jueves, julio 09, 2009

Pandemias.

Qué vida, el asado nacional y popular en la parrilla, el tinto, la picadita previa. Qué vida compleja y difícil, en fin: una vida peronista, y mañana, asueto.
Yo voy a llamar al trabajo y decir que a pesar de tener Gripe A como Mendieta, yo priorizo el trabajo, y el trabajo en equipo, porque sé que si yo faltase, ponele un mes, el equipo de trabajo se resintiría. A ver qué me dicen. Quizás me feliciten, pero de lejos y por teléfono y me agradezcan los servicios prestados pero hasta el mes que viene que no venga. Por lo menos.
Días felices los días de locura, para un puñado de locos.
Hablar sobre la "pandemia", como otro modo de resignificar (vaciando de contenido) palabras de anclaje duro. Si esto es una "pandemia" qué quedaría para una pandemia en serio. Cuántas pocas ganas de reconocer los altos grados de civilidad a los que hemos llegado. Tan difícil, resulta. Los oscurantistas, que siepre y en todas las épocas existieron, hoy se dedican al peronismo. Los integrados son apocalípticos. Qué cosa.
Quizás, y sólo quizás, menos dramatismo y maximalismo o la misma dosis puesta en cosas dramáticas y que merezcan ese maximalismo nos haría mejores. Quizás. Nadie puede decirlo. El hambre, en el mundo de hoy, es una verdadera pandemia. No genera este éxtasis colectivo, esta psicosis, no tiene tanta prensa. Es lo que hay. Que cada cual viva con el miedo que eliga, éste es un mundo libre, je.

2 comentarios:

  1. los integrados,apocalípticos...qué diria Eco

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  2. Me gustó esa imagen de los oscurantistas/peronistas y los integrados/apocalípticos. De puta madre,che. Como la disgresión filosófica-política de las morcillas, a las que ya no podré morfar con tranquilidad sin ponerme a meditar.

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