jueves, julio 03, 2014

Quién es Juliana Di Tullio

Bontempo, mafioso de la revolución inmobiliaria


La vieja se inventó otra enfermedad. Dicen que fue para no tener que traspasar el mando a Boudou, que volvió de la Patria K, Panamá, y está hasta las manos. El Presidente Procesado era una fea postal.
Ahora bien, la vija pensaba retener todo el protagonismo televisivo, como una especie de Moria Casán del Calafate, y jamás pensó que la podían descubrir. Por eso sacó a Agustín Rossi de la presidencia de la Cámara de Diputados dejando a su segunda, la irrelevante y anodina Juliana Di Tullio, cuyo único mérito político es estar casada con un gordo matón, de aspecto impresentable, que es el encargado de pedir las coimas a los grandes empresarios inmobiliarios en las viviendas. Ocupa el cargo de subsecretario de obras públicas de la nación.
Con esa espadita, Juliana Di Tullio, ya baqueteada tras ser escrachada en el viaje patriotero para convencer a Griesa, yendo de shopping con Julián Domínguez para comprar los artículos electrónicos que Kicillof prohíbe importar, piensa la vieja defender a Boudou del Juicio Político. Es decir, se mandó a cazar a así misma la presidente vespertina.
Si uno mira el conjunto, la visión estratégica de la vieja como conductora política es chistosamente patética: vicepresidente, el Numismático Calcográfico justo cuando la inflación y emisión se acelera, ministro de economía, el dirigente universitario Excel Kicillof, autor del Informe Mosconi, justo cuando hay que bajarse los pantalones ante Repsol; presidente del bloque de diputados, Juliana Di Tullio, cuando avanzan los pedidos de Juicio Político al cacográfico (y pone al peronismo en la obligada situación de defender a este impresentable, arriesgando capital político estratégico para 2015) y en el Senado, nada menos, Miguel Pichetto, a quien dejaron afuera del giro hacia el PJ de La Cámpora. Una genia la vieja, ¿no?

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