El Gobierno Nacional podría retroceder con las retenciones a la soja sin que signifique un golpe mortal al corazón del modelo (de hecho, la 125 lo estipulaba: baja de precios internacionales, baja de retenciones; y a la vez, subsidios a los empresarios que aún no lograron ser grandes: pero, se sabe; a la derecha no le gusta la institucionalidad, la hija de Cobos le pidió que vote en contra y bue...historia conocida). La breve historia democrática, a la vez, está plagada de agachadas diversas contra los aprietes de las corporaciones. El propio kirchnerismo tiene varias (aunque a mi criterio menos que el resto de los presidentes desde el retorno democrático); una que ahora quedó -por suerte- en el olvido: la prórroga de las licencias televisivas que, contra toda lógica institucional y legal, favorecía al Grupo Clarín. Esa decisión inconsulta y que sorprendió a muchos argentinos, no generó violencia; aunque Morales Solá crea que las decisiones de los gobiernos, cuando son inconsultas y sorpresivas generan violencia: los aumentos jubilatorios, de los varios antes de reforzar la institucionalidad con la ley de Movilidad, tampoco generaron violencia. Sigo: el riesgo de retroceder es el efecto Alfonsín: la pérdida del capital simbólico acumulado en los partidarios de este gobierno (sí, quizás el rabino facista se sorprenda; la tilinguería y los periodistas de medio pelo también; pero este gobierno tiene partidarios y, según todos los instrumentos de medición hasta hoy, los partidarios son mayoría, fijate). La pérdida de capital simbólico, en momentos donde la alianza entre el PS y el PC (Partido Sojero y Partido Campestre) pretende derribar la institucionalidad con tal de erigir un ya imposible modelo agroexportador de tipo progresista (progresista para el siglo diecinueve; para el siglo diecinueve antes de Cristo) podría, en suma, desncadenar un proceso irreversible de pérdida de capital político que termine precipitando la llegada (no por las urnas, claro) de las minorías que, encabezadas por Cobos, claman a gritos por la vuelta de la normalidad: el déficit fiscal y la inflación.
El gobierno nacional, en este marco, no puede herir de muerte las ilusiones de un proyecto nacional y popular, entrando en el festilindo de la irresponsabilidad por donde tan bien transita Claudio Lozano y companía. Por el contrario: la historia que el gobierno nacional intenta recoger, es el partido no de la interrupción institucional, sino de su continuidad: de las reglas procedimentales que permiten avances para los sectores populares, aún a costa de las más brutales reacciones, entre las cuales los desabastecedores se inscriben.
Una poderosa razón para no hacerle caso a los cantos de sirena de cogobernar con la oligarquía radican ahí: ese proceso, sería irreversible. Aunque también podría reencauzarse, una baja de las retenciones a la soja como pide la UCR (Unión Cívica Rentista) un argentinazo que inicie el camino hacia la revolución nacional maoísta, pero lo dudo. Lo más probable es que la oligarquía destruya el país, se enriquezca como con Duhalde, y se tome el buque (como Duhalde, como De la Rúa) y a otra cosa, mariposa. Todo esto mientras nadie hace nada con lo que está pasando, Susana. Y salís a la calle y te matan esos morochitos, y te vienen con elecciones: por favor, más que elecciones, Susana, necesitamos sangre!
Lucas.
ResponderBorrarCoincido en que la cesión del gobierno nacional, a cambio de nada, implicaría una pérdida de capital simbólico y político.
El juego de espejos de la Mesa de Enlace S.R.L. es la de hacerle creer al conjunto de la sociedad que la violenta puja por la no aprobación de la Res.125 sucedió hace 10 ó 15 años y que ya eso es asunto pasado o que nunca pasó.
Ellos ganaron. Muy bien, que sean buenos ganadores: ganar o ganar decía el desabastecedor. Ganaron, entonces las retenciones para soja y girasol quedan al 35%.
O como decía el General:" el que no tenga cabeza para prever, que tenga espaldas para aguantar".
El segundo plano de lectura de esta novela titulada "La mesa de enlace S.R.L. versus el resto del Mundo", es que la movida que intentan llevar a cabo es un golpe en dos etapas. El primero lo lograron con la no aprobación de la 125 (aunque resulte contrario a todo sentido común). El segundo, que es la cuestión de fondo, es lograr el esquema de retenciones CERO para los granos. Como en la época de Menem. Por eso digo que esto es un rebrote del menemismo.
Entre la primer y segunda movida se les vino abajo el precio internacional. Y ahí se les complicó todo. Lo que pudieron vender a U$d600/tn ahora lo venderían a U$d 340.
Y todavía les quedan 5 días de "paro" y ya están en el horno por querer voltear el modelo que les da de comer. El gobierno nacional tiene muchas barajas por jugar aún. Es un momentos de sintonía fina.
A no aflojar compañeros.
Lucas, genial prosa.
ResponderBorrar2 acotaciones que podría dejar pasar pero no. Si la renovación de licencias televisivas pasó al olvido, porque nos la tenía que recordar con la otra medida pro Grupo de permisión a la fusión de las empresas de cable.
¿En que irresponsabilidad transita hoy Claudito Lozano che? Me suena que hubo un aprendizaje con la historia ahí también. No dio el quorum. Dio el sí con la movilidad y otras leyes interesantes del kirchnerismo.
Que debería hacer? Sumarse al Pj?
Se que no hacen a la centralidad del texto, que sacando estos detalles es muy bueno.
Saludos
alfonsin, sisi, ese es el fantasma. El kirchnerismo se mira en el espejo de alfonsinismo, y no quiere agachadas, prefiere morir en el intento por asi , la historia, les reservara la mejora pagina en el progresismo, que quizas sea la pagina de la derrota, pero es la mejor pagina de la historia del pregresismo, como los 2 primeros años de alfonsin pero sin agachadas, hasta el final, hasta la historia, de lo epico. Eso y solo eso les hara conservar las mejores figuras del pregresismo en su bando, aunque no sean mayoria, aunque signifique derrota, algo quedara, y la mejor pagina, digo de nuevo, estara reservada al kirchnerismo como lo estuvo hasta ahora reservada a los dos primeros años de alfonsin
ResponderBorrarCata
Coincido en todo, también con los comentarios.
ResponderBorrarEn vez de seis meses de mierda, tendremos tres meses de la hostia (y a los hostiazos). La diferencia es que, de un lado, hay proyecto. Del otro... como decía el finado: del otro lado está la máquina de impedir.