Las protestas en Palermo

1) La censura imperante, asunto del que ya no habla solamente este blog  impide que se conozca la diversidad de sectores y clases sociales que están puteando la vuelta al modelo neoliberal: en el barrio de Palermo, las protestas se multiplican por los efectos de la Asignación Universal por Rico instaurada por la presidente cuando aún gobernaba.
Esos efectos, como a nadie se le escapa, implican que las provincias y los más pobres paguen hasta 6,7,8 veces más por los servicios básicos y esenciales, derechos humanos de primera generación, para financiar la Asignación Universal por Rico, pero que, como de camino al gobierno hay ladrones en las empresas privatizadas y ni que hablar cuando llegan a De Vido, que es un asaltante a mano armada, las cosas, naturalmente, se van a la mierda. No hay luz, no hay agua, en algunos edificios no hay gas (El Coronel Gonorrea puede orientarlos en esto del modelo africano con inclusión satelital: estuvo un mes sin gas) y se invisibilizan las protestas, para no arruinar las vacaciones de Cristina Fernández,  con lo cual, la bronca se acumula.
Mientras tanto, para evitar las protestas salariales, el gobierno representativo y federal hizo como Urribarri en Entre Ríos que dio un mes de asueto, cerró el estado y perdió la llave, como hacía Montiel en el 2001, pero Cristina le agregó la variante progresista: el asueto, que por ahora se extiende hasta el 2 de enero, es para que los empleados públicos -como ella, pero ganando 3 mil pesos al mes- puedan alejarse del calor yendo a unos hoteles muy lindos del sur, que no tienen dueño y por suerte nuuunnncaaa se corta la luz. Desgradecidos de mierda.
Billinghurst y Charcas, una de las protestas.

2) Martín Rodríguez y la gente común en los años setenta

3) Jorge Asís

4) Raúl Degrossi y la extorsión policial