho, junto con el gobierno, salvaron a Clarín suspendiendo la venta pública de acciones.
¿Pero, no es acaso, sintomático este movimiento, de que el giro a la derecha del gobierno, encima no es bien recibido por sus nuevos socios, que no quieren cargar el lastre de un gobierno sin norte ni conducción ni capacidad política para imponer nada? Sí.
Lo siento.
Nunca es triste la verdad. Lo que sí tiene es impunidad.

Alberdi, Calamaro, Clarín, Cristina Presten atención a la alianza de Cristina con los laboratorios médicos. El kirchnerismo arrancó manteniendo, de Duhalde, a Ginés González García, que impuso la ley de genéricos en el país. Derivó en esta patética alianza con los laboratorios extranjeros, las vinculaciones ya conocidas con la producción de drogas, los asesinatos relacionados, la naturalizada impunidad para esta mafia de guante blanco...Las consecuencias. Con Gustavo Béliz no pudiendo volver al país para que no lo asesine la SIDE.
La temporada primavera-verano pinta muy narcomoda
El asunto es que se viene diciembre, las paritarias del relato para la obtención de contratos el año que viene (el "678 debería..." de los que viven de la pauta publicitaria oficial por hacer cosas caras y comunicacionalmente irrelevantes, pero políticamente necesarias -hasta hace 5 minutos, probablemente, el gobierno decida suicidarse- para sostener la izquierda que apoyaba entusiasmada hasta 2011. Luego, por goteo, ese apoyo mermó. Hoy, ya es prácticamente marginal al interior de la izquierda y ultra marginal al interior del cristinismo) y las internas del PJ bonaerense, sobre las cuales escribí para Crónica hoy. Son las 4 y media de la madrugada, no se si la publicarán. De todos modos, esta entrada se publicará más tarde.

Es sintomático esto. Este tipo de noticias nunca salen de otro lado que del propio gobierno. Por lo general, las filtra a medios especializados primero, para ver qué onda y reacomodar los escenarios y previsiones. Y luego, a medios masivos, como Perfil, que es opositor pero no es Clarín -luego, por conveniencias políticas y penales, pueden decir que es Clarín: así funciona esto- para tantear el recibimiento en la base electoral propia. De paso, si la cosa no encaja, desmienten, no lo hacen, desprestigian el medio y el periodista, una jugada a pura ganancia. Durante una semana. A la larga, pasa lo que ahora: ningún periodista toma en serio a este gobierno. La devaluación de la palabra pública, que Verbitsky adjudicó con cierta razón (que en su momento yo no supe ver) a la intervención al INDEC, ya, en el caso de Cristina, no se si tiene vuelta atrás. Lo digo en serio. No como chicana.
Yendo por las ramas, esa cita de Verbistky, para mí, aunque no haya hasta hoy aprendido a escribir su apellido y deba fijarme cada vez en algún libro, sigue siendo el mejor periodista del país. Esa cita la recuerda Edi Zunino en un capítulo que le dedica. Es un buen libro, entretenido, con datos. Y busca, se me hace, ser equilibrado. Tiene un capítulo sobre los blogs nacionales y populares. Que finaliza con un reportaje a mí. Me presenta de un modo respetuoso, se come algunos amagues, pero es mi intención explícita que los lectores de este blog tengan cierta idea maldita sobre mi vida sanitaria. No llegué a la parte del reportaje, decía. Me lo realizó Pablo Javier Blanco, a quien conocí durante el programa de Luis Gasulla, una vez, hace algunos años. Entonces trabajaba en Perfil. Hoy está en Clarín. Dice en la entrada del reportaje (tuve un enojo, donde yo tenía razón, por una charla, aparte de ese reportaje, sobre algo que me dijo que resultó no ser tan así. Doy por finalizado el episodio) que tuvo que postergar varias veces la entrevista conmigo. Es cierto. Pero no por ninguna razón política. Simplemente, estoy bastante poco en Buenos Aires desde que no tengo trabajo en medios electrónicos, sí escribiendo, básicamente para El Argentino. Pero mi tarea, ahí, es como columnista dos veces por semana. Y con las nuevas tecnologías no hace falta estar presente. Puedo escribir en cualquier lado y mis condiciones de contratación, gestionadas por La Cámpora con Sergio Szpolzki,  así lo dicen. Nadie me jode sobre qué escribir y gano bien.
Voy a cortar acá, este relato, voy a leer la entrevista que me hicieron, no vaya a ser que después termine hablando bien de un libro que me joda. Y es que, a ver...yo aparezco, generalmente para mal, en libros de época. Así que debo estar medio sensibilizado. ¿Cómo se llama el de la Historia Sexual de los Argentino? O algo así, bueno, como asesino de Leuco. Ni más ni menos. Como Zunino trabaja en el mismo diario que Leuco me esperaba lo mismo. No fue así. Me sorpendió eso. En el libro de Aldo Jarma, bien leído por Zunino, o en el de Beatríz Sarlo, hay más respeto. Pero bueno, así es la vida. Yo tampoco espero mucho.
Ya vuelvo.
Antes: el negocio es quedar bien con los colegas del periodismo y pegarle a los blogs, total, no tienen banca empresarial ni política, aunque se crea lo contrario. No. Y ahí reside...(¿residió?) la clave de su éxito. Incluido el mío. Que naturalmente, como tengo un desprestigio que defender, no queda lindo decirlo. Lo del éxito. Pero tener lectores, pocos, muchos, tener lectores es lo que espera quien escriba.  Más si no está escribiendo, como ahora mismo, para una empresa. Ojo, tampoco es que soy boludo. Hay con quienes no me peleo, hay con quienes trabajo, hay amigos, hay rencores personales, hay todo lo que hay en cualquier lado. Aunque una mirada más desapasionada, y nada ingenua, tiene que tener en cuenta la no mediación editorial -sí tecnológica, que no es asunto menor (yo lo suelo remarcar siempre, se lo dije a Pablo Blanco, ya les digo si lo puso)- y el contacto más frecuente con el lector. Doy un ejemplo:
Hace algunas semanas estaba en la casa de Zambayonny con Diego Savoretti. Ambos son músicos y escritores. Me preguntaban por mis tuits: cómo hacía, ya no para escribir tanto, sino para acertarle tan rápido a los caracteres. Simple: empecé en el periodismo de muy chico, aún se escribía a máquina. Y los caracteres era algo a contar con los dedos. Te aprendés, entonces, eso, de memoria. Así como ellos te sacan "el tono" de una canción al escucharla por la radio.
Luego vinieron las computadoras, pero la impresión era en papel. Una publicidad llegada a último momento, cambiada, instantáneamente, la cantidad de caracteres disponibles. Hoy, los pibes que están estudiando periodismo, no necesitan saber eso. Sí necesitan saber sobre multimedia, convergencia, linkeos y buscadores. Yo quedé, por esas cosas de la vida, a medio camino de esos dos saberes. Y ser viejo en internet es un plus. Que no garantiza, en sí mismo, nada.
Ya hice muy larga esta entrada, por ejemplo. Y las entradas largas son las que crean lectores. Por eso twitter es pasajero. Lo que importa es este otro registro. Independientemente del formato. Les debo la nota sobre el libro de Zunino. Tengo que irme para Buenos Aires.