domingo, marzo 28, 2010

Enrique Arenz

Soy un escritor “políticamente incorrecto”. Por eso me han atacado en este blog y en otros, no con réplicas contestatarias, que las acepto porque forman parte de la interactividad pluralista y democrática. No, me han insultado y difamado, que es distinto. Y lo han hecho cobardemente, usuarios anónimos, imposibles de identificar porque se han registrado con nombres ficticios. En este blog, cuyo administrador, el señor Lucas Carrasco, ha tenido la hombría de bien de eliminar a mi pedido una grave calumnia que afectaba mi honor, se han burlado hasta de mi edad, como si ser viejo fuera un motivo de mofa y de descalificación. 

He escrito cosas para muchos horripilantes, eso sí, con mi nombre y apellido, por ejemplo: que el ingeniero Álvaro C. Alsogaray ha sido un gran hombre y un gran político que le enseñó a los argentinos a pensar en términos de libertad económica, que además ha sido amigo mío y de cuya amistad me enorgullezco; he escrito artículos y cartas de lectores en defensa del padre Julio César Grassi, a quien no conozco personalmente ni comparto sus ideas políticas, pero de cuya inocencia estoy absolutamente convencido, aún con el riesgo de equivocarme. He escrito artículos y cartas de lectores contra el actual gobierno, que es quien hoy por hoy da el principal ejemplo de apriete, descalificación e intolerancia hacia quienes no comparten su manera de pensar; he escrito una novela donde denuncio a ciertos (ex) jóvenes de la UCeDé marplatense, partido en el que yo milité en los ochenta, muchos de los cuales asistieron a mis cursos sobre economía de mercado y que hoy ocupan altos cargos en el gobierno de Cristina Fernández, no se sabe bien si porque fui un pésimo maestro (lo cual es posible) o porque ellos no tienen ni vergüenza ni escrúpulos y prefieren el poder y las alfombras rojas a los ideales que un día abrazaron. Pero jamás le he faltado el respeto a nadie, porque mis críticas, aun las más duras y demoledoras, se fundan siempre en argumentaciones racionales, con giros irónicos y metáforas sarcásticas, a veces, como es, sin ir más lejos, el texto de mi carta a La Nación “Apelativos zoológicos”, que fue transcripta en este blog y que dio lugar a ese “aluvión” de agravios y descalificaciones. Por si fuera poco, también he escrito a favor de la unión conyugal entre homosexuales, posición que me ha valido más de un disgusto con la Iglesia a la que pertenezco, aunque curiosamente mis detractores de izquierda en este asunto no me han reprochado nada.

He escritos muchas otras cosas antipáticas, y lo seguiré haciéndolo.
Pero soy auténtico, y creo que con mi conducta estoy dando un buen ejemplo, primero a mis hijos y nietos, a quienes siempre enseñé a ir de frente y detestar la hipocresía, y luego a todos los jóvenes que me leen, piensen de la manera que piensen.

Tratarme anónimamente de “viejo”, de “nabo”, de “boludo” y hasta de “fascista” como lo hicieron en este blog es de una vileza tan grande que uno siente primero rabia e impotencia, pero después termina compadeciendo a esos jóvenes que utilizan tan equivocadamente la herramienta de comunicación más globalizada y capitalista que existe: Internet, jóvenes desorientados, contradictorios y enojados, a quienes tal vez les han faltado los buenos ejemplos de  sus padres y maestros. 
Enrique Arenz.
Contacto 
enriquearenz@gmail.com

10 comentarios:

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  3. Pensé que era un chiste, pero de verdad escribió que Alzogaray era un gran hombre.

    No sé adónde o cuándo lo insultaron, pero no me extraña.

    Y todavía me extraña menos si se trata de una persona anciana: nadie espera que cambie una opinión nacida de un deslubramiento juvenil. Y nadie espera que diga algo que no se haya leído u oído hasta el hartazgo. Alzogaray y su descendencia vienen sonando en los medios desde que consiguieron hundir a Frondizi.

    En resumen, señor Arenz, deje de victimizarse, que está grande para esas pavadas.

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  4. Bueno, si a don Enrique Arenz, con el espíritu irónico y sarcástico que dice poseer, le parece que una exhortación al magnicidio es tan solo una broma pesada, y que lo mas notable de ella es la difusión de pagadizos apelativos zoológicos, debiera entonces entender que algo con una gravedad institucional considerablemente menor, como decirle a él viejo boludo, no es mas que la exteriorización del rústico estilo chacotón de muchos de nosotros.

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  5. Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

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  6. alguien deberia informarle a este tipo que no es un buen ejemplo, sino todo lo contrario.

    se merece mucho mas que insultos.

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  7. no sé porqué a un tipo tan cabal le preocupa lo que pueda comentarse en un blogsito aluvionado de morondangas y que, además, se encuentra tan lejos de hacer historia, eh? o acaso pretenderá negociar eh?

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  8. En los comentarios del blog de Lucas Carrasco se leyò: «¡boludo! ¡nabo!». No parecen insultos o difamaciones. Más bien fue una broma pesada, aunque, naturalmente, no se la deba festejar.

    Enrique Arenz no debiò tomarlo tan dramáticamente y, mucho menos, difundirlo. ¿Para qué anoticiar a los argentinos, tan propensos a la chacota, de esos apelativos tan precisos?

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  9. Con todo respeto y sin ánimo de polemizar, permítame señor amigo de Alsogaray decirle algunas cositas: Usted es un anciano y desgastado pene (no le digo viejo choto para no ofenderlo).

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  10. A propósito, ¿alguien sabe si el grado militar de Capitán del Ejército Argentino habilita para el ejercicio de la profesión de ingeniero, por el solo hecho de tratarse del arma de ingenieros?
    Si fuera así, ¿el Cabo Gómez del Arma de ingenieros, también sería Cabo Ingeniero? Lo pregunto porque con el tiempo y por el mismo criterio, pasaría a ser Ingeniero Gómez. Y hasta también podría advertirnos un día que "hay que pasar el invierno", mientras los maestros permanecen ocho meses sin cobrar sus sueldos.

    Policarpo Cuaresma

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