miércoles, enero 06, 2010

Fundamentos legales para echar a Redrado

 Había afirmado, yo, en un anterior post, que para echar a Redrado hacía falta un Juicio Político. Estaba equivocado. El post de Raúl, dónde analiza hipótesis sobre la conducta de la ONG radical, despliega, además, impecables fundamentos legales para explicar el pedido de renuncia a Martín Redrado.


Por Raúl Degrossi


"Tengo mis reservas" (Martín Redrado, frase célebre inédita)‏

Decíme Lucas, ¿es muy aventurado hacer un par (o más) de interpretaciones libres a partir de esto, que serían las siguientes?:

1) (Mas light, referida a la eterna interna radical) Estos muchachos le están diciendo a Cleto "mirá, no nos queda más remedio que llevarte como candidato a presidente porque no tenemos otro, pero andá haciéndote a la idea que no es un cargo taaan importante, apenas un poco más que tocar la campanita en el Senado, lo grosso es el tipo que maneja el Banco Central y la Autoridad de Aplicación de la Ley de Medios".

2) (Más sombría, referida al futuro de las instituciones y quizás más descabellada) Están apretando el acelerador destituyente -si la puja Redrado/Cristina la gana el Golden Boy, es obvio que se deteriora la autoridad presidencial- para forzar la salida del gobierno, de modo que Cleto asuma para hacer el trabajo sucio hasta diciembre del 2011, y eso en cierto modo lo desgaste para la presidencial y puedan imponer a un candidato 100 % orgánico de la ONG, puro sin mezcla de sangre, purificado en el Jordán de la resistencia a la dictadura calafateña.

3) Son simplemente pelotudos que tienen puesto el piloto automático para replicar todas y cada una de las iniciativas del gobierno, aun aquéllas como el llamado Fondo del Bicentenario que pueden estar vinculadas a lo que hace poco apoyaron como la reapertura del canje de deuda, y aun a costa de dinamitar estructuras que luego deberán ocupar si ganan las elecciones como por ejemplo (ejem) el Poder Ejecutivo nacional.

Respecto al affaire Redrado, me remito a tu post, y lo de Blejer una total y absoluta cagada, sólo explicable por la famosa necesidad de transmitir "señales a los mercados" asustados por el raje, lanzando el nombre de un tipo agradable a los gurúes de la City, siempre claro está que uno crea en esas pelotudeces, como en los efectos benéficos de arreglar la deuda con el Club de París o reabrir el canje (lo del Fondo del Bicentenario es otra cosa, un uso más inteligente de las reservas, liberando recursos del Tesoro para otros gastos más vinculados a la economía real, pero probablemente desperdiciado en el contexto de esta puja)

Un detalle (no menor), de acuerdo a la Carta Orgánica del Banco Central, para echar a Redrado no hay que hacerle juicio político ni se requiere ninguna mayoría agravada, la Ley 24144 dice en su artículo 9 segundo párrafo que "La remoción de los miembros del directorio será decretada por el Poder Ejecutivo nacional cuando mediare mala conducta o incumplimiento de los deberes de funcionario público, debiéndose contar para ello con el previo consejo de una comisión del Honorable Congreso de la Nación. La misma será presidida por el presidente de la Cámara de Senadores e integrada por los presidente de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Economía de la misma y por los presidente de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Finanzas de la Cámara de Diputados de la Nación", o sea "consejo" es previa intervención y opinión, no voto o decisión y como verás lo deberían analizar Cleto (¿su futuro empleador?), Marconatto (k), su par del Senado (no elegido hasta febrero porque no armaron las comisiones, era Fabián Ríos que terminó su mandato el mes pasado, supongo que aplicando los criterios de Grupo A y Grupo B será un oficialista) y si en Diputados Finanzas sigue separado de Presupuesto y Hacienda, si no me equivoco el cuarto es Prat Gay.

La ironía del caso es que, seguramente, apoyarían un eventual decreto de remoción los dos K, y lo rechazarían Cleto (defendiendo la "autonomía" del Banco Central frente al Poder Ejecutivo, cargo que él aspira a ocupar) y Prat Gay (a quien si no me equivoco, reemplazó el Golden Boy en el Central).

La conducta de Redrado al no ejecutar el DNU de Cristina calza justo en los artículos 248 y 249 del Código Penal que tipifican justamente, el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público, y los dichos de Morales (¡ay, Morales, Morales, hasta cuando abusarás de nuestra paciencia!) sobre la vigencia de ese tipo de decretos son de antología, él debiera saber mejor que nadie que rigen (y tienen fuerza de ley) mientras el Congreso no los derogue de acuerdo a la Ley 26122 (y por ende deben cumplirse), y eso es así porque en la Reforma del 94' el radicalismo que no baja las banderas y el peronismo que le gusta a la gente (o sea los dos mayores aportantes de glóbulos para el banco de sangre tipo A) no se pusieron de acuerdo en el sentido de la intervención del Congreso y su silencio frente a los DNU (por ejemplo si pasado un tiempo sin que los aprobara, quedaban derogados o ratificados).

Por eso el artículo 99 inciso 3) de la Constitución dice que  "Una ley especial sancionada con la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara regulará el trámite y los alcances de la intervención del Congreso" frente a este tipo de decretos, que fue lo que hizo justamente la Ley 26122. En fin, otro resorte de poder presidencial que los radicales dinamitan a futuro, lo cual me hace pensar si mi hipótesis 1) no es la más cercana a la realidad, aunque debo reconocer que la 3) pesa fuerte, eh. 

2 comentarios:

  1. En todo caso el decreto-ley se contrapone a la carta orgánica, así que tenemos el tema de las bibliotecas a favor y en contra.

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  2. sólo una acotación al margen (más allá de que es un absurdo que un estado no pueda disponer de sus fondos). me quedó resonando lo de la nueva designación para dar "señales al mercado". no me gustan las catástrofes, pero por el norte las cosas no pintan nada bien. están todo el tiempo a punto de implosionar, creo que acá éste dato se subestima mucho. me parece más una cuestión de formas. se puede estar de acuerdo o no, creo que es discutible. yo no me animo a opinar.

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