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| Gerardo López, periodista militante |
Está claro que mientras Cristina Kirchner luchaba contra la dictadura, el juez Griesa le secuestraba un nieto a Estela de Carlotto para así impedir la candidatura presidencial de Máximo Kirchner para el 2015. Pero no pasarán. Tenemos DNI nuevos y unos trenes con matriz diversificada que son el producto del desarrollo industrial y si hubo algún sobreprecio, ya lo decía Altruser: la culpa es de Clarín.
Cuando Ernesto Tenembaum, desde el dispo de la opo de la corpo que es la Revista 23 dice que estamos malvinizando el tema del aumento de la deuda externa, es porque no puede soportar, por un lado, que gracias a Juan Cabandié -que combatió la dictadura- Daniel Filmus sea hoy Senador por Malvinas, y por otro lado, el sentimiento antiargentino de estos buitres los lleva a pensar con nostalgia en los 90, cuando había desocupación y pobreza, palabras que gracias al enorme corazón de Cristina se han desterrado del vocabulario social, porque ya lo decía Altruser: "hacele caso a Reibel o te cagamos a trompadas".
Las donaciones para la guerra que vamos a emprender contra Estados Unidos se recogerán en el Senado, si el Comandante Montonero Amado Líder se encuentra por casualidad en alguna de sus exitosas giras por el exterior, el compañero tuitstar Luis D Elía amablemente las recibirá.
Se necesitan alimentos no perecederos y yates, motos y polenta.
Es obvio que, tras la exitosa operación a Florencia del empacho (la operó Raúl Kollman, el nuevo Favaloro de la Patria) la Argentina necesita detectar a los infiltrados del imperialismo para encarcelarlos y así poder concentrarnos en el bombardeo de la Casa Blanca.
Antes de que llegue Cristina, cuando no existía la libertad de expresión, estos secuestradores de nietos estaban conspirando para hacer un golpe de estado. Hay pruebas. Muchas. Incluso, cuando llegue el cadete, les mandamos una carta documento. Pero la prueba más contundente es cuando hablan de que acá hubo una devaluación, ¿no es acaso muy bueno que se les caiga la careta cada vez que hacen estas operetas para ocultar que gracias a Cristina, Lavezzi se convirtió en un sex simbols? Ya lo decía Altruser: hay que rezarle a Cristina seis veces al día.
¡¡¡No pasarán!!!
Excepto que La Jefa los autorice a pasar. En ese caso le servimos un cafecito y lo aplaudimos a rabiar.
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