Fantasma de Hugo Chavez2 de marzo de 2014, 9:49
pues que no, que io le dihe al subcomandante Maduro:
¡chico que no me vas a andar paseando por caracas jediendo como pantano!
y él entonces, me reprendió cariñosamente, porque como decía el comandante She Guevara, " a todo revolucionario lo mueve fundamentalmente un profundo sentimiento de amor, amor por el compatriota, amor por el hermano que tiene al lado y que sufre, amor por todos aqueios que aún no han nacío, pero que nos esperan desde el futuro con los brazo abiertos para ser nuestros hijos, pero también nuestros jueces".
bueno, si es cierto, le he agregado un poquitico de mi mensaje en el pensamiento del comandante, pero asumo que El no va a enojarse, porque estamos hechos de la misma sustancia, de la misma fibra revolucionaria, del sentimiento profundo de que nuestro padre Simon Bolivar nos ampara a ambos y a todos los que luchamos con la bandera de la Lationamerica Unida implantada bajo nuestra piel y la empapamos con nuestra sangre hasta que no quedara en nuestras venas ni la más mínima gota, ni el más mísero glóbulo rojo. Porque la Revolucion hay que llevarla baho la piel, en el alma, en el pensamiento y en cada uno de nuestros actos.
El caso es que el subcomandante Maduro me propuso como estrategia post-mortem, que en lugar de llevar esta masa de carne henchida por los calores tropicales y la fermentación imperialista, lleven al funeral, ese espléndio muñeco de plástico anatómicamente idéntico a lo que fue mi persona y que podía aguantar en los calores del caribe, no uno ni dos sino hasta 15 dias de velatorio sin exhudar ni el más mínimo rastro de fétidos vapores.
Fue una estrategia sublime, suprema, acorde a la Revolución y a los tiempos antiimperialistas que nos ocupan.
Patria o Muerte.
¡chico que no me vas a andar paseando por caracas jediendo como pantano!
y él entonces, me reprendió cariñosamente, porque como decía el comandante She Guevara, " a todo revolucionario lo mueve fundamentalmente un profundo sentimiento de amor, amor por el compatriota, amor por el hermano que tiene al lado y que sufre, amor por todos aqueios que aún no han nacío, pero que nos esperan desde el futuro con los brazo abiertos para ser nuestros hijos, pero también nuestros jueces".
bueno, si es cierto, le he agregado un poquitico de mi mensaje en el pensamiento del comandante, pero asumo que El no va a enojarse, porque estamos hechos de la misma sustancia, de la misma fibra revolucionaria, del sentimiento profundo de que nuestro padre Simon Bolivar nos ampara a ambos y a todos los que luchamos con la bandera de la Lationamerica Unida implantada bajo nuestra piel y la empapamos con nuestra sangre hasta que no quedara en nuestras venas ni la más mínima gota, ni el más mísero glóbulo rojo. Porque la Revolucion hay que llevarla baho la piel, en el alma, en el pensamiento y en cada uno de nuestros actos.
El caso es que el subcomandante Maduro me propuso como estrategia post-mortem, que en lugar de llevar esta masa de carne henchida por los calores tropicales y la fermentación imperialista, lleven al funeral, ese espléndio muñeco de plástico anatómicamente idéntico a lo que fue mi persona y que podía aguantar en los calores del caribe, no uno ni dos sino hasta 15 dias de velatorio sin exhudar ni el más mínimo rastro de fétidos vapores.
Fue una estrategia sublime, suprema, acorde a la Revolución y a los tiempos antiimperialistas que nos ocupan.
Patria o Muerte.
pues que no, que io le dihe al subcomandante Maduro:
ResponderBorrar¡chico que no me vas a andar paseando por caracas jediendo como pantano!
y él entonces, me reprendió cariñosamente, porque como decía el comandante She Guevara, " a todo revolucionario lo mueve fundamentalmente un profundo sentimiento de amor, amor por el compatriota, amor por el hermano que tiene al lado y que sufre, amor por todos aqueios que aún no han nacío, pero que nos esperan desde el futuro con los brazo abiertos para ser nuestros hijos, pero también nuestros jueces".
bueno, si es cierto, le he agregado un poquitico de mi mensaje en el pensamiento del comandante, pero asumo que El no va a enojarse, porque estamos hechos de la misma sustancia, de la misma fibra revolucionaria, del sentimiento profundo de que nuestro padre Simon Bolivar nos ampara a ambos y a todos los que luchamos con la bandera de la Lationamerica Unida implantada bajo nuestra piel y la empapamos con nuestra sangre hasta que no quedara en nuestras venas ni la más mínima gota, ni el más mísero glóbulo rojo. Porque la Revolucion hay que llevarla baho la piel, en el alma, en el pensamiento y en cada uno de nuestros actos.
El caso es que el subcomandante Maduro me propuso como estrategia post-mortem, que en lugar de llevar esta masa de carne henchida por los calores tropicales y la fermentación imperialista, lleven al funeral, ese espléndio muñeco de plástico anatómicamente idéntico a lo que fue mi persona y que podía aguantar en los calores del caribe, no uno ni dos sino hasta 15 dias de velatorio sin exhudar ni el más mínimo rastro de fétidos vapores.
Fue una estrategia sublime, suprema, acorde a la Revolución y a los tiempos antiimperialistas que nos ocupan.
Patria o Muerte.