Pena de muerte a los violadores

Fue condenado el todavía secretario de estado Edgardo Stoni, durante muchos años obispo de Santa Fe, hoy escondido por la iglesia católica en un paraje de Córdoba.

Durante muchos años, con la complicidad de buena parte (sino todos) de los medios de comunicación santafesinos y regionales, se impidió conocer las denuncias por violación de menores de este delincuente.

¿Porqué la Embajadora Cultural de Santa Fe, Mirtha Legrand, la gordita reaccionaria deSusana Giménez y el menemista de Marcelo Tinelli no piden pena de muerte para este violador? ¿Porqué no se escandalizan de los privilegios de este delincuente, escondido por la Iglesia Católica y cobrando un sueldo de secretario de estado mientras delinquía y ahora también, mientras la Iglesia lo esconde?

El delincuente fue condenado por la violación de menores -varoncitos, eh: pero este hijo de puta no se quería casar, y los pibitos no querían que los violen- ocurridas en seminarios de Santa Fe y en retiros espirituales en Córdoba, donde ahora loe sconde la iglesia.

Desde el 94 se lo investiga y anda suelto por la calle. No entra por una puerta y sale por la otra de la comisaría, entra por una puerta y sale por la otra de las iglesias.

El juzgado d ela jueza Mascheroni, no hizo pública la condena -porque pobre Obispo, qué van a pensar de él- desde hace una semana, y negó información a los medios. Hoy, el abogado del violador, salió a contar a la agencia DyN que la condena "se trata de la pena mínima por abuso sexual agravado por la condición de autor. En este caso se trataba de un sacerdote que estaba a la guarda" No aclara que hubo una causa contra el sacerdote que denunció al violador, porque lo fueron a apretar cuatro sacerdotes de la corporación. Ni aclara que dos casos de violación fueron desestimados porque pasó mucho tiempo desde la denuncia (y sí, que crezcan las víctimas y se animen a denunciar a uno de los tipos más poderosos de Santa Fe ) Lo condenaron a  ocho años de cárcel.

Esperamos la reacción enfurecida de nuestros ilustres fascistas televisivos, ante tanta impunidad, privilegios y defensa corporativa. Esperamos sentados.