lunes, marzo 16, 2009

Sudamérica 1

Sudamérica, en el mundo, no juega a nada. Y sin embargo, aunque el pronóstico esté tenido de deseos y condicionalidades, no se me ocurre otro lugar para vivir y tener esperanzas. Estados Unidos, no, no es ese lugar: más no sólo por lo que no cambiará, el espíritu imperial de un pueblo que toma con completa naturalidad el hecho de que su país, su estado, es criminal como quizás, en proporciones correctas, no lo haya sido ningún imperio del mundo. Cierto que no existían las posibilidades técnicas para matar y causar más daño que los Estados Unidos, ni Hitler tuvo esas posibilidades, los estadounidenses, sí. Por eso, Irán podría –como dice la última tapa de la revista Barcelona- denunciar que “Estados Unidos estaría fabricando una bomba nuclear” y que, como mucho, nos riamos. Los Estados Unidos. No Bush, los estadounidenses, ese pueblo de a ratos genial, siempre, casi siempre, brutal y criminal. No quisiera vivir ahí. No quisiera, tampoco, vivir en China, en una dictadura de mercado. No me parece que en India se disfrute esta libertad, estas posibilidades de elegir culturas, este modo, a veces desesperado, de protestar contra el racismo y el clasismo de nuestro país, tan sudamericano, a pesar de que, hoy, es escrito (o gritado por movileros de radio) por porteños. Y Europa es la ausencia de memoria, es el correcto y educado inglés que en el fondo de la casa tiene esclavos y no le importa, disfruta de su mucama las porquerías que no hace con su esposa, tan correcto ese británico. Europa es patética. Ahí se miden los términos derecha o izquierda: eso sí, son todos de derecha: vaya uno a encontrar entre laboristas y conservadores, una notoria diferencia, y después, que venga acá a discutir con los infantes del pinosolanismo sobre si Kirchner es la continuidad de Menem, mirálos a los socialistas obreros de España, por dios. París, cuando se amanece incendiada, no deja, qué ironía, de brillar. Una parte. No, la única posibilidad está en Sudamérica. Dale vueltas al asunto y no. África es un agujero criminal, donde, paradójicamente, lo mejor que les pueda suceder es que siga avanzando China, es así de macabro; pero la buena de Francia, la educada Inglaterra, la perdida Portugal, la brutal teocracia yanqui, sólo pueden hacer cagadas en Africa. La razón, en África, se convirtió, en una pesadilla. Y nadie persigue a los inmigrantes indeseables; esa resaca colonial europea, en Africa. Las nobles camarillas negras, oprimiendo otras etnias, escapa, lo juro, a mi comprensión. No somos, ojo, los sudamericanos, culpables de la decadencia africana, ni la de medio oriente: el imperialismo europeo, el masacrador que es responsable claro de la matanza de palestinos, de la matanza de africanos, olvida, olvida todo. En cada soldadito que Europa despliega por el mundo hay más olvido que cualquier negacionismo iraní.Sufre una amnesia muy culta y exacta, muy deleznable. Lo están aprendiendo en los Estados Unidos. Es quizás la mejor tradición europea que queda viva en los Estados Unidos. El método. Fue Bush. Fue Hitler, fue Mussolini, fue Franco, nosotros, dice la señora, endeudada de consumismo gracias a la sangre árabe, nosotros, dice la señora yanqui en la cola de Walt Mart, nosotros no fuimos. Estados Unidos no torturará más. Qué belleza, qué pueblo, increíble: la próxima vez, cuando voten una administración del Pentágono que decida si tortura o no a quienes no pueden elegir ni votar a sus torturadores, la próxima vez, tendrán más refinado ese sexto sentido, tan posmoderno, tan propio del primer mundo: el sentido del olvido, el refinado gusto por el olvido. Solamente por esto, quiero dejar mi corazón en Sudamérica.

3 comentarios:

  1. Viví en varios países, y España es lejos el mejor lugar en el que he estado.
    Mi ranking
    1- España
    2- Australia
    3- Argentina
    4- Brasil
    5- México

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  2. Panchuke, falta la lista de los que se quedaron afuera de tu ranking!

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