Si el peronismo alineado con el kirchnerismo triunfase en las próximas elecciones en la provincia de Jujuy, el duro golpe para el presidente de la unión cívica radical, reposicionaría el rol de esa ONG al interior del conglomerado denominado Acuerdo Cívico y Social, donde nadie se pone de acuerdo.
Pero, como la ex Chaqueña seguramente no podrá mostrar un triunfo en el electorado donde predomina la centroderecha, esto es, la Capital Federal, menos aún en la provincia de Buenos Aires con Ricardo, EL HIJO DE, la reorganización al interior de esta Alianza, con perdón de la palabra, sería seguramente en los mismos términos que el resto de las fuerzas políticas, a excepción (y hasta ahí nomás) del kirchnerismo: una provincialización; sin opción nacional contenida, sino y probablemente articulada de modo más o menos forzozo desde cada provincia.
Pero, las gravedad en el caso del Acuerdo Cívico, está dada porque todo indica que serán, en porcentaje de votos, la segunda fuerza nacional. Y en porcentaje de bancas, la segunda minoría.
Por esto es que, los movimientos al interior de esta estructura repercuten en la organización de fuerzas de cara al 2011.
En ese sentido, un eventual triunfo de Morales (poco probable, de acuerdo a las encuestas: pero también hay que mirar qué pasa con la disidencia peronista provincial, la clave para restarle votos al oficialismo) operaría en sentido contrario: reposicionando, ya sin discusión posible, a la UCR como cabeza de la Alianza, con poder definitivo para vetar o proponer formaciones y listas en los distritos donde no tiene cabida, o sea, donde gobierna o donde puede ganar.
Pero, como la ex Chaqueña seguramente no podrá mostrar un triunfo en el electorado donde predomina la centroderecha, esto es, la Capital Federal, menos aún en la provincia de Buenos Aires con Ricardo, EL HIJO DE, la reorganización al interior de esta Alianza, con perdón de la palabra, sería seguramente en los mismos términos que el resto de las fuerzas políticas, a excepción (y hasta ahí nomás) del kirchnerismo: una provincialización; sin opción nacional contenida, sino y probablemente articulada de modo más o menos forzozo desde cada provincia.
Pero, las gravedad en el caso del Acuerdo Cívico, está dada porque todo indica que serán, en porcentaje de votos, la segunda fuerza nacional. Y en porcentaje de bancas, la segunda minoría.
Por esto es que, los movimientos al interior de esta estructura repercuten en la organización de fuerzas de cara al 2011.
En ese sentido, un eventual triunfo de Morales (poco probable, de acuerdo a las encuestas: pero también hay que mirar qué pasa con la disidencia peronista provincial, la clave para restarle votos al oficialismo) operaría en sentido contrario: reposicionando, ya sin discusión posible, a la UCR como cabeza de la Alianza, con poder definitivo para vetar o proponer formaciones y listas en los distritos donde no tiene cabida, o sea, donde gobierna o donde puede ganar.
las recorridas de Carrió y Morales por distintos distritos, muestran, en cambio, que ambos esperan perder en sus distritos, y paradójicamente, donde podría llegar a ganar y pegar un batacazo, como en el Chaco, ambas figuras son muy resistidas. Morales por la rivalidad interna de la UCR que predomina en esa provincia, y Carrió porque jamás saco votos en el distrito donde tiene pasado y la conocen demasiado, para su gusto.
Muy interesante Lucas.
ResponderBorrarEl candidato de ese espacio será Binner. Pero como en 2011 nos toca un giro a la derecha quizás sea para el 2015.
ResponderBorrarGracias, Eva.
ResponderBorrarU, tené en cuenta que si Binner pierde las próximas elecciones, queda en pelotas, eh!
Si gana, es él el ganador, pero si pierde Morales y Carrió no se van a hacer cargo, ni menos todavía Cobos.
Gracias, Eva.
ResponderBorrarU, tené en cuenta que si Binner pierde las próximas elecciones, queda en pelotas, eh!
Si gana, es él el ganador, pero si pierde Morales y Carrió no se van a hacer cargo, ni menos todavía Cobos.