Los “Cualquiera” de nuestros “macarras de la moral”.
Por Sergio Abelardo Delcanto
DNI: 12.809.788
Gualeguaychú – E. Ríos
Integrante de “Militancia Peronista”
Ex – Secretario de Gobierno Municipal (2003–2007)
Ex – Pte. del H. Concejo Deliberante (1999–2003)
Ex – Pte. B. Concejales Peronistas (1995–1999)
Lamentable.
Solo la genialidad de Serrat pudo predecir y cantar “Los macarras de la moral” para el mundo y hoy, ayudarnos a descubrirlos en nuestra tierra.
“A cualquiera” gritan y se desgañitan nuestros “macarras de la moral” y cuando más alto es el chillido más se empequeñecen. Juegan a crecer en la oportunidad sin entender que el oportunismo es el techo y encierro final de los tramposos.
Claman libertad falseando verdades y negando obras, exigen vida republicana violentando leyes, anuncian esperanzas tumbando sueños. Y Serrat los pinta:
“Anunciando Apocalipsis
van de salvadores
y si les dejas te pierdes
infaliblemente.
Manipulan nuestros sueños
y nuestros temores,
sabedores de que el miedo
nunca es inocente.”
No les importa si existen pasados de frustraciones, conductas aborrecidas, acciones escandalosas. La ética republicana les inunda la voz pero se les evapora en el abrazo a confesos “menemistas” con jubilaciones de privilegio y fortunas de dudosa procedencia, y a soldados “montielistas” que ya sufrimos los entrerrianos. Nada les importa, solo destruir. Nada proponen, únicamente ordenan. Muchos, a nada se postulan, apenas odian. Por esto Serrat les dedica:
“Hay que seguirles a ciegas
y serles devoto.
Creerles a pies juntillas
y darles la razón
que: "El que no se quede quieton
o sale en la foto..."
"Quien se sale del rebaño,
destierro y excomunión".
Las palabras Patria y Pueblo les brotan como hojas de la piel, pero cuando la Patria se desplomaba y el Pueblo se desesperaba, solo pensaron en salvar el cuero propio, sus voces callaron, o simularon preocupaciones para esconder incapacidades y barrieron bajo la alfombra de la crisis la impudicia de sus mediocridades.
Hoy, ante un Proyecto del pensamiento nacional y popular que encabeza el Peronismo desde el Gobierno Nacional, al que no se le reconoce nada a pesar de lo mucho que ha hecho, ni siquiera la exigida virtud de tener una sola cara y convicciones dichas, se alzan y ordenan: “A cualquiera, menos al Peronismo”. Entonces Serrat los descubre:
“Sin prisa pero sin pausa,
esos carcamanes
organizan sus cruzadas
contra el hombre libre
más o menos responsable
de todos los males
porque piensan por su cuenta.
Sueñan y lo dicen”.
El resentimiento y temor por quedarse cada vez más solos, la dulce y fatal ceguera del falso endiosamiento, la embriagadora sensación de sentirse reconocido alguna vez, les hacen de combustible a nuestros “macarras de la moral” para combatir a un Gobierno Nacional que desde el arribo democrático, es quien más seriamente se esmera por construir una Nación Libre, Justa y Soberana. Con aciertos y desaciertos, intenta y no se doblega. No falsea en su discurso ni traiciona la historia del Peronismo. No se esconde ante los problemas ni lo asustan los poderosos. Intenta y hace, aunque yerre, porque el error parido por la mejor intención es la antesala del acierto.
Nada detiene a “nuestros macarras”, tienen sus propios “vientos de cola”: los pulpos económicos de los medios de comunicación nacional les alfombran las voces, los avaros despojados de riquezas mal habidas les abren las canillas, los condenados por crímenes atroces los festejan con lluvias de correos electrónicos, los gigantescos sojeros les prometen pampas de trigo y miel, y los despiadados prestamistas internacionales de créditos heridos por la ausencia de endeudamiento les prometen lluvias de inversiones. Apuestan al servilismo añorando placeres individuales. Quieren volver a “tener la vaca atada”. Pero Serrat los sentencia:
“Si no fueran tan temibles
nos darían risa.
Si no fueran tan dañinos
nos darían lástima.
Porque como los fantasmas,
sin pausa y sin prisa,
no son nada si les quitas
la sábana”
“A cualquiera… Voten por cualquiera menos por los candidatos del Gobierno Nacional” repiten nuestros “macarras de la moral”. “Por otro modelo” agitan, cuando saben y ocultan que fueron los otros y anteriores “modelos” los que habían sepultado nuestros sueños individuales y nuestro destino como Nación. Engañan, como el tero en el grito, que finge cuidar las crías cuando a los huevos los tiene escondidos en otro campo.
Y lamentamos, profunda y sinceramente pedimos disculpas, porque algunas de estas voces provengan de estas latitudes entrerrianas.
Por Sergio Abelardo Delcanto
DNI: 12.809.788
Gualeguaychú – E. Ríos
Integrante de “Militancia Peronista”
Ex – Secretario de Gobierno Municipal (2003–2007)
Ex – Pte. del H. Concejo Deliberante (1999–2003)
Ex – Pte. B. Concejales Peronistas (1995–1999)
Lamentable.
Solo la genialidad de Serrat pudo predecir y cantar “Los macarras de la moral” para el mundo y hoy, ayudarnos a descubrirlos en nuestra tierra.
“A cualquiera” gritan y se desgañitan nuestros “macarras de la moral” y cuando más alto es el chillido más se empequeñecen. Juegan a crecer en la oportunidad sin entender que el oportunismo es el techo y encierro final de los tramposos.
Claman libertad falseando verdades y negando obras, exigen vida republicana violentando leyes, anuncian esperanzas tumbando sueños. Y Serrat los pinta:
“Anunciando Apocalipsis
van de salvadores
y si les dejas te pierdes
infaliblemente.
Manipulan nuestros sueños
y nuestros temores,
sabedores de que el miedo
nunca es inocente.”
No les importa si existen pasados de frustraciones, conductas aborrecidas, acciones escandalosas. La ética republicana les inunda la voz pero se les evapora en el abrazo a confesos “menemistas” con jubilaciones de privilegio y fortunas de dudosa procedencia, y a soldados “montielistas” que ya sufrimos los entrerrianos. Nada les importa, solo destruir. Nada proponen, únicamente ordenan. Muchos, a nada se postulan, apenas odian. Por esto Serrat les dedica:
“Hay que seguirles a ciegas
y serles devoto.
Creerles a pies juntillas
y darles la razón
que: "El que no se quede quieton
o sale en la foto..."
"Quien se sale del rebaño,
destierro y excomunión".
Las palabras Patria y Pueblo les brotan como hojas de la piel, pero cuando la Patria se desplomaba y el Pueblo se desesperaba, solo pensaron en salvar el cuero propio, sus voces callaron, o simularon preocupaciones para esconder incapacidades y barrieron bajo la alfombra de la crisis la impudicia de sus mediocridades.
Hoy, ante un Proyecto del pensamiento nacional y popular que encabeza el Peronismo desde el Gobierno Nacional, al que no se le reconoce nada a pesar de lo mucho que ha hecho, ni siquiera la exigida virtud de tener una sola cara y convicciones dichas, se alzan y ordenan: “A cualquiera, menos al Peronismo”. Entonces Serrat los descubre:
“Sin prisa pero sin pausa,
esos carcamanes
organizan sus cruzadas
contra el hombre libre
más o menos responsable
de todos los males
porque piensan por su cuenta.
Sueñan y lo dicen”.
El resentimiento y temor por quedarse cada vez más solos, la dulce y fatal ceguera del falso endiosamiento, la embriagadora sensación de sentirse reconocido alguna vez, les hacen de combustible a nuestros “macarras de la moral” para combatir a un Gobierno Nacional que desde el arribo democrático, es quien más seriamente se esmera por construir una Nación Libre, Justa y Soberana. Con aciertos y desaciertos, intenta y no se doblega. No falsea en su discurso ni traiciona la historia del Peronismo. No se esconde ante los problemas ni lo asustan los poderosos. Intenta y hace, aunque yerre, porque el error parido por la mejor intención es la antesala del acierto.
Nada detiene a “nuestros macarras”, tienen sus propios “vientos de cola”: los pulpos económicos de los medios de comunicación nacional les alfombran las voces, los avaros despojados de riquezas mal habidas les abren las canillas, los condenados por crímenes atroces los festejan con lluvias de correos electrónicos, los gigantescos sojeros les prometen pampas de trigo y miel, y los despiadados prestamistas internacionales de créditos heridos por la ausencia de endeudamiento les prometen lluvias de inversiones. Apuestan al servilismo añorando placeres individuales. Quieren volver a “tener la vaca atada”. Pero Serrat los sentencia:
“Si no fueran tan temibles
nos darían risa.
Si no fueran tan dañinos
nos darían lástima.
Porque como los fantasmas,
sin pausa y sin prisa,
no son nada si les quitas
la sábana”
“A cualquiera… Voten por cualquiera menos por los candidatos del Gobierno Nacional” repiten nuestros “macarras de la moral”. “Por otro modelo” agitan, cuando saben y ocultan que fueron los otros y anteriores “modelos” los que habían sepultado nuestros sueños individuales y nuestro destino como Nación. Engañan, como el tero en el grito, que finge cuidar las crías cuando a los huevos los tiene escondidos en otro campo.
Y lamentamos, profunda y sinceramente pedimos disculpas, porque algunas de estas voces provengan de estas latitudes entrerrianas.
Increíble que un texto pueda mostrarse en su belleza aunque hable de tanta carroña, tanto el tuyo como el de Serrat.
ResponderBorrarTe lo estaba por pasar, lo lei en gualeguaychu este finde! está exelente!!
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