Ayer, la edición del diario del radicalismo, Perfil, y del diario del PRO, Clarín, se encargaron de resaltar que en las zonas más ricas del país, el peronismo en la modalidad kirchnerista, anda en porcentajes de votos muy bajos.
Todo indica que esto es así. (Aunque, en el caso del diario del PRO, claramente hablan de "encuestadoras que RESPONDEN al oficialismo y consultoras que COLABORAN con la oposición"; pero eso responde a sus construcciones ideológicas sobredeterminadas de errores conceptuales, que colaboran para que digan bolazos). No como dice Mangame el Flit, que ya llega al límite de los payasesco; y de hecho, todavía esperamos la segunda vuelta de Macri y Telerman y la de Cristina y Carrió.
El dato más importante, sin embargo, es minimizado: el kirchnerismo seguirá siendo la primer minoría.
Con un 35%; 25 % para el radicalismo alquilado a los sojeros, y 15% para el peronismo de derecha. El de la efedrina. Según datos de Artemio López. El otro 25% restante se divide en varias fuerzas, dónde se destaca la elección que pueda hacer Reutemaaaaan; el hombre del Verbo (sin predicado).
Es curioso cómo, sin embargo, se minimiza lo que sucede en Misiones, otrora punto de partida del fin del kirchnerismo y no se qué bolazos más.
Ni hablar de Entre Ríos, dónde el diario de la Sociedad Rural, todos los días publica que el kirchnerismo gobierna en Júpiter y acá no hay candidatos kirchneristas.
¿Y Catamarca, la bella Catamarca? Nada. Por las dudas. Incluso Mendoza, donde por razones éticas Julio Cobos no iba a hacer campaña, y ahora hace campaña por las mismas razones éticas: las que le marcan las encuestas.
Mangame el Flit, las consultora de la etica; etílica.
Por cierto, la gran derrota que recibirá el kirchnerismo en distritos grandes (pero rubios; papi, porque La Matanza sigue siendo grande, Tucumán, ni te digo, Entre Ríos es apenas un poquito menos que Mendoza; y en Córdoba, la esperanza Cavallista está haciendo un papelón electoral) puede cotejarse con los números electorales de las legislativas del 2005; donde el actual oficialismo obtuvo en los totales nacionales un 38%; O puede cotejarse con los resultados electorales de las presidenciales, donde el kirchnerismo sacó más; porque hasta Lagente -ni que hablar la negrada- tenía que elegir entre un gobierno de Cristina Kirchner y un gobierno de Lavagna con Morales (y Alfonsín y Duhalde escondidos en las trastienda: Alfonsín todavía no era santa, y su socio, Duhalde, todavía no era garante del consenso) o un gobierno de Carrió con Giustiniani.
Pero en todos los sentidos, es interesante, analizar la ordenación partidaria, que se anticipó en el 2005 a las presidenciales de dos años después.
El duhaldismo se alió al alfonsinismo y sacaron el 20% con Lavagna, cuando era un ídolo de las instituciones.
Carrió, aliada con los socialistas, sacó un 20%.
El peronismo de derecha, sacó un 10%.
El partido vecinal porteño, con la plata de la Federación Agraria, sacó un 6% con Pino Solanas (tremenda la descripción del votante de Pino, en UDP) de candidato (que ahora dice que Kirchner les hizo creer a la gilada que este es un gobierno de izquierda: Pino, tus militantes, después, piden que se los trate como compañeros, extraviados, pero compañeros; algo imposible si vos llamás gilada a los que no apoyamos tu cruzada municipalista; donde proponés "nacionalziar los recursos naturales" para "profundizar la autonomía porteña"; eso, hasta donde yo sabía, era la plataforma del conservadurismo porteño).
Ese ordenamiento partidario, a grandes rasgos, sigue intacto.
Con pérdida de votos del kirchnerismo y sumas del peronismo de derecha y del proto radicalismo. Pero no sumas muy significativas; porque no lograron capitalizar la pérdida de votos oficialistas. Estos, sin embargo, se desperdigaron; tras los profundos replanteos ideológicos de algunos peronistas, muy destacados por su coherencia ideológica. Justo, estos replanteos, coincidían con la baja de la buena imagen del oficialismo. Pero, bueno, así es la política. Y así será; acá y en la China (bue, en la China medio que no...) De cualquier modo, la ideología, la cultura política, tiene un peso no menor. Y sirve como variable de análisis: por eso, hoy, la disputa se da dentro del inmenso conglomerado denominado peronismo. Y dentro de un conglomorado aún más grande sobre qué es el peronismo.
Hay un 25% de distintos partidos, en el total nacional (de acuerdo a lo que marcan las encuestas más serias) que es, en todo caso, la clave. O dicho de otro modo: solamente las fuerzas nacionales con capacidad de terciar en las disputas locales, tienen posibilidad de recoger parte de esos votos.
Y cuando se afina la mira sobre el porcentaje restante, de partidos provinciales; se entiende que el clivaje de partición que seguramente se impondrá en el 2011; divide casi en partes iguales las ganacias hacia el radicalismo y hacia el kirchnerismo.
Pero, el estatuto de gobernabilidad que posee el macrismo, lo posiciona como más confiable de cara a un balotage (recuerden que esa fue el aura que le hizo ganar la interna a Graciela Fernández Meijide a Fernando De La Rúa).
O sea que, si las dos formaciones de centroderecha se alían, vencen en el 2011, siempre y cuando vuelquen en su favor a los peronistas no alineados, pero tampoco encapsulados en el PRO.
Con lo cual, y dejando de lado otros factores (no menores, como la crisis internacional y lo que suceda en sudamérica; principalmente tras el giro a la derecha de muchos vecinos; esperable en pocos años); se puede llegar a la conclusión que es posible un lijamiento de las aristas más corrosivas para el empresariado; y para Lagente, en el próximo gobierno.
Más moderación, más corrido al centro; que todos sabemos, queda a la derecha.
Solo resta saber cuánto, con quiénes, en qué medida, y si entiende esto la derecha económica y la derecha política, que suelen ser bastante obstusos y apelar a la desesperación y las rupturas institucionales.
Todo indica que esto es así. (Aunque, en el caso del diario del PRO, claramente hablan de "encuestadoras que RESPONDEN al oficialismo y consultoras que COLABORAN con la oposición"; pero eso responde a sus construcciones ideológicas sobredeterminadas de errores conceptuales, que colaboran para que digan bolazos). No como dice Mangame el Flit, que ya llega al límite de los payasesco; y de hecho, todavía esperamos la segunda vuelta de Macri y Telerman y la de Cristina y Carrió.
El dato más importante, sin embargo, es minimizado: el kirchnerismo seguirá siendo la primer minoría.
Con un 35%; 25 % para el radicalismo alquilado a los sojeros, y 15% para el peronismo de derecha. El de la efedrina. Según datos de Artemio López. El otro 25% restante se divide en varias fuerzas, dónde se destaca la elección que pueda hacer Reutemaaaaan; el hombre del Verbo (sin predicado).
Es curioso cómo, sin embargo, se minimiza lo que sucede en Misiones, otrora punto de partida del fin del kirchnerismo y no se qué bolazos más.
Ni hablar de Entre Ríos, dónde el diario de la Sociedad Rural, todos los días publica que el kirchnerismo gobierna en Júpiter y acá no hay candidatos kirchneristas.
¿Y Catamarca, la bella Catamarca? Nada. Por las dudas. Incluso Mendoza, donde por razones éticas Julio Cobos no iba a hacer campaña, y ahora hace campaña por las mismas razones éticas: las que le marcan las encuestas.
Mangame el Flit, las consultora de la etica; etílica.
Por cierto, la gran derrota que recibirá el kirchnerismo en distritos grandes (pero rubios; papi, porque La Matanza sigue siendo grande, Tucumán, ni te digo, Entre Ríos es apenas un poquito menos que Mendoza; y en Córdoba, la esperanza Cavallista está haciendo un papelón electoral) puede cotejarse con los números electorales de las legislativas del 2005; donde el actual oficialismo obtuvo en los totales nacionales un 38%; O puede cotejarse con los resultados electorales de las presidenciales, donde el kirchnerismo sacó más; porque hasta Lagente -ni que hablar la negrada- tenía que elegir entre un gobierno de Cristina Kirchner y un gobierno de Lavagna con Morales (y Alfonsín y Duhalde escondidos en las trastienda: Alfonsín todavía no era santa, y su socio, Duhalde, todavía no era garante del consenso) o un gobierno de Carrió con Giustiniani.
Pero en todos los sentidos, es interesante, analizar la ordenación partidaria, que se anticipó en el 2005 a las presidenciales de dos años después.
El duhaldismo se alió al alfonsinismo y sacaron el 20% con Lavagna, cuando era un ídolo de las instituciones.
Carrió, aliada con los socialistas, sacó un 20%.
El peronismo de derecha, sacó un 10%.
El partido vecinal porteño, con la plata de la Federación Agraria, sacó un 6% con Pino Solanas (tremenda la descripción del votante de Pino, en UDP) de candidato (que ahora dice que Kirchner les hizo creer a la gilada que este es un gobierno de izquierda: Pino, tus militantes, después, piden que se los trate como compañeros, extraviados, pero compañeros; algo imposible si vos llamás gilada a los que no apoyamos tu cruzada municipalista; donde proponés "nacionalziar los recursos naturales" para "profundizar la autonomía porteña"; eso, hasta donde yo sabía, era la plataforma del conservadurismo porteño).
Ese ordenamiento partidario, a grandes rasgos, sigue intacto.
Con pérdida de votos del kirchnerismo y sumas del peronismo de derecha y del proto radicalismo. Pero no sumas muy significativas; porque no lograron capitalizar la pérdida de votos oficialistas. Estos, sin embargo, se desperdigaron; tras los profundos replanteos ideológicos de algunos peronistas, muy destacados por su coherencia ideológica. Justo, estos replanteos, coincidían con la baja de la buena imagen del oficialismo. Pero, bueno, así es la política. Y así será; acá y en la China (bue, en la China medio que no...) De cualquier modo, la ideología, la cultura política, tiene un peso no menor. Y sirve como variable de análisis: por eso, hoy, la disputa se da dentro del inmenso conglomerado denominado peronismo. Y dentro de un conglomorado aún más grande sobre qué es el peronismo.
Hay un 25% de distintos partidos, en el total nacional (de acuerdo a lo que marcan las encuestas más serias) que es, en todo caso, la clave. O dicho de otro modo: solamente las fuerzas nacionales con capacidad de terciar en las disputas locales, tienen posibilidad de recoger parte de esos votos.
Y cuando se afina la mira sobre el porcentaje restante, de partidos provinciales; se entiende que el clivaje de partición que seguramente se impondrá en el 2011; divide casi en partes iguales las ganacias hacia el radicalismo y hacia el kirchnerismo.
Pero, el estatuto de gobernabilidad que posee el macrismo, lo posiciona como más confiable de cara a un balotage (recuerden que esa fue el aura que le hizo ganar la interna a Graciela Fernández Meijide a Fernando De La Rúa).
O sea que, si las dos formaciones de centroderecha se alían, vencen en el 2011, siempre y cuando vuelquen en su favor a los peronistas no alineados, pero tampoco encapsulados en el PRO.
Con lo cual, y dejando de lado otros factores (no menores, como la crisis internacional y lo que suceda en sudamérica; principalmente tras el giro a la derecha de muchos vecinos; esperable en pocos años); se puede llegar a la conclusión que es posible un lijamiento de las aristas más corrosivas para el empresariado; y para Lagente, en el próximo gobierno.
Más moderación, más corrido al centro; que todos sabemos, queda a la derecha.
Solo resta saber cuánto, con quiénes, en qué medida, y si entiende esto la derecha económica y la derecha política, que suelen ser bastante obstusos y apelar a la desesperación y las rupturas institucionales.
Plan A: Scioli pte. y Nestor gobernador (protagonismo K en el esquema)
ResponderBorrarPlan B: Scioli pte. y Massita gobernador (protagonismo relativo con futuro abierto)
Plan C: Reuteman pte. y Scioli gobernador (presencia en declive y a los botes)
Plan D. Cobos pte, Scioli gobernador y Nestor jefe de la oposición.
Cual es la que más le gusta?
Saludos
Plan E: La Cámara Federal no avala las impugnaciones por no haber nacido en la Argentina.
ResponderBorrarCerrado balotage entre Francisco de Narvaez y Evo Morales.
Y Gana Evo.
De donde sacaste que Pino o sus militantes piden ser tratados como compañeros extraviados...Ellos consideran giles extraviados a los que creen que los K son de izquierda, los pingüinos son políticos profesionales y, por lo tanto, carentes de ideología.
ResponderBorrar¡Venía bien la cosa hasta semejante resbalón!!!
Tampoco se puede decir que la Federación Agraria puso plata en el Partido de Claudio Lozano “Buenos Aires para Todos”, (a esa campaña la apoyó ATE) y solo hay un rumor de que Bussi aportó en Rosario al PSA, ¡UN RUMOR! Pero no sería para rasgarse las vestiduras tampoco, peor es ponerlo a Urquia de Senador y encima que te vote en contra como tantos otros ¿NO?
Suerte muchacho!