miércoles, diciembre 16, 2009
Sobre la construcción del discurso de Cristina
La presidenta me cae mal. No sé porqué. Coincido en la mayoría de las cosas que dice y, sobretodo, en las que hace. Pero, sinceramente, no me resulta una persona afable, simpática, cercana. Supongo que con ningún presidente pueden darse estas condiciones personales, sino la apariencia de las condiciones. Area en la cual trabajan los publicistas, asesores de imagen y demás. Y que, con mucha eficacia, logran, a mi juicio, tipos como Macri o De Narvaez.
Incluso, cierta rebeldía para con ese mundo de la patria asesora, como tuvo en sus inicios presidenciales Néstor Kirchner, pueden, también, resultar eficaces. Lagente, la desmemoriada y vanagloriada, tampoco come vidrio.
¿Qué será, entonces, que los adversarios y los enemigos, tan encarnizados, que las demandas tantas veces postergadas, te ponen, me ponen, tenaz en la defensa de Cristina, pero me cae mal? Yo creo en la imposibilidad de la indefinición que, provisoria y precariamente, puede llamarse carisma. Y entiendo que eso no define rumbos, trazos gruesos de la construcción de la historia. Y que tampoco estos atributos carismáticos son del todo inmanentes, ni menos transhistóricos, ni agradables para todos los públicos y personas, y así sucesivamente. Pero que tienen su dimensión, módica en el discurrir de la Historia, que la gestualidad también construye, pero no define ni, digamoslo: crea dignidad.
Hay algo, quizás, del orden del discurso. Quizás.
Por ejemplo, cuando habla Carrió, yo puedo imaginar a la persona que construye como escucha. No me resulta agradable esa persona que construye como escucha, pero ese es otro cantar. En el cantar de los cantares, la polifonía implica que uno pueda crearse una imagen de un escucha, de la construcción de un interlocutor. La frase que acabo de escribir suena muy bien pero no la releas, es conceptualmente una obviedad y una pavada. Sigo.
No sé a quién le habla Cristina Kirchner. Y quizás debería razonarlo más. Pero tampoco sé a quién pueda importarle mi razonamiento. De modo que lo dejo acá. O no. Que total. Si me pidieran que sugiera algo, y dicho así rápido, yo sugeriría:
-hablar menos para acentuar más lo que se dice.
-participar en un par de programas televisivos, en el estudio del canal (y elegiría TN). Tiene con qué para aguantar la que se le vendría.
-convocar a la gente de a pie a algo. Por dar un ejemplo, a no comprar donde aumenten.
- asistir a una reunión de padres del colegio de la hija, o mejor aún (como hizo Kirchner en el 2003) hacerse un chequeo médico en un hospital público.
-anunciar la puesta en marcha de x cuestión que haya sido propuesta de algún radical o socialista.
- evitar las referencias a actos fundacionales. O el discurso es fundacional, que no lo es, o lo es el hecho y habla por otros ese hecho. Las referencias a viejas demandas que ahora se satisfacen, restan más que sumar. Porque además, se me hace, las constantes referencias a actos fundacionales, le quitan densidad a los hechos más pesados.
Bueno, por supuesto, todo esto que digo no tiene ninguna relevancia ni estudio ni conocimientos serios detrás. Perdón, pero me dieron unas ganas tremendas de seguir educando mi paladar, y cenar, salchichas con puré. Como las que hacía mi vieja. Viejos, no tanto pero sí, recuerdos infantiles. Claro que semejante alimento nutritivo a las 11,30 de la noche es difícil de conseguir, pero ya vengo, veré qué consigo abierto. De todos modos, tampoco quizás sea conveniente retocar el discurso hoy: quizás, que la oposición intente meter un par de goles en el Congreso, así sea que terminen, el Grupo A, metiéndose goles en contra, quizás no sea, hoy, inconveniente.
Un estudio de opinión de la consultora Casa Tía & América 2 (Magnagement, que está en PDF y no sé cómo se linkea), dice que la imagen positiva de la presidente está en el orden del 20%. La consultora no es muy seria, pero los datos deben ser más o menos esos. Cambiar ahora, en vez de dejar correr esta sensación de alivio de la derecha acorralada, quizás no sea una buena señal.
Pero, qué se yo.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
...hace rato converse algo similar con un amigote que sostenia que Cris es un poco soberbia a la hora de dirigirse al publico. A el le molestaba esa forma de hablar y pensaba que era lo que le chocaba a la gente. Yo sostenia que es una excelente oradora y tiene un nivel intelectual como para pasarle el lampazo a media docena de figurones de la tele. Sin embargo la tienen muy guardada y retaceaban las exposiciones en publico. Al no estar fogueada, sale con los tapones de punta. Usa la soberbia como escudo por si la atacan. Yo sostengo que tiene que relajarse mas y hacer cosas como la que vos comentas. Tiene con que bancarse a un monton de inutiles de los medios y la impronta de mujer que ejerce el mando la sobrelleva muy bien a pesar del machismo argento...
ResponderBorrarsí, claro.
ResponderBorrarLo de la soberbia es una boludez. Dios nos libre d eun presidente verdaderamente humilde.
Yo conozco tipos que fueron elegidos concejales y se agrandan, y está bien.
sí, el punto es otro.
ResponderBorrarEsos discursos dados en un salon lleno de dirigentes ya me tienen repodrido,y ayer se le noto la falta de contacto con la gente de a pie.
ResponderBorrarasi de sencillo y ojo que la considero un cuadro politico de puta madre,pero con cero feeling digamos
tal cual.
ResponderBorrarYo no suelo mirar esos discursos, por eso mismo.
Totalmente de acuerdo.
ResponderBorrarella ya tiene que remontar su estilo cheto y la pilcha que usa (que a los secos nos cae mal)
Ojalá alguien le hiciera darse cuenta de esas pavadas, que suman muchísimo en la imagen ante la gente. No hablo de "vender humo", sino de estar en contacto con la gente de a pie.
Moyano, no lo es.
NK tenía mucho más de eso.
Acá en Rosario un día que vino como presidente, se tomó un café con los empleados del aeropuerto en el bar del aeropuerto y se los metió a todos en el bolsillo con nada... gestos que la humanizan un poco...
Esta bueno lo que marcas, en definitiva es su "maestro ciruelisamo" lo que parece enfermar, pero en definitiva son unos grasas que no se bancan que una cheta de La Plata sea presidenta. En el fondo es eso, no se si le falta feeling.
ResponderBorrarEl rato que pude estar cerca de Cristina me pareció una persona cálida, no tan lejana como pueda parecer.
ResponderBorrarIgual me cuesta imaginar al interlocutor que está detrás de la pantalla al cual se dirige. Hay un rechazo visceral en mucha gente a su figura que si les preguntás quizás no te lo puedan explicar.
Me parece que Cristina carece en absoluto del mínimo de demagogia necesaria que acerque su discurso a "la gente". Cristina cuestiona al punto de que muchos lo sienten como una agresión a sus pobres certezas en donde se sienten seguros.
Más allá de alguún diagnóstico no puedo ir pero me duele pensar que se la va a valorar mucho mejor cuando por fin un gobierno que entre declarando el fin de la política lo ponga de ministro a López Murphy y solo use el atril para pedirle al pueblo "sacrificios".
Saludos
Leí con detenimiento su artículo, pienso que todos somos distintos en nuestra subjetividad: a mi me pasa lo contrario, me encanta Cristina, la voté convencida porque solía mirala en Crónica cuando fue senadora y diputada, pero ahora la votaría el doble. saludos, será que soy mujer y militante setentista?
ResponderBorrarEste es un tema recurrente en algunas reuniones de amigos (y compañeros),el estilo discurso de Cristina. Una de las ideas a las que hemos llegado es que no se resigna a que la clase media no la reconozca, no le de cierto crédito, no pierde las esperanzas de conquistar a la gentelinda, y es un error evidentemente...
ResponderBorrarLoreley
Me encanta este post, porque en el fondo es la esencia del debate nuclear de esta sociedad sin ideas.
ResponderBorrarForma vs. Contenido.
Lo que se cuestiona, es básicamente la forma y no el contenido.
Lo decía antes de anoche, la grandiosa Chiche Duhalde, la "inaguanable", la señora del "pobrerío", la reina de las "manzaneras"..."hay muchas cosas que se hicieron bien, pero lo que molesta es la manera en que se hacen, ese estar siempre hincando para molestar..."
Bueno, Lucas, a mi me pasa lo contrario. Creo que llegué a amarla por sobre todas las cosas, incluso más que a Dios. Aunque no creo en Dios, claro.
Pero amo su discurso, amo su forma de pararse ante el mundo, amo su sonrisa cínica, amo su didáctica cada vez que habla. Siento que me habla a mi. Puede sonar.
fundamentalista, ya lo sé, pero tan fundamentalista como aquellos que la odian porque si, por su sombrero o su maquillaje.
Con mi amiga del alma charlábamos el otro día del conflicto con el campo. Es verdad, podía haberse arreglado antes "entregando el marrón". A la distancia, coincidíamos en que, todo lo que hizo fue casi perfecto, un desenmascaramiento de la hipocresía y del discurso vacío.
Es el tema central de la sociedad, que prefiere el grotesco de Fort o la ignorancia supina de Susana.
Pero bue, no sé porque debería caerte bien. Es más, yo sí creo en esas encuestas que dicen que su imagen positiva es del 20%.
20 o 25 es demasiado. Lo digo con la certeza, de que esos dos o tres de cada diez la amamos y quizá estemos dispuestos a dejar el pellejo por ella. Lo cual, insisto, es muy fundamentalista.
Lagente la va a extrañar cuando sea demasiado tarde. Cristina es de esos personajes que se valoran con el tiempo. No creo que pueda mostrarse mas demagogica, creo que es una batalla perdida en la coyuntura actual. ¿Se la imaginan en la mesa de Mirtha, sin que la dejen hablar? No creo que pueda salir airosa de ahí. Hay que centrarse dos años en la gestión, mucho laburo, mucha economía, y mucha militancia. Igualmente no creo que alcance, pero habremos hecho el intento (Hoy estoy pesimista) Salu2!
ResponderBorrarYo creo que estan mal acostumbrados. Demasiado tiempo tuvimos hijos de putas a los que uno puteaba con gusto. Encima eran ignorantes con ganas como Menem o deficientes mentales como De La Rua.
ResponderBorrarEsta mina es demasiado grosa y no se lo bancan.
A mí lo único que me gustaría es que Cristina lo trajera a Cobos para tenerlo al lado en los discursos. Y que prendiera habanos para fumarlos mientras habla, como Tato. Y el cacho de cigarro mordido que se lo escupa en la cara al traidor.
Ojo al piojo.quiero aclarar algo
ResponderBorrarCristina siempre larga ideas,piensa lo que dice y eso es esencialmente subversivo digamos en una sociedad achatada a los golpes de huevadas, pero igualmente se pueden transmitir ideas en forma distinta
A mi lo que me jode son los discursos de salon al grupo de dirigentes
Dirigirse a la camara cuando se habla ,sin intermediarios digamos o al pueblo directamente ,
Sobre la anteúltima cadena presidencial, me quedó algo. Cristina venía bien. Con su soberbia, que no sé si no es el punto. Pero venía. El relato otra vez. Y llegó el momento en el cual sus palabras comenzaron a chocarme. Fue cuando recalcó el no reconocimiento. Sonrisa 45 grados, diciendo que "a las mujeres nos reconocen mucho menos las cosas buenas que hacemos", o algo así. No pasa por la veracidad o no de su comentario. Sino por el hecho de que decirlo es contraproducente. Siempre, en la vida de a pie, cuando alguien, tras cierto esmero, pide reconocimiento, los interlocutores se lo niegan. ¿Quien te crees que sos? El reconocimiento llega cuando no es pedido. También me acordaba de Michelle Bachelet, pediatra ella. El pediatra suele tratar a sus pacientes como espúpidos, para decirlo brutalmente. Los disminutivos reinan, sonrisita por aqui, y otra cositas por allá. Un pediatra no podría decirle a la madre del nene: "Hay algunas madres que cuando traen a sus hijos no me reconocen el haberlos sanado". "Tengo el agrado de ser la primer pediatra mujer en haber salvado la vida de tantos chicos bla bla". Creo que la pediatra se tornaría insoportable. O que sé yo. Pero bueno. El tono del pediatra es el que está solicitando la sociedad.
ResponderBorrarEn general el discurso de Cristina empieza su vuelco con el "Pero hay algunos". Y con la sonrisa 45º. Y con el "porque no me lo reconocen". Dale dale, reconoceme. A partir de allí me imagino a algún par de millones de interlocutores crispados. Pero obvio, no sé.
saludos
Ojo que es muy jodido ser mujer y presidenta. En general, no estamos muy acostumbrados a mujeres con autoridad y menos a que la exhiban, digamos. Una mujer que manda en serio puede evocar diversas fantasías; madre cariñosa, madre castradora, maestra, etc. y la carga emotiva que viene con ellas. Mi muy superficial impresión de ella es que tiene un estilo más para senadora que para presidenta. Combativo, directo, bueno para polemizar, para discutir, pero no tanto para dirigirse a la gente, donde hace falta más empatía, más comprensión, más calor humano.
ResponderBorrarYo creo que es un problema tuyo, Lucas. A De la Rúa le decían aburrido, a Menem putanero, a Kirchner crispado.
ResponderBorrarSon todas manipulaciones.
Para mí, Cristina tiene un discurso adecuado, potente y eficaz. Claro y directo.
No hay un discurso único. Todos son distintos.
El asunto es la manipulación. Una virtud presentada como mengua. Eso hicieron los medios.
No es el discurso. Son los medios.
No es un problema de Lucas ni son manipulaciones.
ResponderBorrarCristina piensa muy bien pero no habla bien.
Lo peor que está haciendo es usar demasiado el micrófono en vez de administrar su presencia pública; llena al pueblo con palabras en vez de dejarlo con ganas de oírla. Y lo que abunda mucho se deja de valorar.
El otro problema es que, además de no hablar bien al pueblo (cosa que sí sabía hacer cuando le hablaba a los otros senadores) es que no escucha bien, porque esto se lo deben haber dicho mil veces.
Claro, y De Narváez piensa muy bien y habla mejor...pssssssssssssss...
ResponderBorrarOtra cosa, algun compañero dice erroneamente que es una cheta de La Plata.Nada que ver,por el contrario los "chetos" la tratan de negra churiza o cosa por el estilo
ResponderBorrarDesde ese punto de vista se la puede ubicar en su origen dentro de la tipica clase medio platense
y se le nota .
De yapa tripera...uuufff
De Vierde Man: y qué tiene que ver el culo con la autopista? A mí que corno me importa como habla De Narváez u otro ágrafo que anda por ahí!!!
ResponderBorrarCritico a Cristina porque la defiendo.
Yo veo 2 o 3 problemas:
ResponderBorrar1. El que dijo Schusshem, exceso de apariciones y declaraciones.
2. Reiteración de un mismo formato de puesta en escena: Atril, discurso y gente que escucha.
3. Se circunscribe a transmitir con palabras, cuando el lenguaje visual es mucho más rico.
En síntesis, si fuera su asesor de imagen diría que hable lo mínimo indispensable (aún teniendo en claro que ése es su fuerte) y se muestre mucho más, en particular en contacto con la gente de a pie.
Creo que nunca transmitió tanto como cuando acortó su estadía en la Cumbre de Londres y se fue derecho a Tartagal, cuando se produjo la inundación. No dijo una sola palabra, pero las imágenes en el medio del desastre transmitían mucho más que 100 discursos.
Ése es, a mi entender, la parte de la comunicación que le falta utilizar.
Aunque quiero aclarar que ya es pedir demasiado que la mejor presidenta a su vez sea la mejor comunicadora. Mejor en todo no se puede ser.
Bonatto, es una manera de decir solamente.Los criminales la tratan de "yegua", y asi y todo sin embargo es una yegua.
ResponderBorrarCopio la parte final de la columna de Eliseo Verón de Pefil. Concuerdo en mucho de lo que dice.
ResponderBorrar"la producción discursiva de la señora presidenta tiene algo de profundamente inquietante.
En primer lugar, su volumen: a lo largo de sus dos años de gestión, acumula (en una estimación aproximada, que puede tener un margen importante de error) más de seiscientos discursos.
Es una corriente discursiva ininterrumpida, continua, desbordante, cerrada sobre sí misma y extremadamente homogénea, que produce en última instancia una extraña sensación de autismo. Ya se trate del envío al Congreso de la Ley de Medios, de un almuerzo en homenaje al presidente de Israel, del Congreso Internacional sobre las células madre, de la inauguración de una turbina en la central termoeléctrica de Campana (discurso que fue el objeto de mi primera columna en este diario, publicada el 24 de mayo de 2008), de la asignación universal por hijo de la ANSES o de una reunión del Mercosur, hay una suerte de dispositivo básico que se repite una y otra vez: Cristina, la Presidenta, enunciadora en primera persona, pedagoga llena de buenas intenciones y compenetrada con su función, les habla a los argentinos insistiendo en la absoluta excepcionalidad histórica de su acción de gobierno. No he leído, claro, los seiscientos discursos. Algunas docenas tal vez, y muchos de manera fragmentaria. Pero de todos modos, y para decirlo de una manera brutal: ¿a quién le importa? O si se prefiere: ¿a quién le habla Cristina Fernández de Kirchner?
Sin duda, una posible respuesta sería: al pueblo. Pero el pueblo implícito en sus discursos es un pueblo genérico, un pueblo sin rostro, un pueblo políticamente anónimo. La masa discursiva de la señora Presidenta no tiene matices, no presenta inflexiones, se adapta a la circunstancia específica de una manera puramente descriptiva. Y a lo largo de la gestión no hay desarrollo discursivo, no hay encadenamiento progresivo de decisiones gubernamentales, es decir, no hay una lógica que se desenvuelva en el tiempo.En suma, no hay pensamiento político.
Hay sí, en la mayoría de los discursos, un momento de exabrupto o de agresividad contra enemigos que se dan por conocidos, aunque no se consiga entender por qué no están de acuerdo con una señora tan razonable. Sí, hay algo de inquietante en el modo de comunicar del Gobierno. Porque no hay estrategia visible, pero tampoco produce una sensación de improvisación.
Creo que el secreto es que se trata de un discurso de inspiración populista, pero construido para una multitud compuesta de clientes, no de militantes. Lo cual es perfectamente paradójico."
salvo el parrafo en que se hace referencia a la multitud de clientes, no de militantes
ResponderBorrar(teñido de un gorilismo grosso) el analisis del discurso de Cristina tiene sus aciertos
La mejor Cristina no es la de los discursos acertivos,sino la de los polemicos, los cuasi barricada.
Expresa ideas fuerza con fuerza ,valga la redundacia y señala enemigos concretisimos
Debo decir,que aun en desacuerdo con cuestiones CRISTINA Y NESTOR HABLAN UN IDIOMA QUE ENTIENDO
un idioma comun a un monton de tipos como yo.
Pero creo que no basta, le tiene que hablar tambien a mis hijas a las que aburre, a mi vecino al que no le llega,al otro vecino que no la entiende
Hay demasiado ruido ,demasiadas barreras en el mensaje y hay que sortearlas
No pretendo una construccion trucha al estilo del patetico De La Ruina que se notaba a la legua que era todo armado,o el no discurso del que te jedi
No se, no lo tengo demasiado claro
escribo mientras pienso.Creo que hay gente que transmite mejor
Por ejemplo,a Cafiero y sin estar de acuerdo con un monton de cosas que decia y menos con lo que hacia
yo lo entendia y llegaba.
Ahora bien,una cosa es cierta
Cristina y Nestor y mucho mas Cristina ,me parece estan a kilometros de la dirigencia.
Son contados con la mano los tipos que largan ideas, que uno al escucharlos dice...aahh.era asi la cosa.
Ellos de alguna manera tienen algo de eso,pero quedan a mitad camino me parece.
Otro tipo que dentro de sus limitaciones es muy claro es Hugo Moyano.Tiene el merito de acertar en lo principal, ve la cosa desde el punto de vista del laburante
marca lo importante
Salarios,canasta familiar, empleo
convenios colectivos...sencillito y al pie
Otros dirigentes muy claros
Agustin Rossi,Anibal Fernandez y un tipo repraparado Eric Calcagno
no se,da para largo
Por forma, contenido, volumen y todo lo demás, creo que el discurso de Cristina es, políticamente, el más sustancial creo que , desde Alfonsín.
ResponderBorrarTenés razón, schussheim, en que la comparación que hice no era pertinente. No tiene nada que ver. El discurso de Cristina tiene luz propia y no precisa compararse con otros discursos.
Por lo que dice y lo que no dice, pero permite que se infiera, sutilmente, es la palabra en su apoteosis.
¿Menos maestra ciruela y más barro en las botas, sería la idea?
ResponderBorrar¿Menos atril y dejar la comunicación para los ministros de cada área, reservándose ella el papel de directora técnica en lugar de goleadora?
Se lo deben haber dicho mil veces y deben haber visto que fingir no le sale.
Néstor habla mucho peor y comunica mucho mejor utilizando menos palabras.
"La presidenta me cae mal. No sé porqué. Coincido en la mayoría de las cosas que dice y, sobretodo, en las que hace. Pero, sinceramente, no me resulta una persona afable, simpática, cercana"
ResponderBorrarEntonces qué es lo importante en la política? brillantes construcciones discursivas con pequeños actos, o grandes actos con pequeñas construcciones discursivas ??
Para que nos caiga bien un político tiene que ser un "simpaticón payasesco" como de Narváez ?
Yo tengo algo.
ResponderBorrarhttp://derekdice.blogspot.com/2009/10/cristina-ayer-en-el-senado-nacional.html
Hemos descontracturado el discurso ,quizas sea demasiado para tan poco ,cada cual se expresa en su nivel y sintonia.
No hay problema .lucas.
Abrazo.
Yo creo que cae mal porque es la imagen que construyen los medios. Sinceramente no siento soberbia en su discurso, los miro, los leo (los que publican) y no me parece que sea irrespetuosa, siempre está con una sonrisa, está informada.
ResponderBorrarMe parece más soberbio decir que "la inseguridad está insoportable", dado que no tiene fundamentos y pretende que le crea sin dar datos o estadísticas. Ahora si me dicen que se innauguran N fábricas, que hay inversiones por NNN$, que la recaudación sube un NN% es mucho más humilde.
¿Yo estoy en pedo, u hoy vi a Mendez diciendo "God blis iour cantri"?
ResponderBorrarNo se, que se yo, las formas, los contenidos, los contenidos, las formas.
Yo creo que Cristina hace lo que puede, a mi me gusta mas Cristina canchereando en EEUU y diciéndoles "ustedes tienen que pensar en el plan B" que Menem diciendo "God blis iour cantri". Aunque esté mal, incluso aunque sea mentira. A otros les gustará mas lo del turco, a otros no les gustará nada, a otros les gustará todo...
¿No les da la sensación de que cuándo Néstor habla ahora, causa también cierto rechazo de movida y cuándo hablaba hace 5 años era simpático? Bueno, de algún modo me parece que es porque los medios hacen efecto en todos y cada uno de nosotros, incluso aunque estemos a favor del gobierno. Es como un pequeñito Blanck en nuestra cabeza que nos rompe las pelotas y nos dice todo el tiempo "no te olvides de desconfiar".
No creo que Cristina deba aparecer menos, no creo que tenga que ver con eso tampoco, ni la van a querer mas si no lo hace.
Saludos.
Perdón por ser directo pero ... dejense de joder.
ResponderBorrarLo que muchos no se bancan es que es una Mina y Mandona.
Quien le cuestionaba los trajes a Alfonsin, Menem, De la Rua o Duhalde?
Si no se vistiera bien, no la criticarian por eso?
Pido disculpas pero es una boludez.
Me gusta Cristina desde que es legisladora y me gusta porque siempre defiende las mismas ideas y las defiende con vehemencia ... las mismas ideas que esta llevando adelante ahora y que tanto molestan a muchos.
Si es una cheta de La Plata es una pavada. Quien no intentaria levantarse a una chetita de La Plata bien vestida ... o le criticarian la ropa?
Es una mina linda, con carácter, se viste bien, no agacha la cabeza y tiene una ideología bien definida que defiende con todas sus fuerzas.
Esos, en la Argentina, son pecados capitales en una mujer