miércoles, agosto 27, 2014

George Soros y David Martínez, nuevos patriotas argentinos




La combinación de caída del precio de la soja (en 2008 llegó a 600 dólares, hoy está en 400: De La Rúa tuvo la soja a 150 dólares, lo que explica que el actual gobierno, tan parecido al de De La Rúa, no sucumba, aún) y vulta de las minidevaluaciones junto con una nueva alza de las tasas de interés, que habían retrocedido un punto desde casi el 30% (un neoliberalismo africano) refuerza al frente devaluador que está fuera y dentro del gobierno.
El margen, como siempre desde la muerte del presidente Kirchner, es el margen social. La tragedia social de llenar el país de cartoneros junto a un negacionismo patológico que se autoadula haciendo del aislamiento y el fracaso un orgasmo, el margen, decíamos, es acotado. Los servicios de inteligencia le llevan las carpetas con las que la presidente después del mediodía desayuna y le avisan, por supuesto encontrando miles de culpables, que todos los días hay tomas, cortes de rutas y represiones.
Antes de que la excelentísima prenda la para mirar a Jorge Rial y sus impactantes novedades -dentro de su mundo cultural, las cosas funcionan, bah, no funcionan, así- y el resultado seguro es otra payasada de Berni, la sensación de los presidentes de las 24 provincias menos la CABA de vivir en una acefalía nacional y el ya clásico deterioro de cuanta variable toque el boludo de Kicillof.
La total desorientación política, la pérdida de sujeto social y su reemplazo por el psicobolchismo de clase alta lleva a Cristina a apalear a sus votantes en pos de quedar bien con los xenófobos, que de todos modos nunca la van a votar y no superan el 5% del padrón.
Contra los trabajadores, contra los jubilados, contra los desocupados, lo único que queda es la exaltación de la juvenillia: jóvenes cuarentones de clase media alta que la vivan a cambio de suculentos privilegios y la van a dejar pudrir en la cárcel en la menor oportunidad de cambiarse de bando y de chequera.
Como eso no constituye un sujeto social, con la vieja desesperada por zafar de la cárcel y que no avancen las causas penales internacionales que rodean a sus narcotestaferros, el nuevo bandazo viene para chiste: un jolgorio de millonarios nos quiere vender que lucha contra el sistema financiero mientras canta Soros de la Gloriosa Juventud de Martínez.
Naturalmente, semejante mamarracho va a salir mal. Ya salió mal. Falta que la vieja se entere.
Bah, como si a alguien a esta altura le importara lo que piense un día la vieja, como si al otro día no pudiera salir a decir que fue una confusión y piensa exactamente lo contrario.
Lo único continuo es que los más pobres serán siempre los que se jodan.

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