jueves, noviembre 26, 2009

Es una verguenza

¿Tan alta moral tienen los llamadores a las radios porteñas? ¿O es que son tímidos y todo le da verguenza?

Acabo de escuchar a un jubilado que cobra 1600 pesos decir que es una verguenza cobrar 350 pesos más, en el programa de Gerardo. También estaba avergonzado por las escuchas de Macri. Al mismo nivel. O sea, menos formación política que un periodista del diario Perfil. Gente con verguenza. Tanta verguenza. Pobre, che. La verguenza es una emoción irracional que se procesa como un ataque a los propios valores. A mí me cuesta pensar que los llamadores a la radio sean personas con una alta y sutil gama de valores. Porque en la radio, nunca podés putear a un oyente que llama (regla de oro): aunque la mayoría de los oyentes te parezcan unos reverendos pelotudos. Es decepcionante, en serio, trabajar en radio: los oyentes te deprimen. Cuando terminás el programa te llaman para hacer catarsis, te esperan en la puerta de la radio para decirte dos cosas: lo importante que es su problema personal y 2) cómo salvar el mundo con dos o tres medidas que él tiene planificadas. Un capo. Un banana. Le decís sí, muchas gracias, lo voy a tener en cuenta, me están llamando por el otro teléfono. Te mordés la lengua. Supones que la mayoría de los oyentes no llaman a la radio, escuchan, y punto. Que son personas menos grises, menos rodeadas de problemas cardíacos, menos tontos. Hay periodistas que se regodean si llama un jubilado que, pobre, se siente solo, se duerme con la radio evangelista, te escucha porque está al pedo, entiende cualquier cosa y te llama para decirte que sos genial: hay periodistas muy frágiles y ególatras que se creen esas pavadas. Pero la mayoría son seres humanos normales, con más tiempo y lecturas que la media, que se alegran por tener una primicia aunque involucre a 39 muertos. Que tienen una escala de valores relajada, pero no tanto como la tía, el taxista, el gerente de hotel, la que vende flores en los bares. Sin embargo, los llamadores a la radio, que viven en galerías subterráneas y sólo asoman la cabeza en alcantarillas para expresar su indignación, hablan desde una altísima moral, unos boludos. Ni saben lo que dicen. Capaces de prenderse en la consigna "qué calzones usás en navidad" u opinar sobre un crímen del cual desconocen todos los detalles, son técnicos de fútbol, acertadores de lotería, expertos en energía nuclear, amantes de la honestidad, renunciadores de funcionarios, tontos de remate, solucionadores de conflictos en la ONU, expertos en caza y pesca y derecho administrativo, saben de todo, se indignan por todo. ¿Porqué será que no conozco a nadie, pero a nadie eh, de mis familiares y amigos, que llamen a la radio?
¿Existen los llamadores a la radio o son programas de computadoras que los productores utilizan para amenizar el dial? Existen, existen. Viven avergonzados. Solitarios. Indignados.
Marcan el pulso. Decoran estrategias editoriales. Son hablados. Son focus group. Son personas que adoran la sociabilidad y la comunicación, pero que sus hijos dejaron en banda, sus ex compañeros de trabajo no les dan pelota, son los que arman quilombo en el consorcio, que discuten con los empleados de Telecom, que cierran la puerta temerosos, es claro, muy claro, que son solitarios. Pero la mayoría de los periodistas de radio no podría vivir sin ellos. Bah, como vivir, vivirían, pero con las mañanas un poco más tristes.

6 comentarios:

  1. Jeje. No sabe las cicatrices en la lengua que tengo amigo Lucas.

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  2. mirá que para que vos putees a alguien tiene que ser muy de límite la cosa...

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  3. Che, yo hace algo asi de 30 años llamé al programa de Badía para pedir que pasen un tema del negro Rada y Badía pasó al aire mi voz de adolescente y el tema del Negro. Creo que en esa época no existía esa onda "estoy indignado" tan de moda en estos tiempos. Aunque ahora que lo pienso, había un tipo Burone, o Vurone, un facho de mierda, que sí, que siempre estaba indignado, contra el gobierno, mirá lo que te digo. Había tipos que estaban indignados por derecha con la dictadura.

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  4. Estos posteos son los mejores de la blogósfera porque son los que en un diario o en una radio no se pueden escribir o decir, hay algo que me encanta en aquellas descripciones crudas y certeras de "lagente", hay algo de justicia, así como hizo el otro día Gerardo cuándo habló de los boludos que salen a gritar en una cámara aprovechando un hecho de "inseguridad".

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  5. Obvio, Martín, que no se pueden decir!!!

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  6. Bologger, Badía está fuera de toda basura mediática, eh.

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