Saqueos en Tucumán

Una edición amarillista, como las de ATECE pero con calidad y signo contrario. Llegó gendarmería a Tucumán pero para cuidar a Alpedovich, la casa de gobierno y el patrimonio multimillonario de la oligarquía política. Como le gusta a la Jenia de Jarvard, que tras hacer su programa en vivo desde Plaza de Mayo -Menem faltó porque Gendarmería discrimina a los que terminaron su mandato- y ya está, hasta el mes que viene estará mirando tele.
Mientras tanto, los mismo alcahuetes que hace tres meses denostaban la gendarmería para salvar la ropita de Cabandié, ahora le hace un monumento verde oliva y con una virgencita adulta -si es niña tienta a los sotanas- en la catedral de Puerto Madero. Donde reina la paz social. Igual que en las playas de Cancúnkel. Los saqueos recién van por Avellaneda, falta como para que empiecen a afectar a los Argentinos. Por ahora son cosas de cordobeces, jujeños, entrerrianos, pampeanos, bonaerenses, salteños, correntinos y así: flor de quilombo, pero si ese quiulombo llegara a ocurrir en Argentina, mamita...