martes, noviembre 17, 2009

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¿Cómo se puede saber si ese chico sobre la vereda está dormido o está muerto? ¿Si estuviese muerto, antes de largar otro olor más pestilente que la mugre, cuánto demoraría, quien sea, en entererarse de que ese chico está muerto? ¿Los que pasan a prisas, amigados con el celular, si lo supiesen muerto, qué harían? ¿A quién mandarle un msj, qué se dice: hola, hay un chico muerto acá en la vereda? Comisaría sexta buenos días. Sí, hay un chico muerto en calle corrientes a la altura de...Bueno, ya veremos qué hacemos. Pero debería llamar a tal. ¿Cómo, ustedes no se encargan de los chicos muertos en la vereda?. No, señor. Y para qué pago mis impuestos. Este pibe debe llevar tres días ahí, el olor es insoportable. Debería abrirse una línea para chicos muertos. Pasa que los políticos no hacen nada. Como para que me sigan doliendo mis problemas. Porqué debo preocuparme de estas cosas. Que se vayan todos, los políticos. Falta distribución del ingreso, eso falta. ¿Llovió ya, para alegría del campo? Qué buena noticia. Los cerdos de la China tendrán soja para comer. Los mercados internacionales pueden apostar ahí, en mercados muy fluctuantes pero seguros, ahora que la incertidumbre es un factor de riesgo más alto que la media. Porqué nadie hace nada. Los políticos, dejan chicos muertos en la vereda, la conchuda, montonera, todos chorros. Doctor, mi papá me sentaba en la falda. Me acariciaba, acá, ve. Desde entonces duermo con la ventana abierta, escucho a los gatos en la esquina y lloro.  Hay reformas institucionales que hacen al diseño y la arquitectura del placer del lenguaje, las palabras que saltarinas dicen mundos, abren panoramas. La angustia que me viene cuando atardece, yo asocio, usted dirá que estoy loca, pero asocio los gorriones con el día en que mamá se fue para siempre. Arquitectura y diseño institucional. Ingeniería institucional. Nunca sociología institucional. Cómo es que de pronto se les pide a los chicos, a las chicas, que no quieran ser famosos. Que está mal. Cómo es que en la tele se horrorizan de esto. ¿y el vacío y la indiferencia y la angustia? En los simposios, altos ególatras de anteojitos boludos, minitas con las tetas caídas buscando una semiótica novedosa, horror, ahora todos quieren ser famosos. ¿Mucha competencia? Qué mal, señor poeta, usted que guarda los  valores verdaderos y posta en la inemnsidad de su alma, algo cursi, es cierto, pero vio qué fiero que ahora todos quieren ser famosos. El mundo no tiene sentido si no se quiere ser famoso. ¿Y qué?. ¿Tiene algo de malo? Pues que sí, que la vida es cosechar trigo, plantar un árbol y arreglar las cortinas de tu casa con jardín. Para ser famoso, se debería tener el mérito que yo tengo. Me entiende. Claro. Estudiar mucho. Uh, sí. Saber de la antigua grecia. Claro, claro. Pasa que la pasión, la desesperación por salir en la tele: tenés dos rehenes en una despensa, entraste a hacerla, salió mal, llegó la cana, perdiste, y bueno. Estás ahí. Pero, ya fue. Por lo menos, salís en la tele. Y un saludo a los pibes. Que de una me están mirando.

1 comentario:

  1. Así no se puede che! Me arruinaste el día con tanta relidad! :) Salu2!

    (Muy bueno, excelente)

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