Mientras alguien proponga muerte sobre esta tierra y se fabriquen armas para la guerra

 Los Corrupción Freindly van a tener una semana agitada. Primero tienen que marchar a la Embaja de Estados Unidos a llevar los dólares, reclamando, bah, exigiendo una negociación, así sea que haya que pagar de más. Al grito de ¡Comisión para la Vieja! presentarán un documento pidiendo el fin del imperialismo colonial en Seychelles y la Cláusula Compensatoria por el Mundial para Suiza.
Después marcharán para defender la patria al juzgado del misógino y nazi Bonadío, ex Ángel de la Guarda, para exigir que Boudou pueda cagar a su ex esposa porque en la constitución está estipulado el derecho a tener un Honda.
Luego cantarán Sobreviviendo, de Autopista 26 (el doble de Calle 13) y procederán a clavarse alfileres en la garganta en solidaridad con la vieja, que padece un agudo cuadro de haraganería. Claro que a tono con la época de baja del precio de la soja, ahora la vieja no se inventa cáncer sino disfonía. Dato no menor para una presidente que cree que le pagamos por hablar.
Pero hay que comprenderla, es el primer trabajo de la señora.
Eso sí, en vistas de que no lo está haciendo bien,  deberíamos exigirle al Congreso que sancione una ley regulando las horas de trabajo de la presidente. Y que en sus tiempos libres pavee en la tele. Eso sí, que se haga auspiciar por sus rebosantes hoteles, que ya nos esquilmó demasiado con sus autohomenajes.
Un buen horario de trabajo presidencial, dándole un tiempo de acostumbramiento y cuidando que no se asuste y renuncie, podría ser de martes a jueves de 10 a 14hs. Naturalmente, ir de a poco. Que empiece yendo a trabajar una vez por semana, aunque sea. Al mediodía, cosa de que se levante temprano (11 de la mañana). De a poco. Es más, podemos despertarla con los villancicos de Palermo que canta La Cámpora o con la de Autopista 26, esa que dice que no puede olvidarse lo de Hiroshima.
Un pequeño error de Autopista 26, pues en Hiroshima se fabrica el Mazda, no el Honda, que proviene de  Hamamatsu; también en Japón.
Es decir, cosas dramáticas y extremas (un bombardeo, una bomba nuclear) cosa que la vieja entienda que estamos de su lado, sabemos lo genocídico que es levantarse temprano