Cuando de camino a depositar dinero en los paraísos fiscales, los líderes de la revolución inmobiliaria Mauricio Macri y Cristina Kirchner pasen por el Vaticano a sacarse una foto con Susanti Pancho, probablemente les pregunten sobre la toma de Lugano.
A diferencia de las huestes puertomaderistas, los mas pobres entre el tendal de pobres, que son los que tomaron el predio inservible de Lugano, no pueden darse el lujo de patrullar diarios, autocompararse con grandes líderes históricos ni explicar cómo funciona "el mundo"; sino que apelan a referencias simbólicas concretas y cercanas: son ellos, no los narcotraficantes del Madero Centers, los que llamaron a su barrio "Papa Francisco", llevando a la práctica los enunciados de la Década Ganada. Mentira que se arregla a los palazos.
Me acaba de llamar Gustavo Vera para contarme que el Papa le dijo exactamente eso: "me largué a llorar cuando vi esas imágenes de los desalojos violentos, tan parecidas a Gaza"
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