Como lo imposible le era ajeno, insistía en subirse a la ventana y saltar, hasta donde pudiera. Nunca pudo sentarse en ese plato de luz que lo miraba, al contrario, se llenó de golpes contra el tacho de la basura y la vereda, pero lo seguía intentando. Enfrente de la casa abandonada desde donde el gato saltaba, vivía un músico negro que componía jazz. Un día, mirándolo saltar noche tras noche, hizo la canción del gato que quería trepar a la luna.
La canción era, como el jazz, melancólica y fluida, con una cadencia misteriosa y algo inatrapable. Cada vez que veía al gato, por la noche, trepar a la ventana, el negro se ponía los anteojos de sol, sacaba la trompeta y tocaba, con su propia ventana abierta.
El gato se acostumbró a escuchar la trompeta, la misma canción, cada vez que miraba a ese redondo de luz y saltaba. Noche tras noche de luna, el gato saltaba intentando sentarse sobre la luna, mientras escuchaba la misma melodía.
El negro enfermó y murió.
Estuvo tres días encerrado en su habitación, solamente el gato sabía que había muerto, porque trepó por la ventana y se quedó al lado de la cama.
Al negro se lo llevó la municipalidad cuando el olor se volvió insoportable. No hubo velorio y lo enterraron en una fosa común. Nadie preguntó por él. El gato siguió, desde detrás y jadeando, la furgoneta municipal. Se quedó atrás, mirando cómo enterraban al negro.
Todos los días, el gato visita la tumba del negro, mira la luna parado ahí, en el cementerio. No sabe que es la misma luna, pero sabe que nunca la alcanzará. Ya no hay música. El gato nunca sintió que había perdido la luna, el gato sintió que había perdido la música. Fue el primer gato que aprendió filosofía.
Subcomandante Lucas: A seguir pisando juanetes, carajo! Y no se olvide del tema de la lechería!
ResponderBorrarLo felicito por su vuelta, es muy tranquilizadora. Habrá notado la cantidad de mensajes que dieron vueltas estos pocos días que el blog no existia. De hecho recién ahora, buscando cosas en AP ví que días anteriores había subido un comentario mío que había dejado en este blog, pero soy muy rústico para circular por los blogs y no lo había notado.
ResponderBorrarDe nuevo, gracias por su vuelta. Podría ser redireccionado el festejo del 25 de marzo como propone en su post anterior eh? podria ser che...
Saludos
Bienvenido Lucas,,, y gracias por este hermoso relato sobre el gato y la luna.
ResponderBorrarAmo los gatos, convivo con siete (y conste que no dije "tengo siete" porque nadie es dueño o posee a un gato).
Saludos desde la Patagonia
Hey Lucas, ayer cdo entré me asusté..dije este pibe que le pasó? pero hoy abrí porq sabía q no ibas a aguantar... de repente me imaginé.. q va a hacer si no escribe?? jaja ya sabia q ibas a volver.. che.. hablando de todo un pooco estamos armando un sitio de una organización social de Rosario es una biblioteca popular, linkealo q está bueno, no es porq lo haga yo...
ResponderBorrarhttp://www.labiblioteca.org.ar
ya te linkeamos ahi.. aprovechamos la nueva era lucas2.0 me gustó esa... ok chau.. en algún momento nos cruzaremos
PDF: y es verdad que los gatos no tienen dueño... cuando mucho se hacen amigos tuyos...
ResponderBorrarUsté se mandó una de márketin, a mí no me engaña... ;-)
ResponderBorrarMe olvidaba: cuando se pone en literato, me puede, qué quiere que le diga...
ResponderBorrarSaludos.
Bien Lucas, bueno el post, pero mejor que haya vuelto de donde, como Troilo, nunca se fue
ResponderBorrarMuy bueno Lucas, y yo justo subí el Mapa Gatero :P
ResponderBorrarEste es el LC que más me gusta de todos.
ResponderBorrarAAAAAh!!! Lucas, maravilloso, maravilloso, el gato filósofo, maravilloso.
ResponderBorrarEse gato es primo hermano de pancho ,mi gato que se cree perro.
ResponderBorrarLucas -como los gatos- siempre vuelve.¡Qué bueno!
ResponderBorrarRoberto, te recomendaba con una amiga, buena aunque porteña, cuyo esposo es dibujante. Igual, creo que tu talento es nada al lado de haber elegido tan bien: la genial Eva!
ResponderBorrarPaola, mañana lo miro. on las tres y media, todo lo que ahora diga puede ser usado en mi contra, como sabrás, je.
Guille, ya ajustaremos cuentas mascotiles.
Gracias, Colo, ¿cómo se guiña el ojo e un teclado?
Ana, bue, no sabía que algo te podía gustar, pero bueno, gracias.
Eduardo, siempre pensé que hay que tomar tu postura - la de la foto, en la vida.
marcos, compañero marcos, noté todo eso. gracias, de nuevo y de verdad.
Dotorrrrrr, jeje.El yeneral decía que nos e vuelve de un solo lugar (y no era la muerta)
Y bueno anahí, y bueno. Aveces soy lo que queda, nunca funcionó como estrategia de marketing.
A todos nos pasa, Carrasco, pura humanidad... (y no se tome tan a pecho las bromas que se me va a enfermar)
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