El desfile de renuncias es, quizás, correcto, o peor aún, inevitable.
hora bien, en el combo, hay de todo.
Un impresentable, como Jaime, que corona una gestión que quedará para la historia, por decisiones políticas que lo trascienden (como la recuperación de Aerolíneas) y que, a la vez, su presencia empañaba.
Pero todo funcionario a cargo de áreas donde se recupere el patrimonio estatal en detrimento de fuertes intereses privados tiende a ser manchado y señalado.
Y en el combo de renuncias, hay también algunas más inómodas y dolorasas. La de Kirchner, por ejemplo.
Ahora bien, si las renuncias no vienen acompañadas por fuertes designaciones, o designaciones que respondan al nuevo mapa político pero que, a su vez, cambien la impronta comunicacional y se le de mayor relevancia a la asunción que a la renuncia (lo cotnrario del caso de Ocaña) entonces se genera la idea de un gobierno contra las cuerdas; en retirada, sin reflejos. Más bien, perdiendo cuadros que reaccionando.
El desbande.
Y el riesgo de un desbande, con nuestra inmediata historia institucional, es grave.
El kirchnerismo, en relación a los gobiernos anteriores de Duhalde y De La Rúa, se caracterizó por una relativa estabilidad de sus funcionarios. Lo que, quizás, fue un error cuando asumió Cristina.
Pero, voy a esto, la caída de Jaime no es lo mismo si va revestido de un serie de cambios correlacionados, coherentes y que dan tono a una nueva etapa, que una sensación de desbande.
Por lo demás, adiós Jaime, mucho daño le hiciste al gobierno.
hora bien, en el combo, hay de todo.
Un impresentable, como Jaime, que corona una gestión que quedará para la historia, por decisiones políticas que lo trascienden (como la recuperación de Aerolíneas) y que, a la vez, su presencia empañaba.
Pero todo funcionario a cargo de áreas donde se recupere el patrimonio estatal en detrimento de fuertes intereses privados tiende a ser manchado y señalado.
Y en el combo de renuncias, hay también algunas más inómodas y dolorasas. La de Kirchner, por ejemplo.
Ahora bien, si las renuncias no vienen acompañadas por fuertes designaciones, o designaciones que respondan al nuevo mapa político pero que, a su vez, cambien la impronta comunicacional y se le de mayor relevancia a la asunción que a la renuncia (lo cotnrario del caso de Ocaña) entonces se genera la idea de un gobierno contra las cuerdas; en retirada, sin reflejos. Más bien, perdiendo cuadros que reaccionando.
El desbande.
Y el riesgo de un desbande, con nuestra inmediata historia institucional, es grave.
El kirchnerismo, en relación a los gobiernos anteriores de Duhalde y De La Rúa, se caracterizó por una relativa estabilidad de sus funcionarios. Lo que, quizás, fue un error cuando asumió Cristina.
Pero, voy a esto, la caída de Jaime no es lo mismo si va revestido de un serie de cambios correlacionados, coherentes y que dan tono a una nueva etapa, que una sensación de desbande.
Por lo demás, adiós Jaime, mucho daño le hiciste al gobierno.
Lucas, acuerdo con el planteo. El problema son los sentidos y los objetivos.
ResponderBorrarLa sansación es que la Liga de gobernadores apuesta a un gobierno apagado, marchito y en "calma" que YA comience la transición hacia el nuevo dispositivo PJ 2011. Ahí los K no tiene ni lugar en Santa Cruz.
Por eso vuelvo con la cantinela de hace unos meses: que Reuteman o Macri se queden con el PJ en este escenario de desbande no me parece mal. Empecemos a pensar y construir desde otro lugar.
saludos
no nos adelantemos faltan dos años todavia le vamos a dejar la bomba abajo de la mesa lucas no caigas en la depresion que me arrastras dante negro
ResponderBorrarAcuerdo. Que la comunicación no es un valor a destacar de este gobierno es una verdad de perogrullo. Pero no estaría nada mal que comiencen a pensar sus acciones con un poco más de perspectiva. Desde las mas chiquitas hasta las mas graves. Hay que ver como se sale, que va a hacer Nestor y a partir de ahí comenzar a acomodarnos andando (como los melones)
ResponderBorrarNo se por que siempre se apunta a la "liga de gobernadores" o a los barones del conurbano o a la CGT de Moyano.
ResponderBorrarMe gustaría ver cual fue la postura de los proincipales lideres de la centroizquierda o progresismo argentino con respecto a Moreno, Jaime y que se yo cuantos más.
Un Binner, un Juez o un Sabbatella harían lo que hizo Nestor o reclamaban que se fueran Jaime y Moreno. Cuando sabian que se apuntaba más al hombre por la política que por el estuilo o lo desprolijo o lo mafioso. Me gustaría saber si entrre esos 3 hay una parte sola de los huevos que tuvieron estos tipos para arrebatarles negocios y ganancias a grupos economicos poderosisimos.
Anónimo d elas 15:05
Sí, buenísimo...le sacó los negocios a los grupos concentrados y se los quedó él (con el Jefe, claro)...devolvé la avioneta, Jaime!
ResponderBorrar