Un año sin Chávez

Al interior de los Estados Unidos, se decodificará el avance de Putin sobre Ucrania como una derrota de Obama. Lo que lo llevará a sobreactuar su injerencia -ya de por sí muy alta- nen Venezuela. 

Un juez yanqui dijo que los bienes de Chevron en el exterior de Ecuador no son embargables, lo mismo que la Corte Suprema, para alivio del gobierno argentino, dijo acá. 

Ecuador quedó solo en esta pelea. Y tampoco puede cacarear mucho: su moneda oficial es el dolar. 

Un año después de muerto Chávez, Nicolás Maduro hizo un desastre total. La presidente de Argentina lo recordó ¡CON UNA MISA! lo que en el terreno diplomático concreto, equivale a un guiño a Capriles, que pidió la mediación de la iglesia venezolana (ultra reaccionaria, como la Argentina) para estabilizar la situación.

El gran peligro que conllevan conducciones estúpidas, dubitativas y corruptas como la de Nicolás Maduro es que siempre terminan rifando lo mejor del modelo económico para salvarse ellos: en Venezuela, los trabajadores están hechos mierda; y solo sostienen políticamente a Maduro y la runfla gobernante por nostalgia hacia Chávez. 

De haber elecciones hoy, Maduro las perdería por paliza. 

Su asunción como presidente fue irregular, por eso es endeble el argumento de los países deudores de Venezuela (como Argentina) de que sostienen la democracia, minimizando las violaciones a los derechos humanos. 

De todas maneras, esta situación patética en que derivó Venezuela tras la muerte de Chávez, solo puede resolverse con ayuda regional. No con boludeces dichas para consumo interno como las de Cristina, que en los hechos optó, como Brasil, por borrarse (ambos por miedo a la represalia yanqui, y en el caso Argentino, porque la presidente está arrodillada ante el FMI) porque entonces el saldo es que dirimirá la disputa EEUU.

En la suerte de Venezuela, ahora que Argentina hizo concha el Mercosur, se juega la última ficha de la inbtegración sudamericana. Y me temo que ya se perdió.