Los almacenes se están fundiendo. Arrancan despidiendo al chico de los mandados. El pendejo del barrio, hijo de algún amigo, que hace sus primeras armas laborales para costearse el estudio o el ingreso al mundo adulto. De alquilar y etcétera, ya no.
Está claro que el gobierno necesita el enfriamiento de la economía para disciplinar la inflación y el crecimiento del desempleo para disciplinar las paritarias. Lo que no está claro es por qué fomentan, de manera tan pornográfica, el negreo laboral: si lo hacen de hijos de puta o si eso está también en el recetario neoliberal.
Probablemente lo hagan nomás de hijos de puta. Son delincuentes. Y a los delincuentes no hay que medirlos con una vara igual a nosotros. Después de todo, la baja temporaria de los ajustes patronales y la suba del impuesto al consumo, también temporaria, fueron dos pilares del neoliberalismo noventista que no se tocaron. Y durante el ciclo cristinista, tras la muerte de Néstor Kirchner, se exacerbaron.
La tasa de explotación laboral, creciendo, se agrega al festejo cínico por la suba de la recaudación, sustentada en tímidas retenciones -que deberían subirse (aunque aceptemos que no hay margen político para eso)- y en el impuesto al consumo, el más regresivo, el IVA.
Ni siquiera la reina del neoliberalismo, los Precios Cuidados, tienen un IVA diferencial, lo que moderaría el próximo ajuste salarial vía oferta, es decir, desde los precios.
Próximo ajuste salarial que se realizará cuando venzan estos Precios Cuidados.
Mientras tanto, la esposa de San Martín, que se nos burlaba desde su alienación en Facebook, creyendo que desde su cuenta se manejaba la economía, ya se tomó las vacaciones de marzo. Lo que quiere decir que no trabaja hasta nuevo aviso.
Cuando vuelve a trabajar, con una frecuencia increíble de quincena (un día por quincena) se sorprende y se le nota, por lo poco que le va quedando de la construcción política que quiso heredar por aristocracia y ósmosis de su marido.
La reina está desnuda. Y lo peor es que se empieza a dar cuenta.
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| Premios AFSCA: la foto selfie |
Está claro que el gobierno necesita el enfriamiento de la economía para disciplinar la inflación y el crecimiento del desempleo para disciplinar las paritarias. Lo que no está claro es por qué fomentan, de manera tan pornográfica, el negreo laboral: si lo hacen de hijos de puta o si eso está también en el recetario neoliberal.
Probablemente lo hagan nomás de hijos de puta. Son delincuentes. Y a los delincuentes no hay que medirlos con una vara igual a nosotros. Después de todo, la baja temporaria de los ajustes patronales y la suba del impuesto al consumo, también temporaria, fueron dos pilares del neoliberalismo noventista que no se tocaron. Y durante el ciclo cristinista, tras la muerte de Néstor Kirchner, se exacerbaron.
La tasa de explotación laboral, creciendo, se agrega al festejo cínico por la suba de la recaudación, sustentada en tímidas retenciones -que deberían subirse (aunque aceptemos que no hay margen político para eso)- y en el impuesto al consumo, el más regresivo, el IVA.
Ni siquiera la reina del neoliberalismo, los Precios Cuidados, tienen un IVA diferencial, lo que moderaría el próximo ajuste salarial vía oferta, es decir, desde los precios.
Próximo ajuste salarial que se realizará cuando venzan estos Precios Cuidados.
Mientras tanto, la esposa de San Martín, que se nos burlaba desde su alienación en Facebook, creyendo que desde su cuenta se manejaba la economía, ya se tomó las vacaciones de marzo. Lo que quiere decir que no trabaja hasta nuevo aviso.
Cuando vuelve a trabajar, con una frecuencia increíble de quincena (un día por quincena) se sorprende y se le nota, por lo poco que le va quedando de la construcción política que quiso heredar por aristocracia y ósmosis de su marido.
La reina está desnuda. Y lo peor es que se empieza a dar cuenta.

La solucion es proveer de armamento y encerrar en un galpón a los que dicen "negocio inmobiliario" con connotacion negativa y a los sintecho.
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