Sencillo: por boluda. La piba se enojó, tras la eliminación de Italia del Mundial -nació en Italia y por cuestiones de clase social, desprecia a los argentinos: algo bastante común en los circuitos sociales porteños donde esta chica sueña ingresar- y, educada en la Universidad Católica, que la censuró por mostrarse en bolas, pero a la vez la proveyó de las herramientas teóricas reaccionarias (estudia Ciencias Políticas) que sacó a relucir y derivó en este papelón.
Reivindicó al Duce (es decir, al fundador del fascismo, Benito Mussolini) y pidió, confundiendo los tantos con el nazismo, que reviva y mande a campos de "concentramiento" a los argentinos.
La sumatoria de denuncias a esa cuenta, la llevaron a ser suspendida, pero luego ella misma cerró la cuenta.
En Twitter la suspensión casi nunca es definitiva, por lo general en algunos días puede recuperarla.
La Universidad Católica Argentina la había sancionado, obtusa y estúpidamente, por haberse mostrado medio en bolas. Eso suscitó el natural repudio de muchos sectores democráticos. En realidad, la UCA debería ser sancionada por propagar este antisemitismo, esta vulgaridad fascista y estos "saberes" clásicos del catolicismo. Después de todo, fue Mussolini el que creó el estado Vaticano, donde hoy Bergoglio quiere enseñarnos moral.
Annalisa no tiene muchas luces, entonces terminó diciendo las cosas que solo se dicen en los pasillos de la UCA. Por esa caterva de curas derechistas que se molestan por una teta pero aplauden dictaduras con campos de "concentramiento".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario