domingo, abril 07, 2013

Los perros y la ciudad

El único calentamiento global causado por el hombre, que no es verso, es el de la chica con la que salgo. Y el hombre, creo que solamente, soy yo. Pero nunca se sabe. No hay evidencia científica de que no te metan los cuernos. Por lo menos no hay evidencia científica que en el ámbito forense no deje lugar a ninguna duda. El que busca, detective de los celos, siempre encuentra.

Le debo a un viejo periodista la enseñanza sobre los perros y las ciudades. Mirar el comportamiento de los perros es un registro sociológico. Sirve para narrar hechos naturales, niveles de pobreza y abandono y una atmósfera sobre la crueldad de la desigualdad social. Ponele.

Debería ser Enrique Meyer,  ministro de feriados y duelos varios, el vocero ante las tragedias.

Barqueanos largos del Eco-Bussines, incluso gente deshonesta en una proporcional tolerable saben que hay un error dentro de esa gran farsa educativa que es la industria laboral de la ecología que jamás se debe cometer y es querer tener el espacio, dentro de los medios de comunicación, propio. Saltearse las mediaciones que lo legitiman. Eso le pasó, por caso, a Susanti Pancho cuando tuvo su dosis de clarinismo estricto. Pero es otro tema, otra ateria de trabajo, otro bussines del amplio campo de la industria de la conciencia.
Un ejemplo de lo que digo: en Paraná había, hay, un chanta de estos de la ecología que armó lo que llamó Eco-Clubes, para mentir a los pendejos de la escuela secundaria sobre los efectos del cambio climático y usarlos como fuerza laboral gratuita (el sueño exagerado de cualquier neoliberal salvaje) para el negocio de la basura, financiado, como es natural, por el cagazo del entonces intendente ante el terrorismo ideológico posmoderno. Pronto,  hubo de descender a las escuelas primarias y abandonar los adolescentes, pues  la estafa ideológica de la ecología requiere de seres con un desarrollo inferior menor a los 10 años, sobre todo si se democratiza el acceso al saber y la participación en capas de clases amplias.
El asunto es que que chantún era licenciado en ciencias de la comunicación, lo cual ya de por sí era sospechoso.Y tenía la cualidad riesgosa del existismo, que se debe beber en dosis moderadas para que los hilos no se deschaven.
Todos lo consultábamos -yo, ciertamente y para mi defensa ante los tribunales eclesiásticos del porvenbir, no- sobre temas del río y el oxímoron del medio ambiente. Hasta que quiso tener su propio programa sobrexpuesto: la radio y la TV, la escritura, naturalmente no. Estos temas son tan bolaceros que no se pueden escribir.
Entonces competía contra nuestro nicho, la publicidad. Pasaba a ser uno más. Y como cualquiera de nosotros que esté en radio y TV y encima no sepa escribir, pasa a ser sospechoso de no saber los temas de los que habla, porque naturalmente no te da el tiempo en el día para estudiarlos.
Al perder el sitial de lo científico, telecataplún. Y una vez caído el hechizo, al igual que en los procesos sociales, de pronto, todo pasa a ser ridículo.
Hoy sobrevive con el nicho de la ecología sin publicidad oficial, con el boludeo de ser instrumento barato del humanismo en los subsidios de las embajadas europeas. Con la inestabilidad del caso. Sus tiempos de gloria fenecieron.


Sobre el boulevard viejo en Santa Fe esperaba el colectivo para ir a Paraná y había un cartel, fotocopiado, que maldecía semióticamente a los excluidos plenos por el maltrato a los caballos en os carritos con los que cirujeaban. Una sensibilidad conectada a lo canino. A la frase idiota de que cuanto más conozco al hombre más quiero mi perro.
Esa ultraderecha del fart west es marginal, por suerte, en la Pampa Húmeda y los puertos, donde solamente existe, pero tiene su despliegue ideológico. Y períodos de una mayor intensidad.
Pero sin salirse del todo de ese registro, el trato a los caninos revela un estado social de situación. He dicho.

Dirán que siempre rompo las pelotas con lo mismo, pero las inundaciones no pueden tapar los baches políticos y financieros del federalismo emparchado. Del centralismo democrático. Donde en el puerto votan según la tele, en la Pampa Húmeda según sus negocios y en el resto del país, para su supervivencia. El resto del país no es una geografía lineal, sino el embudo que es el resultado del centralismo democrático.
Por eso, nuestro Lenin sin horizontes, Scioli, sólo puede actuar como movilero cuando los problemas son reales.  

Mientras casi 60 muertos y miles de afectados a otro nivel, producto de la desigualdad social "del modelo" era el saldo de las lluvias, el gobierno nacional y popular pagaba 2.300 millones de dólares de deuda externa y aumentaba los impuestos a través del monotributo. Lo que a priori no está mal, en realidad ni siquiera se aumentan, se actualizan. Pero sobre un sistema impositivo que aún con las correcciones progresistas que hizo el gobierno, es injusto. E, insensatamente, indiscutido, no porque abarque amplios consensos, sino por la cerrazón política a discutirlo en conjunto. Cerrazón política que va más allá del oficialismo, también y con más razón del lado de la oposición, pero que curiosamente también implica el plano académico y comunicacional.
Quizás exista alguna razón táctica para no discutir en conjunto el sistema impositivo, que amerite prestarle atención, no lo sé.
Los pagos de la deuda eran previsibles y a la vez están sujetos a variables muy complejas. Acá se explica una parte, recomiendo de paso el blog El Magma. El Licenciado Baleno y su escritura minimalista tiene una densidad conceptual y razonada distintiva.

Volvamos al gobierno nacional, a Cristina.
También, hizo anuncios para los más pobres "por única vez" -hay que volver de ahí sin una fecha religiosa o prototípica, como navidad o año nuevo... se verá si la tragedia opera en esa direccionalidad subjetiva sobre los beneficiarios- evidenciando que no tienen muy claro que, aún con el rescatable matiz de las políticas sociales,  en los sectores populares se vive para la mierda, pero esas medidas están lejísimos de aquel estúpido dicho de Abal Medina cuando ocurrían los saqueos de hace tres meses para los cuales la única medida política fue la represión penal y legal y la destitución del intendente de Bariloche: "hay quienes quieren arruinar este momento maravilloso que vive la Argentina". Pero es el gobierno que creó los mecanismos o afinó y expandió los existentes para volcar guita de manera inmediata sobre los sectores populares. Un balance debe necesariamente incluir la región sudamericana y las posibilidades políticas dentro de la globalización. La concha de la lora. Se complejiza demasiado cuando se afina el lápiz. Los sueños y las condiciones de posibilidad para lograrlos. La vieja dialéctica cobra así relevancia sorda, quizás como refugio científico, no lo sé.

Una hipótesis.
Dos tendencias contrapuestas, conviven. Falta una definición antes de que el hechizo se rompa y se puede ex-puesta la contradicción. Que por primera vez en mucho tiempo, desde Perón probablemente, incluye la contradicción al interior del movimiento político que gobierna el país. Antes era pura y exclusivamente la represión y el asesinato.



Profundizar el modelo

Ni Telecom ni Telefónica son empresas de los Estados Unidos, de nuestra madre patria. Así que no se entiende porqué, acá en Puerto Rico, se los defiende de esa manera. 
Ya la cosa venía rara cuando el Ministerio de Familias, a cargo de Martín Sabatella, hizo que el KAFSCA tratara al grupo ilegal Telefónica de manera rara, corrupta. Como Sabatella, el único no multimillonario del gabinete, tiene apenas lo que juntaría decentemente con su sueldo, las directivas deben provenir de más arriba. 
Ahora el Ministro de Asuntos Estadounidenses Julio De Vido anunció que multó (una vez más y van...) a Telecom y Telefónica por la nueva estafa a los usuarios cautivos de este monopolio (monopolio bueno) durante las inundaciones, sin que nunca sepamos el negocio que termina siendo el monto de la estafa en relación a la deuda, pero boludos no son y su conducta reiterativa y llamativamente impune, más en un mercado que a los yanquis les interesa que no esté en manos de Europeos, con lo cual lo más pancho, tipo YPF, podríamos ir con los pibes de la liberación a soberanizarlos...Hasta podríamos, sino está de vacaciones en su casa del exterior, llevar al marxista millonario Excel Kicilof a defender los negocios de los Estados Unidos y la descapitalización nacional y popular. 
Pero no.
Es raro que a los yanquis no les moleste que la Internet K esté en manos, naturalmente privatizadas, pero de Europeos. 
Que a los pendejos contratados a la espera de la planta permanente el tema, aunque hace a la comunicación y ellos en política no se meten pero en comunicación, sí, que a ellos el tema no les importe es natural. No sienten aprecio hacia el Rey de España,  pero están perfectamente entrenados para no comprender la economía ni la política ni el lugar que nuestro país, Puerto Rico, ocupa en la región. 
Habrá algún acuerdo secreto entre el Rey de España y EEUU?
No serán Telecom y Telefónica, empresas encubiertas de los EEUU?

Sino, no se entiende. 


El magiclik que tenía 4 años de garantía




Algunas personas nacemos en algún lado, otras no.

La misantropía, a menudo tomada como femicidio epistolar por los abundantes policí@s del lenguaje, es la única manera elegante de adoptar ilegalmente la humildad.
Hay que deslubertinarse sin perder el cinismo jamás.
Señoritas.
Ya sólo un pobre costillar enorme.
Garrón de un cuchillazo.


La humildad, Osho de las actitudes. Pero las actitudes son las tácticas de la personalidad y cualquier estratega - o mujeriego- sabe de la conveniencia de contar con un amplio abanico de tácticas.

El business de la crítica de los medios nace en los 90, pendejerío. Acá hay un link de prueba (ojo que es fuerte lo que van a ver)

Después estamos los expertos en tribunales del mar, parlamento iraní, embarazos de la farándula, leptopirosis, copa del rey, antisemitismo, guayaberas de la desesperanza que cargamos sin querer saber en su pelotudo optimismo, en fin, tamnpoco es taaaaaaann importante. La todología sonriente y dramática, fingiéndose iconoclasta, vestidos como pendejos idiotas, saludándose como si no se acabaran de ver mientras planeaban cómo aparecer inteligentemente graves y graciosos entre luces de colores y reidores grabados para abaratar costos de producción. Este siglo no perdona el aburrimiento. Quizás por eso todo termine en una gigante masacre nuclear. Mediría bien.

Y los comentaristas de este blog, que antes de que ocurra la tragedia -y aunque no ocurra- ya han escrito quién es el responsable, naturalmente.
Merecen un captcha.
La maldición 2.0




El aligator antropomórfico parlante más famoso, descendiente de la conquista -atenti acá, indiegienistas sanitarios, hay colonización, yo propondría un urgente Para leer al Lagarto Juancho- se adaptaba con naturalidad a su captura y como Marta Lynch había cierto erotismo antagonizante con los represores.
 El burrimiento, mientras no sea aburrimiento, todo bien. De ahí a tomarse demasiado en serio la inexorable decrepitud de la vida y tratar del modo más idiota de evitarlo, hay un pasito. Al abismo.

Yo estaba almorzando con mi familia y Mauro Viale en el canal de Eurnekian, de donde surgió el semillero de periodistas militantes del gobierno nacional y popular, terminaba una entrevista al presidente Menem y una escaramuza de minitas con pocas tetas -lo que en mi adolescencia se traducía como pecado insobornable- que luego tuvieron la voluntad política de hacerse una operación de prensa con siliconas, se agarraban de las mechas, gritaban sus enojitos tan histéricos que uno no sabía si reírse o cagarlas a patadas (pero ya entonces se consideraba que estaba mal pegarle a una mujer, aunque lo mereciera) y pusieron, en el mismo programa, un pedazo de otro programa, de Canal A (el Canal Encuentro de los 90, que era privado y de cable, no terciarizado y de cable, como es Encuentro) que conducía la biógrafa de Lynch, y se peleaban los ex esbozos Beatriz Sarlo y David Viñas, y éste último se levantaba y se iba. No era el gordito boludo (con derechos humanos) de TVR queriendo parodiarme de cuando me fui de 678, era David Viñas y Mauro Viale. La historia, tragedia y farsa. Que Marx astuttamente le adjudicó al henio de moda.
Qué sorpresa enorme es Pablo Rago haciendo análisis políticos, en plena discusión. Es inteligente, sabe polemizar, es buen interlocutor. No le conocía ese rol, lo estoy viendo discutir con Andy Chango.




Mientras el agua canta en esa fuente.
Violento e imbécil, esa novela canallesca escrita por un loco en las noches del café Montevideo está naciendo siempre, entre apalusitos al compás de la orquesta.
Tira estrellas bailando bajo el humo. Como si fuera planta que la cría. Y sin embargo. Su belleza infantil de ingeniería.
El aire de importación. Ese acento.
Esos señores.
Cuando perdimos la posibilidad de ser anarcos bajo bandera, gracias al posmoderno neoliberalismo vivíamos obligados, por los andariveles de nuestra rebeldía, que era marginal y buscábamos, entonces, la marginalidad, cuando el rock se recibió de compromiso solidario y luego se retiró hasta el día de hoy a cobrar honorarios.
Las propinas de un sistema de mierda que ni Magnetto se atrevería. Pero el rock, que es el folklore de la globalización, es demasiado conservador como para poner en cuestión a SADAIC.
Esos señores.
El INCA, ACTORES, SADAIC y SADE son los pilares de un sistema de medios que tiende a los monopolios.  La razón del enemigo.
Pero la mariposa nace y muere y no aprende nada. Eso no es tan triste. Triste es ver su cadena de huevos en el hollín.
Machito Ponce fue el único intelectual que supo anticipar el retorno de la política.
Cuando Jazzy Mel era el neconservadurismo de época, o sea, un megamix y la pelota se manchaba lo más pancha. Memoria, verdad y justicia:





Scioli, el leninista sin horizonte, confirma que los muertos son 35. Pero como son 42, Scioli confirma que son 42. Scioli, luego, confirma que los muertos son 51. Tira hipótesis, Scioli, pero se publican como confirmaciones. Es todo tan lindo, señoramente. Que hay que comprarse un buzón en cuotas, total es a tasa cero.
Corea del Norte evacuó sus embajadas y Barbarita Vélez graba para una tira que se llama Somos Familia. Creo que Barbarita, desde la perspectiva filosófica -como diría el obispo de la democracia, Mariotto- está a favor del desarrollo de la energía nuclear con fines bélicamente pacíficos, dado que, no tengo ningún elemento para creer que no.

Las estadísticas también dicen que jamás habrá un Papa latinoamericano.



Cuando los ministros dan conferencias saraseñas de prensa, tienen una botella de agua mineral. No toman agua potable. No lo ven como una causa política. Les falta imaginación para que alguien les crea lo del retorno del estado.  Ni siquiera de que sea cierto, es un asunto de imaginación.
De incultura literaria, digamos.


Esos días maravillosos de la década menemista yo los desperdicié, mayormente, en la izquierda furiosa, lo que me permitió, con el tiempo, revalorizar y balancear las cosas. Y jugar el juego estúpido de andar tirándonos con archivos como almohada del piyama party. Pasa que me aburre toda esa gente que se niega a cumplir años. Aunque los festeja, en cada aniversario, con pompa y circunstancia. Paseando un Espantapájaros por calle Corrientes. En los 90 te cagaban a palos y te reías, seguramente era una cámara oculta. Los fanáticos de San Lorenzo tienen esas bromas contra los de Independiente.  En los 90 teníamos un proyecto de país: disolverlo.
Desde entonces la intelectualidad, la cultura y el arte, se negó a pensar el país. Negación perseverante que se disimula con categorías de ocasión, que destiñen, pero es lo que hay.
El burrimiento es mejor que el aburrimiento.
Entendelo o te quedás afuera.
Carne azul, colgada en la heladera.
A esta época a la que le falta algo, asado a la parrilla sin pan, hay demasiada prisa por narrarla. Como si se quisiera concluirla, con un oficialismo carente de imaginación, que tiene una literatura de clima destituyente. O concluyente, que es lo mismo, en la geografría universal de la escritura. En la gelidez ceremonial, en los disimulos que supone la corbata en pleno invierno.

En la radio nadie se trataba de usted, como ahora. En las canciones sí, porque se las vendíamos al mundo. A Europa. O algo así. Yo ni me enteré. Pero había rumores. Y nuestra farándula no era como ahora nacionalista. Sino internacionalista en la modalidad trotskista: impotente y bolacera.
Y yo tenía una novia hermosa, que vivía a siete cuadras larguísimas, las cuadras más largas que jamás después nunca caminé, a siete cuadras de mi casa. Allá en Paraná. La ciudad a la que llego en media hora. Mientras escribo arriba del colectivo. Y amanece, tranquilo, el río. Esa mismidad que te da calma y es furia y es, nuclearmente, la condición de posibilidad de la especie humana. Pero en la algarabía del escarabajo que no piensa pero medita porqué duele tanto, ésto resulta, extensamente, incomprensible. Cornamenta viva.





En el libro de autoayuda "Cómo levantarse a la vecina de tu novia", aún inédito, se plantea el dilema de la existencia en tanto devenir hacia la conciencia. Lo que necesariamente implica informarse como prefijo de la no forma. Lo informe. Como imposibilidad de uniformización.
Y es que hoy anduvo la muerte entre mis libros.

Descuajar y costillarse, en la segura voz de Zitarrosa, palabras secas y contradictoriamente con eco de huella fonética, vagayito mío, haciendo leche, esperma, osamenta, cuero y sangre, media tonelada de huellos astillados.
La resignificación -esa sutileza de la historia de la cultura- bajo sospecha de subversión.
Los edictos de la sintaxis, sombra a sombra, amagan volver en forma de presumida carrera de embajador de la casa. En mi barrio vive el presidente hippie. Medio indie. Cuero y sangre. Pingajo.  En plena estupidez sentimental de la memoria, la verdad y la justicia. Por las partes que nunca habían dolido. Y eran tantas partes. La res. La resignificación.
Peripecias, dirían los monaguillos de ese pretencioso y vulgar, palermitano digamos, género literario en decadencia que es la Crítica de Cine, enmayusculada para esta noche de gala. Las siestas clandestinas. Mis sesenta cigarrillos diarios. Río y baten de a dos.
Hemos viajado por todos mis caprichos.



 El misal del sentido común se despliega boludo en los decires urgente, inmediatos de cuando, sencillamente, no hay nada para decir. Se le falta el respeto al silencio. Se lo minimiza. Sufre una campaña de demonización que ya es algo urticante. Porque la ausencia y el silencio no tienen sujetos sociales en sí y para sí, su henialidad, digamos, capaz de defenderlos. De guardar y honrar su memoria.
Pero no hay nada que hacerle, soy de la generación de Samantha Farjat y Amparo Ochoa.
Estalacnitas estalinistas que te rompen los huevos.




Néstor Kirchner corrió el macabro y monárquico tedéum, sin anularlo, sin bajarle el cuadro, fue por que  no le gustaba tomar mate. Y sin embargo yo creo que la vieja es mejor que el tuerto. Y los dos, la vieja y el tuerto, mejores que el intendente de Uruguay, la guantánamo con derechos humanos, que se recuesta en Brasil para sacarle algo a la Argentina, como cualquier puntero versado en conservadurismo lúcido. Claro que la lucidez es algo que escasea en los paraísos financieros donde se exportan jóvenes.


Jazzy Mel cantó en 1992 en el programa del kirchenrista Marcelo Tinelli. Después "viajó 40 días a Europa" que todavía no existía, era un continente. Pero bue. A las dos semanas ya habían pasado los 40 días y tenía un recibimiento especial en el programa de Tinelli, donde Jazzy Mel siempre presentaba las chicas que se incorporaban a la banda. Era un letrista que incluso llegó a poner una palabra esdrújula, cosa que no se conseguía en el programa menemista de Pergolini. Donde siempre estaban Los Ratones Paranoicos, que, para los menores de 45 años, eran un fake de Los Rollings pero con menos plata y sin derechos humanos. Pomelo, en jerga de viejitos piolas.

Y nada más. Me voy a dormir. 

sábado, abril 06, 2013

Para leer, boluditas:

1) Ignacio Zuleta sobre la coyuntura: muerte de Chávez, elección de Susanti Pancho como monarca vaticano y la inundación y sus muertos

2) Guitarra Negra, el recitado de Zitarrosa -que se puede escuchar en el sitio Omitir Anuncio- es también un libro de poemas, inhallable, de Spinetta.  Se puede bajar en este blog (el amable bloguero no tiene mucha pericia en el diseño: el link de descarga está clickeando la tapa del libro) Ahí está la edición original. Es de 1978. Tuvo reediciones pero marginales y sin cambios.

3) La Intendencia de Uruguay -integrante de los Estados Unidos de Norteamérica (si fuera un país, tendría acefalía desde que ganó el conservadurismo del Frente Amplio)- no se refirió a las bajezas del intendente para con los presidentes y expresidentes del país que más habitantes expulsados de esa intendencia tiene, habló su esposa, tampoco dijo nada serio. 

4) Lluvia militante. 


5) mmm...Ejército del Pueblo Paraguayo...mmm
Mezcla rara de penúltimo linyera y primero polizonte, es probable que acá se mezclen la tradición de los bandidos rural, más la narcoguerrilla colombiana y peruana como identidad marxista difusa y la instrumentación de la CIA (pero no de manera totalmente inconsciente o tonta, sino siguiendo, para simplificar, el modelo de la formación de la guerrilla cubana en México) y parte de la oligarquía (tampoco de manera involuntaria sino siguiendo, volviendo a simplificar mucho, la estrategia del Partido Comunista en la Argentina de mediados del siglo pasado hasta el retorno democrático. Que derivó en el apoyo a Videla pero también le puso en los 70 el ministro de economía a Cámpora y Perón). Más los negocios, obvio, variable inescindible de la estructura legal paraguaya desde la narcodictadura de Stroessner. Y hay algo de la politización (nefasta) de las favelas y sus líderes narcos del Brasil. En fin, cosas complejas. Demasiado. Y que huelen feo.

6) El retorno -a mi juicio, infértil intelectualmente, pero es una discusión demasiado técnica- del concepto Patria Grande tiene, también a mi modestísimo juicio (soy modesto como Pepe Mujica, ques e ahorró hasta la humildad) un gran ausente y es Manuel Ugarte. 
Que tenía como segundo nombre, esa consensualidad de los padres, Baldomero. Como otro gran ausente: Baldomero Fernández Moreno en la captación de la polea de transmisión entre la cultura rural y la urbana.  Si se me permite una inhumilde licencia poética, licencia más larga que la de Berni, de ahí, de ese poeta se me ocurrió que el campo no existe. 

7) Una mirada inteligente y opositora, generalmente antagonistas, de la calidad institucional.

8) Apuntes sobre el periodista militante Jorge Lanata

9) Acá encontré más sobre el EPP, éste video, si es auténtico, parece...mmm...mmm...Véanlo. 

10) Sobre el Cuervo Larroque, Gerardo Fernández. 

11) Desayunándome, a través de Manolo, de lo que le pasó al Ingeniero 

Los inundados, de Fernando Birri


viernes, abril 05, 2013

el Stand Up de la solidaridad y la conciencia

Un muchacho con cara de bueno y colegio católico de cuádruple turno, antes de hacer el show de la tele barata en Bendita TV, dice una chorrera de cosas solidarias, de esas que lavan las culpas cristianas de los egoístas sociales. Y agrega que mañana es el día mundial -esa cursilería de Palermo, mundializar giladas  por que en las revistas de vestidos y maquillajes dicen que también se hacen en Los Angeles, entonces, es mundial- del autismo. La biblia y el boludón. Todo con amor. Y PNT.
El show de la solidaridad es típico de la ciudad portuaria, donde se hace un culto del analfabetismo político ultrainformado de temas legislativos.
Pero ha llegado al colmo.
Es muuuuuuucho.
Tan tonto.

Hasta ahí nomás.

Mientras pagábamos 2.300 millones de deuda externa, le discutíamos cosas presupuestarias que sólo entiende un ñoqui de la Legistura a Macri y se morían de a docenas los más pobres por una tragedia que cae sobre la desigualdad social, hubo un toque de atención para los problemas de etcétera. Un poquito de humildad, que nunca, mirá quién te lo dice, viene mal. 
Hay muchos compatriotas que aún no han resuelto sus necesidades básicas. Las que no incluyen dentista ni desarrollo intelectual normal ni dietas y calorías, o sea nada, de un estilo de vida, digamos, con derechos humanos, para usar las categorías de moda. Hasta ahí nomás.

Efectos colaterales de la tragedia: los lugares comunes.


El peor analfabeto es el analfabeto político
Oye todo, habla mucho, participa de todos los acontecimientos políticos.
Sabe que el costo de la vida (y su medición estadística), el precio del poroto (de soja), del pan (y los subsidios a la harina), de la harina (que no paga IVA), del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. 
El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que ama la política. 
No sabe que de su abundancia política no nace la prostituta ni el menor abandonado ni el peor de todos los bandidos que es el político corrupto. 
El peor analfabeto político es el que antes de que termine de ocurrir una desgracia anda buscando el responsable político. 
Le gusta la política, más vale, como a cualquier comisario, que antes de que se cometa el delito ya sabe quién es el culpable