jueves, septiembre 18, 2014

Por qué la vieja se fabricó una crisis




La manera de responder a la realidad ante los rotundos fracasos económicos de la vieja es con berrinches, paranoias y filminas, es decir, agravando los problemas existentes. Como a la vez, políticamente, la Iglesia K necesita pedir más por menos, el grado de chupamedismo llega a niveles tan vergonzantes que eso aleja cada vez más a la secta K; que consecuentemente tiene que sentirse más y más atacada por el resto del mundo.
Una boludez.
Que llena el país de pobres.
Es difícil explicar que no hubo ninguna causal seria para hacer mierda la economía: la vieja puso a su amante y los amiguitos del hijo a jugar con el Estado como si fuera la play, fueron a pagar a cuanto organismo internacional se los requiriera, cosa de esperar ternura por parte de los Fondos Buitres. Imbéciles se muestran explicando que el capital financiero domina el capital productivo: ni siquiera saben qué hacen con la guita que chorean: no ponen fábricas, obviamente.
Por el 3% de lo que le regalaron en el ciclo de endeudamiento nacional más estúpido de la historia -el de Kicillof- a los buitres bellos de Repsol, Ciadi, Club de París y cuanta empresa multinacional ponga la respectiva coima en el Madero Centers, chocaron el país, cambiando todos los días de parecer, nerviosos y comentando sus fracasos como si hubieran ocurrido en Singapur.
Presentar la avalancha de leyes testimoniales como triunfos políticos -con absoluta presindencia de los resultados, algo muy propio de la vieja- es salir a comprarse conflictos al pedo y de paso , subirle el precio a sus adversarios.
Ni saldremos del default ni bajará la inflación ni los consumidores tendrá un trato más justo ni Larry de Play liderará nada: discutir en los términos de los beliebers K es productivo para la oposición política por que así deja suicidarse a la vieja y los que trabajan de adularla, pero es catastrófico socialmente y pelotudo para el país.
Buenas noches, chicas.

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