martes, enero 04, 2011

La operación más boluda del año
La de Redrado y las reservas
  200 (6%)
La denuncia penal de Leuco
  1259 (41%)
La de Carrió y Hotton
  1320 (44%)
La de Sadous
  98 (3%)
Los afiches y el "muerto" de Morales Solá
  267 (8%)
La cautelar de Thomas
  56 (1%)
La "persecución" a Amalia Granata
  317 (10%)

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Miqui Bainiya


Vivir la vida

Siempre -es la clave de interpretación inevitable- es demasiado tarde para aprender a vivir la vida. Por, la vida, siempre, sobretodo cuando estás feliz, cuando estás alegre, enamorado, recibiendo un premio, aprobando, contento, siempre es un rato menos hasta el tránsito final, hasta el fin de la angustia, hasta la nada o lo que simbólicamente reemplace la nada. Hay un cronómetro en algún lado. No sabemos cuando. Pero en algún momento, se para. Vivir la vida es vivir con la acuciante angustia de saberse, más bien pronto que tarde, un poco muerto, un poco en el fin, un poco olvidado.
Patear una piedrita entre las baldosas y ganar un oscar al mejor actor porno tienen, desde la perspectiva de la muerte, la misma dimensión: valen casi nada. A veces dudo si vivir la vida es ganar en intensidad, creérsela, considerar que uno se aferró a lo que nunca eligió -vivir- o si por el contrario es saberse el resultado de un destino incierto, arrojado a una existencia que no elegimos ni quisimos ni sabíamos de su existencia. No sabíamos de la existencia hasta que existimos. Por eso, en el fondo, es algo tonto que esté tomando mate, pensando en qué voy a hacer a la noche, planificando el año que empieza. El año que puede ser de mi muerte. Algunos me llorarán pero pronto y por suerte, continuarán con sus vidas. Las vidas que no eligieron.
Como nunca elegí vivir ni fui consultado por este bonus, la verdad, a quien sea que me dio la vida -convengamos que podría haber sido otro: no yo siendo otro, sino directamente otro en lugar de yo y de todos los yo que sido a lo largo de la vida- no me siento en deuda ni agradecido. Si me hubiera consultado y yo supiera lo que es la vida, habría dicho, sin dudas, que sí, y hoy estaría dándole las gracias a quien me dio la vida. Pero no fui consultado. No hay proceso químico, ni biológico ni religioso que apañe -desde un punto de vista ético- mandar a alquien a vivir sin cunsultarlo. Ojo, puede que filosóficamente, uno no haya sido nada -esa nada, esa ausencia absoluta-y luego, al vivir, uno es, y en tanto es, elige, también cómo y cuando dejar de ser. No puedo elegir cuando seguir siendo -puede caerse el techo en este momento, suerte que bloguer guarda las entradas, y yo, la verdad, elegiría seguir siendo, pero eso no puedo dominarlo- y sin embargo, ahora que estoy siendo, podría elegir dejar de serlo.
Yo no sé si no elegimos dejar de ser porque nos gusta seguir siendo o porque tenemos miedo a dejar de ser, o mejor dicho, a qué hay cuando uno deja de seguir siendo. En todo caso, para mí, es muy complicado.
Así que me invento un montón de teorías que, en algunas ocasiones, hasta llego a creérmelas. Por ejemplo, la felicidad, el amor, la amistad, los afectos, las ideologías, una causa, las deudas bancarias, las deudas morales, todo eso. Que puede, quién sabe, también existir. Pero a mí, que elijo renunciar a dejar de ser pero sé que no puedo elegir seguir siendo, que en algún momento dejaré de seguir siendo, a mí, te decía, no me consta.
 

Lo tengo visto de algún lado...pero, ¿quién es?


Gran concurso gran, al primero que acierte, se gana un premio sorpresa.

lunes, enero 03, 2011

Luchadores sociales



La compra venta de "luchadores sociales" a través del Ministerio de Desarrollo Social -eso de hace cooperativas que creen panaderías, al lado de un Coto, yo te conozco- tuvo sentido en el año 2003. El costo de mantener la mafia de izquierda, esas camarillas de gerentes de la lucha social (que viven de eso, además, y viven, con su martidito, lo más bien) a través de las coimas de la lucha social y la revolución socialista, era menor al lado del eventual costo político de reclamos legítimos.
Con la política de no reprimir, y la suba del piso en la calidad de las demandas, quizás sea hora de dejar de financiar los delirios revolucionarios de cada pyme de viejos chotos que lucran con las "demandas urgentes". Las demandas existen, y la ausencia, en muchos casos, de política, deja el terreno libre para luchadores sociales de pequeñas pymes donde un grupo de viejos chotos financia su vida, hasta que se pelean por la tarasca y cren su propia pyme.
Meter el cuchillo en las cooperativas y demás formas de construcción del socialismo, como por caso afanar guita de la Universidad "autónoma", es una buena idea.
Ya sé, hay otra corrupción más importante y grande que la de estos papanatas. Pero, igual, taría bueno.

En el video, un grupo de luchadores sociales recuerda a la mártir Laurita y manda saludos al compañero Berni.

Los amigos de Pino Solanas

Una de las grandes traders exportadoras de productos agropecuarios, a la que el Estado Nacional investiga por evasión de impuestos, explotaba el trabajo esclavo de adultos y niños traídos desde provincias del norte. Los alojaba en trailers de chapa, en los que dormían hacinados de a veinte. La jornada laboral era de diez horas incluido el día de Navidad, bajo el rayo del sol, sin luz, sin agua potable salvo la que recibían en baldes. No podían salir de los límites de la propiedad en la que trabajaban ni conocían cuál sería su remuneración. La paga se difería para el último día del contrato informal, ya que no estaba registrado. Mientras, les descontaban todo lo que consumían a precios tan exorbitantes que nunca tenían un saldo favorable para cobrar. Les anotaban 80 pesos por una bolsa de papas, 65 por una de cebollas, 54 por un pollo, 17 por un atado de cigarrillos, ocho por un kilo de pan viejo y dos por recargar la batería del celular. También se hallaron fideos con la leyenda del ministerio de Desarrollo Social. Por un paquete, cuya venta está prohibida, los esclavos debían pagar 35 pesos. El titular de ese ministerio, Baldomero Alvarez de Oliveira, es el padrino político del ex intendente de San Pedro Julio Pángaro, quien este año fue designado secretario legal y técnico del ministerio de Justicia y Seguridad. También se encontraron alimentos vencidos. El único dinero que recibieron en las tres semanas transcurridas antes del allanamiento, fueron 12 pesos “para comprar pan dulce”. El ministro de Trabajo provincial, Oscar Cuartango, dijo que los hechos descubiertos rozaban el crimen de lesa humanidad.

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Je

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Guiñame y llamame Marta.

Margarita siempre está medio como guiñando, viste, no es una cosa así para decir "uh, no sabés, Margarita me guiñó". Es un solo guiño la tipa.

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