Juan Schiaretti, Juan Carlos Romero, Ramón Puerta y Jorge Busti son los dirigentes peronistas que sostienen una candidatura de Reutemaaaaaan, según La Nación de ayer, que escribe una breve hagiografía sobre el prolijo y moderado ingreso a las tierras de San Pedro, previo paso por la presidencia, del ex corredor. ¿No hay ninguno que haya ganado las elecciones? No. De hecho, la esposa de Busti, segunda en la lista entrerriana –debajo de un kirchnerista- fue la que más cerca estuvo de ganarlas. Pero iban aliados a Urribarri, y al kirhcnerismo. La derrota acentuó la sobreactuación reutemanista; pero está claro que si los dos sectores juntos no lograron triunfar, cada uno por su lado restaría, no sumaría.
Ramón Puerta volvió a hacer su eterno amague y perdió por porcentajes siderales. Esto es así desde que el duhaldismo apoyó su candidatura a Gobernador, en el 2003, enfrentando a Rovira, del kirchnerismo.
En Salta, el ex candidato a vice de Menem y hombre de negocios en la línea blanca, perdió contra Urtubey y prácticamente está quedando afuera de la política provincial, aunque se esmere en desestabilizar el gobierno provincial. Hoy integra el Consejo Nacional del PJ, Kirhcner lo hizo.
Juan Scharetti, con su tercer puesto en su provincia, tiene que resolver todavía su mini interna con José De La Sota, y luego garantizar que podría juntar algo más de los votos que su presencia resta. Porque además, y a diferencia de Santa Fe, varios intendentes de su partido se fueron a las pobres listas kirchneristas; pero no deben tener mucho ánimo de volver en auxilio de la estrepitosa derrota del ex cavallista.
Reutemaaaan no se metió en la interna obligatoria que sucedió ayer en Santa Fe. Sus candidatos, apelaron al fotoshop y a una campaña pobretona. Tienen el envión de la victoria que pronosticó su consultor de cabecera, aunque le haya errado por sólo unos 20 puntos. De cualquier modo, todavía tiene que ganar las postergadas elecciones de concejales de setiembre. Tiene a su favor el hartazgo contra Binner, las sucesivas y ridículas postergaciones vía decreto, y el cansancio de tres elecciones juntas en seis meses para dirimir las internas entre la dirigencia sojera. Pero, aunque en Rosario el radicalismo va solo y no con sus primos de derecha, los socialistas, seguramente estos primen (pero hay que ver, Derek, hay que ver) y en la Capital el escenario es difícil para Reutemaaaan, pero los candidatos de la unidad básica de Franja Morada son demasiado conocidos. Si en vez de punteros de la Universidad Nacional del Litoral, los radicales postulasen a Tincho Carpincho, podrían ganar.
¿Y si Reutemaaaaan no gana? A otra cosa. ¿Y si gana por mucho? Tendrá el envión necesario, el territorio asegurado y saldrá a buscar el apoyo del peronismo victorioso, sin por eso perder a sus apoyos más genuinos. Eso llevaría a un escenario de acuerdo con el kirchnerismo, conveniente –a las relaciones de fuerza de hoy- a todas las partes.
El peronismo perdería su muy debilitada ala izquierda, que intentaría, con pocas probabilidades de éxito, una nueva experiencia como en los 90 o bien la conformación de una línea interna de alcance nacional.
¿Y si gana por poquito? Ahí tendrá la generosa lectura de diarios progresistas como La Nación a su favor, el fervoroso apoyo del campo nacional y popular de la Mesa de Enlace, y su territorio muy inestable. Y eso abriría la puerta a una serie de acuerdos del socialismo con el Gobierno Nacional, que podrían empujar también al juecismo de Córdoba y otras experiencias provinciales, como el Partido Humanista y Proyecto Sur en la ciudad de Buenos Aires. Ese escenario, más inestable, llevaría posiblemente a ser revalidado en las urnas en el 2011 a Cleto Cobos, cuando la otra mitad del país que no lo votó y creyó que asumió con fraude, clientelismo y gualichos execrables, ahora lo vote proyectando en él virtudes varias que recuerdan, con perdón del recuerdo, a un tal Fernando que también, haciéndose el boludo y cagando hasta a su madre, un día logró ser presidente de todos los argentinos. Incluido el Oso Arturo y la hija y la esposa de Marcelo Tinelli.
Estas posibilidades, al día de hoy. Pero todo puede fallar. De hecho, siempre falla. Los seres humanos se obstinan neciamente en hacer la historia, y los progresistas en negarla; y esa falta de consideración para los pronosticadores, es otra señal más de la falta de previsibilidad de las reglas del juego, de la inseguridad jurídica y de la falta de libertad de expresión que preocupa a la SIP y a ADEPA.
Ya lo dijeron los dos grandes pronosticadores de nuestro país, Jorge Altamira y Miguel Angel Broda: lo más probable, es que se pudra todo. Y si no se pudre, ya se va a pudrir. Es inexorable que se pudra. Esa es la posta, de nada.
Ramón Puerta volvió a hacer su eterno amague y perdió por porcentajes siderales. Esto es así desde que el duhaldismo apoyó su candidatura a Gobernador, en el 2003, enfrentando a Rovira, del kirchnerismo.
En Salta, el ex candidato a vice de Menem y hombre de negocios en la línea blanca, perdió contra Urtubey y prácticamente está quedando afuera de la política provincial, aunque se esmere en desestabilizar el gobierno provincial. Hoy integra el Consejo Nacional del PJ, Kirhcner lo hizo.
Juan Scharetti, con su tercer puesto en su provincia, tiene que resolver todavía su mini interna con José De La Sota, y luego garantizar que podría juntar algo más de los votos que su presencia resta. Porque además, y a diferencia de Santa Fe, varios intendentes de su partido se fueron a las pobres listas kirchneristas; pero no deben tener mucho ánimo de volver en auxilio de la estrepitosa derrota del ex cavallista.
Reutemaaaan no se metió en la interna obligatoria que sucedió ayer en Santa Fe. Sus candidatos, apelaron al fotoshop y a una campaña pobretona. Tienen el envión de la victoria que pronosticó su consultor de cabecera, aunque le haya errado por sólo unos 20 puntos. De cualquier modo, todavía tiene que ganar las postergadas elecciones de concejales de setiembre. Tiene a su favor el hartazgo contra Binner, las sucesivas y ridículas postergaciones vía decreto, y el cansancio de tres elecciones juntas en seis meses para dirimir las internas entre la dirigencia sojera. Pero, aunque en Rosario el radicalismo va solo y no con sus primos de derecha, los socialistas, seguramente estos primen (pero hay que ver, Derek, hay que ver) y en la Capital el escenario es difícil para Reutemaaaan, pero los candidatos de la unidad básica de Franja Morada son demasiado conocidos. Si en vez de punteros de la Universidad Nacional del Litoral, los radicales postulasen a Tincho Carpincho, podrían ganar.
¿Y si Reutemaaaaan no gana? A otra cosa. ¿Y si gana por mucho? Tendrá el envión necesario, el territorio asegurado y saldrá a buscar el apoyo del peronismo victorioso, sin por eso perder a sus apoyos más genuinos. Eso llevaría a un escenario de acuerdo con el kirchnerismo, conveniente –a las relaciones de fuerza de hoy- a todas las partes.
El peronismo perdería su muy debilitada ala izquierda, que intentaría, con pocas probabilidades de éxito, una nueva experiencia como en los 90 o bien la conformación de una línea interna de alcance nacional.
¿Y si gana por poquito? Ahí tendrá la generosa lectura de diarios progresistas como La Nación a su favor, el fervoroso apoyo del campo nacional y popular de la Mesa de Enlace, y su territorio muy inestable. Y eso abriría la puerta a una serie de acuerdos del socialismo con el Gobierno Nacional, que podrían empujar también al juecismo de Córdoba y otras experiencias provinciales, como el Partido Humanista y Proyecto Sur en la ciudad de Buenos Aires. Ese escenario, más inestable, llevaría posiblemente a ser revalidado en las urnas en el 2011 a Cleto Cobos, cuando la otra mitad del país que no lo votó y creyó que asumió con fraude, clientelismo y gualichos execrables, ahora lo vote proyectando en él virtudes varias que recuerdan, con perdón del recuerdo, a un tal Fernando que también, haciéndose el boludo y cagando hasta a su madre, un día logró ser presidente de todos los argentinos. Incluido el Oso Arturo y la hija y la esposa de Marcelo Tinelli.
Estas posibilidades, al día de hoy. Pero todo puede fallar. De hecho, siempre falla. Los seres humanos se obstinan neciamente en hacer la historia, y los progresistas en negarla; y esa falta de consideración para los pronosticadores, es otra señal más de la falta de previsibilidad de las reglas del juego, de la inseguridad jurídica y de la falta de libertad de expresión que preocupa a la SIP y a ADEPA.
Ya lo dijeron los dos grandes pronosticadores de nuestro país, Jorge Altamira y Miguel Angel Broda: lo más probable, es que se pudra todo. Y si no se pudre, ya se va a pudrir. Es inexorable que se pudra. Esa es la posta, de nada.
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