Entrerrianías.

En Entre Ríos, el principal referente de la protesta sojera, cuando se sustentaba en un difuso reclamo por la “coparticipación” (un tema que es infinitamente más complejo que lo pretendido) y por “los pequeños y medianos productores” fue, no Alfredo De Angelli, sino Jorge Busti.
Esto es así porque De Angelli no puede ser visualizado, claramente, como quien pueda resolver los inexistentes problemas de los sojeros, sino que resulta una expresión de la antipolítica que es visualizada como rebeldía contra el poder central y unitario y contra los poderosos (pavada en la que caen sistemáticamente muchos progres: creer que Kirchner tiene poder y que, más aún, tanto es ese poder que es legítimo aliarse con Monsanto, o con Clarín, para combatirlo. Todo en nombre de la democracia, la república, las papas fritas con salmón y la libertad, además del sombrero naranja con el saco azul). Esa estrella de De Angelli se apaga porque, en principio, los que creen que existe un gran problema con la renta sojera no son los entrerrianos, donde si el kirchnerismo no gana pasa raspando, sino, esencialmente, los porteños. Esto lleva a que De Angelli se pasee por los canales de periodistas sordomudos y, a la vez, genere entre los entrerrianos de a pie un creciente rechazo. Algo de esto es lo que le pasó a la ex Lilita. Cuando era chaqueña, la Doctora Carrió no sacaba ni el 10% de los votos; de modo que en el 2005, pegó un brusco giro a la derecha y se mudó electoralmente a la Capital Federal. De Angelli debería hacer lo mismo, con una diferencia: el cinismo que comparten justamente los diferencian. Porque el cinismo demanda inteligencia y fundamentalmente formación política. Así que el bruto empresario entrerriano tiene más chances de terminar como Blumberg que como la ex chaqueña. Bien pensado, peor que Blumberg, porque éste porta un legítimo dolor, y el sojero entrerriano porta (aunque no muestre) un legítimo reclamo de aumentar la rentabilidad, pero que, puesto en la mesa y blanqueado, muuuuucha adhesión no puede lograr, no? Cualquier pase de De Angelli a la política democrática y de respeto institucional, haría que su propia base amplia lo rechace. El hombre que, como Roberto Carlos, quiere tener un millón de amigos (recordemos que confesó que no labura: vive de los amigos. Pregunta, de paso: ¿ese tipo de ingresos es todo en negro, no? Tanto quilombo con los impuestos entonces!!) nunca pasó de ser considerado un gauchito gil, cuando hábilmente esconde las barajas de una vida millonaria arrendando las tierras de Yabrán o, ahora, como empleado en negro de sus “amigos”, esos que le prestan aviones privados. Otra coincidencia, además, con la ex chaqueña: ésa que tiene amigos en Punta del Este que le prestan casas por meses enteros…Qué bien paga, pienso ahora, la ética republicana. La oposición en Entre Ríos cometió un grave error: a diferencia de De La Rúa, prosiguieron haciendo daño durante cuatro años. Difícilmente puedan, entonces, lograr desde clivajes propios una buena elección. Montados en la carreta de Monsanto, quizás mejoren su performance, podrían, incluso, ganar estas legislativas, pero de ahí a gobernar en dos años falta mucho. Busti les daba sustento real. La Sociedad Rural y las tramas de las multinacionales sojeras que financian los medios de comunicación en esta zona (algo inevitable, dado que o los financia la soja o los financia el estado o, como los diarios de la Sociedad Rural, los financian los dos: no hay más opciones, obvio) no garantizan más que una buena imagen; algo tan nebuloso y efímero como una plataforma del ARI o una personería jurídica de un partido de Lozano. Las encuestas marcan que De Angelli cae en desgracia. Coincidentemente, Busti, descubre que esos muchachos representan el antiperonismo. De Angelli apreta a la mujer de Busti para que baje al recinto a votar el mamarracho del socialismo, el radicalismo, el facismo y los peronistas iraníes (digo, disidentes) y entonces, bueno, se dan las condiciones para que Busti, queriendo además minimizar una reunión de peronistas de derecha antikichneristas en Gualeguaychú, convoca a una conferencia de prensa para tirarle con todo a de Angelli, que le responde, y a partir de mañana, buena parte de la dirigencia entrerriana saldrá a matarlo a De Angelli y la oposición a no defenderlo. Curioso, en relación a hace un año atrás, cuando Busti se subía al palco de la Mesa de Enlace detrás de un cartel que preguntaba por dónde andaba Urribarri. Simultáneo a esto, el ex candidato de Busti, el Senador Reutemaaaaan, está en el medio de la interna de su partido en Santa Fe. El Presidente le responde, el vice es de Rossi (en un acuerdo que viene de mediados del año pasado; cuando Rossi estaba más débil) y justamente el vice pide internas. Por una razón muy simple: busca, Rossi, que ninguno de los dos use la sigla del PJ, para de este modo, presentar el Frente para la Victoria (con Rossi y Bielsa) y el Frente Santa Fe Federal (con Reutemaaaaan y el PS: Partido Sojero). En este escenario, el del tan (ex) querido tres tristes tercios, Binner lleva todas las de perder porque su sobreactuación derechista va contra su currículum (quiero decir, Retemaaaan fue más propagandista de la dictadura, junto con Palito Ortega que Binner, aunque éste último recoja a todos los partidos golpistas dentro de su Frente Progresista). Reutemaaan podría afanarle la tupida derecha clerical santafesina, la genuina sojera o una parte(recordemos que la Negra Alarcón de Pampa Sur, actual funcionaria estrella de Binner, es originariamente reutemaaaaaaanista) y sumar algo de nostalgia menemista que perdura (con actualización doctrinaria reutemaaaanista). Binner, de este modo, quedaría con la derecha antiperonista, un sector del progresismo rosarino y el aparato del estado (con perdón de la palabra, claro) a través del clientelismo republicano de Franja Morada. A Rossi, le queda la menor parte: el peronismo de izquierda, la duda de Obeid, parte del progresismo y el aparato del estado nacional. Los que a Reutemaaaan descartan esta temible pesadilla: al simpático Lole le gusta quedarse con plata, más no largarla. Cualquier variante de estos Tres Tristes Tercios desarma el relato opositor, Susana, sea porque la República de Carrió pierde en Tierra del Fuego y Santa Fe, sea porque la Gran Esperanza Parca (Wainfield dixit) vuelve a naufragar, sea porque Rossi pegue el batacazo o tercie con una buena cifra. En fin, me voy a dormir, aunque sigo atento, ojo, al Tema de la lechería.