martes, diciembre 01, 2009

Reportaje a Duhalde




Duhalde: "El Gobierno es incapaz"


Lunes 30 de noviembre de 2009 |
Por Santiago Dapelo
De la Redacción de lanacion.com

Comentado, en negritas, por Raúl Degrossi


Dos obsesiones dominan por estos días a Eduardo Duhalde: ver derrotado a su peor enemigo, Néstor Kirchner, y realizar un acuerdo de políticas de Estado estratégicas que incluya al radicalismo, la Iglesia, el campo, los trabajadores y los medios de comunicación para formar un gobierno patriótico de unidad nacional. (por estos días y desde por lo menos el 25 de mayo del 2003, y si no ver el reportaje que le hicieron en este mismo diario el 21 de diciembre del año pasado)  
En su búnker, las oficinas del Movimiento Productivo Argentino (MPA) (ah, ¿no era Movimiento Pro Agitación?), situadas a 100 metros del Congreso (para rosquear con el Coti y Cobos haciéndose señas por las ventanas, así no usan los celulares por las dudas estén pinchados), el ex presidente recibe a lanacion.com -en la serie de reportajes de cara al Bicentenario- en uno de los amplios despachos que posee. Desde ese enclave de poder vernáculo (¿de qué poder che, ejecutivo, legislativo, judicial, conspirador?), donde lo visita gran parte de la dirigencia política y empresarial (¡queremos nombres!), Duhalde ataca con dureza al Gobierno al que califica de "incapaz" y advierte que "ha llegado la hora de pensar en grande". (y para eso nadie mejor que él, con una cabeza de ese tamaño)
Mientras juega al misterio sobre su futuro político, un objetivo mayor lo desvela: disputar el poder de sus principales adversarios, el matrimonio presidencial (remito a la lectura del reportaje del 21/12/08, más que desvelo es obsesión lo del muchacho). El ex presidente fustiga a los Kirchner y asegura que "la degradación es el signo de la época".
Pero sus críticas no sólo apuntan al kirchnerismo, sino que también dispara contra el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri: (si tenemos un poco de suerte, capaz que acierta) "Las instituciones son degradadas permanentemente. Aparecen los diputados y senadores que víctimas del Gobierno por el manejo de la caja venden sus posiciones y un estado policíaco que desgraciadamente no sólo se extiende al gobierno nacional sino al gobierno de la Ciudad". (¿estará en manos de Klodzyk y la Bonaerense?)
Para solucionar los problemas del país tiene una fórmula que considera elemental: "Hay que copiar lo que hizo Brasil " (eso, usar los helicópteros no para fugarse del gobierno, sino para meterle plomo a la negrada), dice Duhalde que hoy siente casi el mismo fanatismo por su querido Banfield (¿cuando fue el reportaje?, digo porque ayer el Taladro perdió el invicto, yo no digo que el hombre sea mufa, pero…) que por el país vecino y, en especial, por su mandatario Luiz Inácio Lula Da Silva.
- ¿En qué piensa cuando escucha la palabra Bicentenario? (en la edad de Chiche)
- La idea de degradación (¿vieron, que les dije?). No puede ser que un país que fue el primero en el continente en establecer un Estado de bienestar, aún antes que Estados Unidos, haya retrocedido tanto (y sí, también fuimos los primeros capaces de desmantelarlo, y vos no te hagás el boludo que tu granito de arna pusiste, eh). Sobre todo a partir del golpe de 1976, la escena la domina la criminalidad de ese tiempo. Hasta ese entonces los trabajadores tenían una renta laboral (¡ah, de ahí viene que algunos pagan Ganancias!). Poco a poco empezó a haber trabajadores pobres y una nueva categoría se impuso: la de nuevos pobres (¿cuál es la nueva categoría, los pobres o los nuevos?). Lo sucedieron los gobiernos de la democracia con enormes problemas. Los primeros con una fuerza militar todavía muy fuerte y no hemos podido salir de eso (¿de la fuerza militar muy fuerte?) y cada vez nos enredamos más. Brasil, Chile y, en su dimensión, Uruguay nos han pasado (y sí che, si te fijás hasta Honduras se nos adelantó, allá a los golpistas los eligen y no quedan condenados como acá, a la conspiración permanente). La degradación, que no sólo tiene que ver con lo económico sino también con lo institucional, es el signo de la época.
- Tiene que ver con una crisis de la dirigencia...
- Tiene que ver con una profundísima crisis de valores y de no haberse dado cuenta el Gobierno, los gobiernos, que ya en 1984 había que tomar enérgicas medidas de recuperación ética de la sociedad y del Estado (y a partir del 89’ tomarse un descansito de 10 años en ese metier, ¿no?). La Argentina vive una profundísima crisis de valores como telón de fondo de su degradación. (¿no dijo éste una vez que el problema era que la Argentina tenía una dirigencia de mierda, él incluido?, ¡ah, ya sé!, eso fue antes de tomar el curso de estadista experto y piloto de tormentas autocreadas) 
- ¿Cómo están las instituciones? (¿las de la república, la Mesa de Enlace, la AEA, las de salud mental?)
- Degradadas permanentemente (ah, hablaba de todas). Aparecen los diputados y senadores que víctimas del Gobierno por el manejo de la caja venden sus posiciones y un estado policíaco que desgraciadamente no sólo se extiende al gobierno nacional sino al gobierno de la Ciudad.
- ¿Es posible reeditar en la Argentina un pacto entre distintas fuerzas políticas como sucedió en España?
- Es un desafío para la dirigencia. He hablado con dirigentes de todas las fuerzas políticas que ven la necesidad de hacerlo, pero tenemos como inconveniente al Gobierno que le huye a todo lo que tiene que ver con consenso y con diálogo (y, viniendo de vos y algunos otros esas ideas, medio que no lo culpo). La Argentina sale de la crisis más profunda de su historia en 2001 precisamente por el diálogo y los consensos (sí, y un par de pelotudeces más, como una mega devaluación, la pesificación de las deudas, la ley de bienes culturales y dos o tres fiambres en protestas sociales, puede que se me escape algún detalle del consenso). Necesitamos un gobierno patriótico de salvación nacional, de unidad nacional, lo que no significa un gobierno donde se mezclen dirigentes de distintos partidos políticos (¡qué alivio, por un momento pensé que armabas una lista con Cobos!). El país no entiende, nadie puede entender sensatamente por qué ante esta ola de criminalidad de chicos de 12, 13, 14 o 15 años matando o siendo muertos por cometer delitos no se hace inmediatamente un censo o se crean los establecimientos que hagan falta para reeducarlos. Acá todos hablan y la situación se pone cada vez peor. (eso che, cerrá el orto y reiráte de una vez como venís prometiendo desde el 2002)
- Faltan estadísticas para tomar medidas de fondo... (¿estadísticas nada más?, los números mágicos serán) 
- Uno de los daños más grandes que se le ha hecho al país es que ya nadie cree en las estadísticas. Por lo que uno ve permanentemente en los medios, porque lo escucha de los dirigentes o de los intendentes, la situación se complica cada vez más (¿en quién nos basamos entonces, en las estadísticas, en lo que dicen los medios o en lo que dicen los dirigentes?). Esto se produce por una enorme incapacidad de este Gobierno. Como se manejaban en Río Gallegos se pretende manejar en el país y lo que se sale de la esfera de control lo quieren aplastar porque es una política de incapaces (así dicho no se entiende muy bien, que se yo, para mí aplastar a los incapaces mal no estaría).
- ¿Cree que la Presidenta puede liderar la consolidación de estos acuerdos?
- Es imposible (o sea: mejor que se vaya antes, ¿no?). No habla ni siquiera con la gente de su partido. No se puede hablar en la Argentina; es un régimen policíaco (¡como se vé que después de la audiencia en Tribunales te amigaste con Gorililita, ya hablás igual) . No es que no haya reuniones de gabinete, lo que es gravísimo, no hay ningún país del mundo que suceda eso (¿en Honduras tampoco, ni en Nigeria?), pero tampoco hay reuniones de gobernadores (¡ah, los tiempos de Rodríguez Saá!). Es un régimen muy pernicioso para el país. Si no mejoramos la calidad institucional en la Argentina, difícilmente nuestro país adquiera la competencia que debe tener un país que quiere incorporarse a una economía globalizada.
- ¿Cómo evalúa la gestión de Cristina Kirchner?
- Cada vez peor. No alcanzan a entender lo que pasó. El problema es que no están concientes de lo que pasa en la Argentina. Una palabra para designar el momento actual es degradación. Un gobernador de un partido que se pasa al otro, es tremendo (¡sí señor, y un vicepresidente ni hablar, y no te digo nada de un presidente y un vice elegidos por un partido, que gobiernan más de diez años con el programa de los enemigos históricos, donde iremos a parar!, ya sé: al MPA) . Es una falsificación del funcionamiento del sistema institucional democrático.
- ¿Qué evaluación hace de la dirigencia actual?
- Los grandes liderazgos no existen (si esto lo incluye, tuvo un dejo de autocrítica). Tal vez sea una ventaja, como en esos equipos de fútbol donde no existe la gran estrella entonces todos tienen que pelear juntos. Este liderazgo en base a la extorsión de Kirchner, ya cae; el de Menem, que fue un liderazgo carismático (sí, sobre todo cuando decía: ramal que para, ramal que cierra y cosas por el estilo), pero muy fuerte, o el liderazgo democrático de Alfonsín, también con rasgos hegemónicos (me viene a la mente Pugliese, “les hablé con el corazón y me contestaron con el bolsillo”), eran muy fuertes y los que se sienten fuertes no sienten necesidad de convocar al conjunto (justo, rosquean nada más que entre ellos onda Pacto de Olivos, y listo). Ahora, al no existir ese tipo de liderazgo, yo creo que el campo está más fértil (y sí, algunas lluvias hubo los últimos días) para lograr esos acuerdos. Pero desde ya no hay que perder tiempo con este Gobierno (salvo para tumbarlo, obviamente), porque algunos amigos de otros partidos piensan que el Gobierno puede entrar en un proceso de acuerdo de políticas de Estado, pero es imposible.
- ¿El 10 de diciembre, con el recambio parlamentario, no será el momento para que el Gobierno se decida a acordar con otras fuerzas?
- Es imposible (che, poco avispado el periodista de La Nación, ¿con quién se cree que está hablando, con Romano Prodi?). Hay que trabajar para la elección de 2011. Yo digo que los dirigentes responsables, los medios de comunicación, los empresarios, los trabajadores, las iglesias, las ONGs, tenemos que estar alumbrando esas políticas de Estado con prescindencia de este Gobierno (después cuando empiecen los saqueos en el conurbano, no digan que el tipo no avisó), que pasará a la historia como un Gobierno que desaprovechó una posibilidad histórica extraordinaria (si, la soja a 600 dólares que duró como…dos meses, y el hambre de los chanchos chinos, parece Frondizi o Frigerio hablando del primer peronismo).
-¿Qué le dicen los empresarios y dirigentes políticos que lo visitan?
- Me piden ayuda en relación a las políticas de Estado (donde conseguir molotovs y esas cosas). Vienen empresarios, viene todos, el campo, Alfredito [por De Angeli] (¿no habrá sido Yabrán que todavía vive?) con los autoconvocados y dirigentes de otras fuerzas políticas. A todos les digo lo mismo: trabajemos para demostrar la capacidad para retomar el camino de las políticas de Estado, como lo ha hecho Brasil. Lula siguió y mejoró el camino de [Fernando Henrique] Cardoso; lo mismo pasa en Chile y en Uruguay. En el único lugar que no pasa es acá.
- ¿El Gobierno crispa? (así preguntado, parece un modelo de microondas)
- Claro, porque no hay criterio lógico (interesante teoría sicológica: los estados emocionales se explican con un silogismo). Cuando una sociedad vivió dificultades tan dramáticas como las que vivió la Argentina lo que necesita es apaciguar los ánimos, escuchar a todos, generar un clima de convivencia democrática, todo lo contrario a lo que hace el Gobierno. Cada vez que se va a iniciar una acción denuncian un complot, todo es desestabilizante, una estupidez total de gente incapaz (repasando este reportaje, yo no estaría tan seguro). Hoy el mundo no permite aventuras golpistas (Honduras es un ejemplo palpable de lo que decís).
- ¿Cómo imagina a la Argentina en el Bicentenario?
- Dando vueltas todos los días con cosas estúpidas (como reportajes como éste). Sin claridad de a dónde vamos, tratando de sacar conejos de la galera, cuando en verdad lo que hay que hacer es ocuparnos de los problemas reales que afligen a la gente y eso no es difícil. Ha llegado la hora de pensar en grande (acá otra vez autobombo: la solución es la macrocefalia).
- Usted cree que la dirigencia, con prescindencia del Gobierno (por fin, el amigo Dapelo va entendiendo, el gobierno tiene que quedar afuera), puede juntarse y acordar algunos ejes comunes, ¿cuáles serían?
- Un plan de desarrollo estratégico a 20 años que le dé garantías a quien quiera producir en la Argentina es fundamental, tener política social seria y responsable (uy esto ya lo escuché, no me acuerdo si fue Cavallo, Martínez de Hoz o López Murphy, pero seguro que lo escuché). Tenemos que ir a ver lo que hizo Brasil y copiarlo. Eso es elemental. El sistema educativo y de salud no funcionan (en Brasil andan bárbaro), ahí tienen mucho que ver los sectores gremiales. Hay que poner todo en revisión. La Argentina necesita un gran cambio y eso lo tiene que hacer la clase política unida. No podemos seguir sosteniendo un estado de malestar permanente donde los sectores más vulnerables no tengan salud, educación y seguridad.
- ¿Alguna vez se cansó de la política y pensó en alejarse de todo esto?
- Sí, muchas veces (pero Edu, no hacía falta el sacrificio, te hubieras tomado un respiro, por Chiche y los nietos), pero no me quiero ir de este mundo viendo que el país que tiene más posibilidades del continente de resurgir, esté como estamos (¿y quién te dijo que para que eso no pase vos tenés que seguir teniendo protagonismo político?, ¡ah, estas mujeres que no encuentran otra forma de resolver cuestiones de alcoba que diciéndole mentiras a los maridos!). Somos el país más fácil de gobernar de América del Sur (lógico, hasta vos pudiste ser presidente). Voy a hacer todos los esfuerzos para constituir un gobierno patriótico de unidad nacional.
La Crisis y el crecimiento. Una certeza acompaña el pensamiento de Duhalde respecto del comportamiento del país por la crisis económica que azotó al mundo. "La Argentina va a seguir creciendo porque tiene una potencialidad bárbara (y sí, estamos condenados al éxito). Pero en vez de crecer a tasas chinas o asiáticas, va a crecer al 1.5 o 2 por ciento. Ese crecimiento no alcanza para que le llegue a la gente. La Argentina podría crecer en forma espectacular, pero toman medidas antiindustrialistas y anticampo. Es un Gobierno que no tiene ni idea de lo que significa una política estratégica de desarrollo productivo (claro, loco, otra devalueta llevando el verde a que sé yo, ponéle, 20 mangos, algunas migajas onda Planes Jefes y Jefas para la morochada pacífica y resignada, y para la que no se resigna, lo llamamos de vuelta a Franchiotti y listo)


2 comentarios:

  1. sólo nosotros, los argentinos de bien, podemos seguir hablando del vicepresidente de Menem como si nada hubiera pasado... y encima otro vice se postula para 2011... HELP, HELP.

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  2. Digo yo, si a este señor de sobredimensionada cabeza, el turco se lo fumó en pipa y el chirolita que él pensaba que manejaba, lo dejó mirando al sudeste.
    ¿Puede dar algún motivo, razón o excusa para creerle lo que opina, los datos que trae y, sobre todo, su habilidad para entender el país? Que esta vuelta la emboca y no lo embocan a él de nuevo?
    Porque más allá de si trafica falopa o praliné, organiza saqueos y todo lo que el manual de hijo de puta enseña, el tipo, en concreto y a la luz de su experiencia histórica, lo usaron de forro y, lógicamente, lo descartaron. Y si no es un forro, es un pucho, pero condenado al descarte, está.
    Los nabos no resucitan, creo yo, no sé, bah!

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