Que el aceite esté que arda cuando le tirás el huevo crudo. Pero no lo pretendas hacer sobre una sartén de teflón grande como para una milanesa. El huevo frito requiere una sartén para huevo frito, nada de otra cosa. La sartén debe tener el tamaño del huevo, eso te permite meterle tanto aceite como para que el huevo se sumerja en él y nade, y el aceite burbujeante lo bañe a borbotones. Pero no dejes que el aceite toque la yema, para que quede jugosa y no se le forme la costra blanca que le hace perder su color. Dejalo que se formen burbujas de clara blanca, que luego al sacar el huevo se bajan. No bajes el fuego hasta que se formen las puntillas, que siga fuerte.
Extracto de Prosa Poética para un Huevo Frito, de Eva Row.
Lucas, hace calor. La gente se pone crispada, y ud. nombrando a Lacan, y eso que no es psicoanalista. La compañera se debe haber hinchado las pelotas por que esperaba algo mejor de ud. Ud. lee a bukoski, habla de su abuela. Habla de que los blog sirven para coger y las chicas se enojan y al final tienen razon, pero hace un calor de puta madre y ud. jodiendo con un huevo frito y quiere que la monada no se caliente. Para que pelar Lacan, digame, si seguro no entiende un carajo, igual que yo, y eso que yo vivo de eso, y estudio lacan desde que era chiquitita y joven y bonita y flaca y hubo un tiempo que fui hermosa y fui libre de verdad, pero no jodo con Lacan porque hace que la gente diga mmmmnnn que interesante o se hinche las pelotas. No se queje amigo, ud. se la busco con el tema del huevo frito y de lacan.
ResponderBorrarJajajaj, pero yo tampoco entiendo a Lacan!
ResponderBorrary yo nunca dije que no entendía a Lacan!
ResponderBorrarNo te enojes, Marisol, era con onda.
ResponderBorrarDoy fe de que lo entendés muy bien.
Tampoco dije que lo entendía! No dije nada!
ResponderBorrarYo a Lacan lo entiendo lo que no entiendo es el huevo frito pero no me importa porque sé que Lacan tampoco lo entendía.
ResponderBorrarAguanten los huevo duros. Mueran los huevos poyé.
Carpintero.
Este invierno vas a venir a casa y te voy a hacer un par de huevos fritos con puntillas a caballo sobre un bife, o sobre milanesas de peceto. Y también mis papas rejilla, que le gustan a mi marido, bien sequitas y crocantes. Pero me parece que vos vas a tener que traerte el pan de esa panadería que dijiste una vez, porque en Buenos Aires el pan es una porquería, total, los gorilas se meten cualquier cosa en la boca.
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