lunes, julio 14, 2014

¿Qué pasó en el obelisco?


En principio, lo habitual: la intervención policial está reservada a custodiar a la oligarquía política y económica, en la medida que nuestros próceres no paguen costos, todo bien.
Algunos linchamientos a ladrones. Las clásicas peleas entre barrabravas (en Argentina, están protegidos por el poder político como si fueran diplomáticos) y luego, la reiteración de los episodios extorsivos de la polícía al poder político, que cedió de rodillas en diciembre y luego utilizó a los canas para reprimir los conflictos sociales que se multiplican por el ajuste, la corrupción generalizada, una de las inflaciones más altas del mundo y un sistema berreta y fascista de autohomenajes de una presidente que cuando no puede evitar los resultados sociales de su holgazanería, se borra.
La extorsión polítical fue simple: la metropolitana no intervenía mientras comandos fascistas que responden a Berni, es decir, a Cristina, simultáneamente protegían a los barrabravas -porque son grupos de choque de la vieja-.
Canal 13, del Grupo Clarín, utilizó las cámaras de la cana; las que "casualmente" nunca alcanzaban a mostrar adónde eran llevados los detenidos: la mayoría de los detenidos paseaban con milicos de civil y las cámaras, contradiciendo la lógica televisiva y periodística, no mostraban cuando eran subidos a los camiones de detención.
Incluso, los policías iban hasta el camión con grupos de detenidos, contradicciones los procedimientos policiales y la lógica: es el camión el que debe acercarse.
Algunos de los detenidos eran reales: los comandos ilegales de civil cazaban gente al voleto para llenar las estadísticas (pero siempre está el inconveniente de que detener perejiles es llevarlos a declarar a tribunales,. y siempre pueden haber visto algo). Pero mientras los imbéciles de Télam culpaban al alcohol, las cámaras de la policía que copiaba Canal 13, mostraban a policías de civil que al rato eran detenidos, luego nuevamente detenidos.
Un grodo de musculosa blanca estuvo en el robo al restorán, en la detención de un chica y luego fue detenido. Un tipo alto, de corte militar (¿vieron la cantidad de cortes de pelo estilo colimba de los detenidos?) y camisa verde, fue detenido dos veces, ambas veces sin destino y sin estar esposado y sin resistirse. Era llevado ¡del codo!
La chica de la foto de este artículo, estuvo bastante tiempo forcejeando en la puerta del camión celular. Al rato, según testigos, estaba de nuevo trabajando en lo suyo: robar billeteras.
Tres chicas se resistieron y empezaron a pegarle. Los policías de civil la liberaron de quienes querían lincharla.
La policía no atendía los teléfonos. Llamé varias veces, tratando de averiguar el paradero de mi hermano, a quien le habían robado con un arma blanca. Los hospitales tampoco respondían.
Mi hermano después volvió, contando lo mismo que todos vimos: un armado policíal, que esta vez no prendió, dentro del polvorín social que es este país.
¿Qué gana la policía con ésto?
Lo mismo QUE GANÓ EN DICIEMBRE:

1) La vista gorda del poder político, a menudo cómplice, de los negociados, principalmente en torno a los barrabravas y el comercio de estupefacientes.

2) aumentos policales y ZONAS LIBERADAS

3) IMPUNIDAD: la policía sabe que vuelve a ser usada para las maxiganancias de la oligarquía económica y el ajuste que sobre la sociedad hace la oligarquía política. Y que después "les echan la culpa" cuando "se exceden" en la represión.
Este tipo de situaciones agravan el pánico que ya tienen en el gobierno por el destape de las megacausas de corrupción y delincuencia, con lo cual, a partir de las enseñanzas de diciembre, la policía sabe dónde apretar.
La mayoría de la gente no se prendió, probablemente por el Mundial y el orgullo de hasta dónde llegó la Selección.
La oligarquía política será confundida con informes de servicios nde inteligencia, se asustará y cumplirá con cualquier exigencia policial. Ojalá que no, pero es lo que más probablemente suceda.
Se vienen tiempos difíciles para los ciudadanos de a pie.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario