sábado, diciembre 26, 2009

Durísima denuncia




La diputada santiagueña Mercedes Violar denunció a un conjunto de analistas políticos por lo que consideró como "discriminación ideológica y geográfica".
Resulta que, según argumentó la diputada, "yo entré en las listas cuando no era muy conocida en un lugar no muy expectante, me alejé de mi jefe político, que es el que tenía los votos, armé un monobloque y presenté un proyecto para grabar la renta financiera. Voté la ley de medios y no voté los superpoderes. Sin embargo, los analistas no se refieren a mí como de centroizquierda, sino como peronista disidente, me siento totalmente discriminada", argumentó.
Consultada por perfil.com la diputada desmintió que en Santiago del Estero no existan ni izquierdas ni derechas. Y se defendió sosteniendo que "reclamo los mismos derechos que los diputados de centroizquierda".
Aunque el nombre de su bloque -revolución dialogada- remita a Miguel Bonasso, ella aclaró que no tienen nada que ver con el diputado porteño: "venimos de traiciones distintas. Pero, ojo -se envalentonó- yo creo en la unidad del centroizquierda, que hay que unir las distintas traiciones y tradiciones para conformar un partido dónde, por ejemplo, si hay que renovar ocho bancas para 16 aspirantes, seamos capaces de asesinarnos los unos a los otros en nombre de las grandes causas; ya que no haremos internas ni nada democrático, matémosnos dulcemente".
Para la diputada, la "unidad del centroizquierda debe ser nuestra principal prioridad, es el único modo de que sigamos beneficiando como hasta ahora al gobierno de Macri" fundamentó.



(por supuesto, esta denuncia es todo mentira, eh. Nada de andar repitiéndolo, tá.)



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