Arde Tucumán

El clima de crispación e intolerencia de "sectores K" se profundiza, es tremendo y nadie hace nada. Agarrate.

Estoy en Tucumán; ok. Charla en la secretaría de ciencias; junto a los anfitriones Javier Noguera y Aldo Ulises Jarma.

Sebastián Lorenzo (entrerriano también) desplega sus saberes sobre internet; habla el camarada Mendieta con su habitual melancolía de ojos tristes y pucho caído debajo de la boina gris-atentamente vigilado por su novia tucumana; y luego, la modestia y humildad de Teresa de Calcuta personificada en el compañero Carrasco, que para más datos no está bebido y hasta hilvana un par de frases contundentes. Tremendo (luego el camarada Carrasco le explicará a Aldo Ulises que Raúl Degrossi no es un personaje de su imaginación, sino un tipo real y existente, santafesino y peronista; futura estrella blogeril y pieza de recambio en este blog) , pero todo bien. Hasta acá. Turno de Gerardo Fernández; que se da vuelta, dándole la espalda al público, me señala y dice: "lo que vos decís es falso, falso de toda falsedad!" Epa, compañero Fernández, qué te pasa estás nervioso: "Mentís" agrega, el muy guaso. Tremendo porque nadie hace nada, intervienen el Indec y nadie dice nada, basta de dictadura y etcétera, qué te pasa clarín, estás con Gerardo Fernández, ahora, eh?

Todo mal, encima tengo que dormir en la misma habitación. Hoy llega con Juan Cabandié el radical k Franco Vitali, que es mi amigo: a ver si puedo cambiar de habitación que falso de toda falsedad está más sacado que corcho en manos de quien les habla; crispado intolerado obstuso infiltrado siguen los ataques a locales de Clarín qué te pasa Gerardo estás nervioso epa uuopa todo mal?. Todo porque dije, ante la amable y atenta audiencia, que se preguntaba quién cuernos era el petiso barbudo que decía que para que un blog funcione es importante renegar de la solemnidad y ceremonial y objetividad y otras cosas que no recuerdo, dije, solamente, que la Rana René tendría una opinión más elaborada que yo. Cuando dije la Rana René, quise decir compañero Gerardo, pasa que estoy medio gagá y los apodos que se me ocurren se cuelan por la barrera de la conciencia y todo mal, me salen por la boca, se pronuncian sin permiso, tengo incontinencia verbal; debilitada la barrera de la represión cultural, y bue, me di cuenta en ese momento que la cagé. El compañero Gerardo, alias Rana René, hasta ese momento amigable cófrade de parriladas porteñas, telefónicas conversaciones radiales, etcétera y más, se amotinó, dijo que era falso que se parezca al personaje en cuestión, se pudrió todo y bue, es grandote: se paró y se me vino al humo, Mendieta le hizo una zancadilla, tropezó y ahí aproveché para envalentonarme. La audiencia muy consideraba sólo atinó a levantarse de sus asientos, gritar desaforada y tratar de rajar, chocándose todos en la puerta. Cuando la policía intervino, tirando gases lacrimógenos dentro de la secretaría de ciencia, yo ya estaba en el baño accionando la alarma contra incendios, de modo tal de que en la confusión Gerardo no me encuentre. Vinieron los bomberos, evacuaron el edificio, se armó un quilombo bárbaro, y Gerardo, felízmente, fue demorado en la comisaría donde ahora se encuentra, porque yo declaré que quiso venderme drogas y secuestrar al gobernador. O sea, me parece, de onda te digo, Gerardo, es de muy mal amigo que estés enojado conmigo. Todo mal, loco: no tenés espíritu deportivo. El que pierde, pierde. Ya habrá otra oportunidad, viejo!. Lo importante, pensaba hoy cuando lo llevaban a declarar a Gerardo, es saber competir, no?

O sea, no sé.

Me voy a dormir la siesta.-

Falso, de toda falsedad, mentís, uooopa, qué te pasa Fernández estás nervioso?