sin dioses ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Vuelva la república, las instituciones, el diálogo...":
Por intermedio de ud. Lucas Carrasco quiero hacer la invitación a la
boda entre Giustiniani y Menem a realizar en la Capilla de la Ruralidad
cita entre las calles Sociedad Rural y 80 el kilo, harán su presencia
como padrinos el miembro del cubano-reutemismo Jorge Obeid y Vilma
Ripoll todos miembros representativos de nuestra provincia. Desde el
exterior se hará presente Luis Juez como contador de chistes. Oficiará
de présbitero Agustín Feced.
Bueno,puede ser que de una vez por todas los "dialoguistas" que dicen estar de este lado se desayunen con que aves tiene que tratar el gobierno.
ResponderBorrarjajaja...Muy Bueno¡¡
ResponderBorrarEn una Botella no entra un litro peronista.
"Anunciar en Clarín es lastimar al país"
ResponderBorrarDescartamos como alternativas viables los enfrentamientos en el frente legal o el frente internacional. Además, como forma de extender esta propuesta al conjunto de la sociedad -y no sólo a los miembros de las instituciones involucradas en este frente-, descartamos el enfrentamiento en el frente institucional.
Esto nos deja sólo el frente de propaganda, aquel en el que la Corporación Mediática es más fuerte, como alternativa. En este punto es necesario aclarar que nuestra propuesta es sólo un aporte a la defensa del Gobierno y no creemos que sea suficiente ara inclinar la balanza. Pero sí se trata de una propuesta útil, concreta y fácilmente realizable por la mayoría de nosotros. Para explicarla, necesitamos identificar algunos de losactores que participan en un hecho mediático:
El Emisor: esto es lo que hemos dado en llamar la Corporación Mediática. Incluye a los cronistas, presentadores, editores, directores y dueños. Todos ellos comparten la responsabilidad sobre la línea editorial. Cuando la noticia no es un hecho sino una declaración, quien declara podría ser también responsable, aunque para confirmar esta responsabilidad es necesario analizar el nivel de tergiversación aplicado. Nótese que la Corporación no es ya un intérprete de la realidad sino su generador.
El Receptor: es el público al que van dirigidos los mensajes de la Corporación. Somos nosotros como individuos y somos responsables de su efecto en nosotros mismos y en quienes nos rodean. Aceptar un mensaje sin antes confrontar la fuente con otra fuera de la Corporación, sin preguntarnos quién lo emite, por qué, en qué contexto y cuáles son sus objetivos es un acto irresponsable. Para ponerlo en otros términos, es algo así como aceptar una bebida que nos ofrece un extraño en la calle. No alcanza con evitar los medios de la Corporación. Si la Corporación inicia una campaña para generar inflación, por ejemplo, más allá de que nosotros no seamos público de sus medios, el resto de la sociedad sí puede serlo y nos vemos afectados de la misma forma.
El Anunciante: es quien, a cambio de publicidad, invierte su dinero en el Emisor para que este disribuya sus mensajes. Entonces, al dar su aval, los anunciantes son claramente el sustento económico de una línea editorial dada y son también responsables de la misma.
Proponemos enfrentarnos a la Corporación Mediática mediante el desarrollo de una imagen negativa de sus anunciantes. Ante la publicación de una noticia que ataque al Gobierno Nacional, realicemos una lista de los anunciantes que posibilitaron con su dinero que la misma sea emitida. Asociemos en nuestros blogs, nuestra radios, nuestras revistas, la noticia, su carácter de ataque y el nombre o la marca del anunciante. Expliquemos cómo este hecho determina nuestra visión negativa del anunciante y sus productos, cómo invertir dinero en un ataque al Gobierno hace que mucha gente no quiera comprar sus productos, cómo esto deteriora su imagen entre nosotros y nuestro círculo. Compartamos nuestras experiencias negativas con los productos o servicios anunciados. Asociemos en los bucadores más populares a estos nombres con el hecho negativo del que están siendo partícipes. Los directivos de las empresas auspiciantes son suceptibles a la percepción negativa del público. En el mejor de los casos, complicaoms los ingresos por publicidad de la Corporación. En el peor, seguimos como hasta ahora.
Ya hice de la invitación de casamiento una cadena para todos mis contactos, todos tenemos que estar invitados a esta fiesta, que corra...
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ResponderBorrarEn un intento desesperado por justificar lo injustificable el susodicho,carrasco ,alias "lucas",argumento con una sonrisa cinica, que en realidad se trataba de 1000 cc ,como los baldes,por dioooo.
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