jueves, marzo 11, 2010

Viva Roxana Latorre

A veces me siento un extraterrestre, sobretodo cuando se festejan victorias pequeñas que, encima, no las entiendo. ¿Qué acaba de ganar el oficialismo? Tiempo.
Y, quizás, pero sólo quizás, la permanencia de Marco Del Pont. ¿A qué costo?
Ignotos personajes de la política nacional, sean mediocres y vergonzosos como Roxana Latorre, o solamente vergonzosos como Verna y Menem, cobran notoria relevancia.
Para la vulgata del medio pelo, esto es el funcionamiento óptimo del congreso. Y no, la verdad que no. Cuando un ejecutivo no tiene mayoría automática,  el voto tarifado aumenta. A ver. El senado es un agujero de muuuuucha guita. Pases a planta permanente y contratos, subsidios y pensiones, valen leyes enteras. Y la llave de la caja fuerte del senado la tiene Cobos, por eso lo dejan ahí a Pampuro en el banco de suplentes, total.  Por eso, y para no perder visibilidad pública, el Grupo A quiere que Cobos siga de engendro institucional: muchos senadores sin acceso al ejecutivo, necesitan esa guita y ese poder para postularse a intendentes, a senadores de nuevo, a gobernadores. Funciona así.
Las grandes empresas ponen guita sólo si estás bien posicionado, y para posicionarse, hay que hacer política en el territorio todos los días. En el territorio, los senadores, no en la tele.
Y es evidente que, como en la novela 12 Negritos de Aghata Cristhie, el Grupo A (juste) se mueve en círculos mirándose las espaldas porque desconfía quién de ellos los va a cagar primero, o cuál es el asesino o quién sera el próximo asesinado (en la repartija). Juez, el payaso cordobés, Menem y Verna, lo dicen a viva voz: ¿alguien cree que cuando se apaguen las luces de la tele, esos senadores, que nunca se destacaron por una vocación legislativa y sólo están ahí porque no pudieron ocupar cargos ejecutivos, alguien cree que van a ir a las comisiones? No, eso es verso.Y eso explica, también, como en el cuento de Rodolfo Walsh (cuyo nombre no recuerdo) porqué están los tres, espaldas con espaldas y sosteniendo cada uno un paraguas, atentos a quién morirá primero y quién es el asesino "de la unidad".
Para ser concejal de Antofagasta no tenés que confiar ni en tu mamá. Ni te cuento si tenés pretensiones de gobernar una provincia. (No funciona "solamente así": la ideología incide, y mucho más de lo que comúnmente se cree: pero, nuevamente, extremar razonamientos sirve para entender la dimensión, digamos, marxista ortodoxa de las cosas, je)
La preeminencia de la Legislatura en un país siempre es una mala señal de funcionamiento institucional, y más en nuestro país, y sobretodo si es el senado el que lleva la manija. Cuando la cosa peor funciona, baja el presidencialismo y aumenta el federalismo, y la clave está en el Senado. Muchas veces, la institucionalidad en américa latina se a sostenido gracias a esas instituciones, pero, en argentina sobretodo, la clave es el senado. Nunca me voy a olvidar los incendiarios discursos en diputados durante el interinato de Duhalde, y cómo, vía el senado y acuerdos varios, todas las leyes logró aprobar.
Algunos politólogos ven ahí una experiencia -en el interinato de Duhalde- de "gobierno parlamentario"; yo más bien recuerdo haber pasado un año de mierda, con represión en las calles y cagado de hambre, pero bue.
Que la Corte Suprema se endiose, y saque esos patéticos comunicados que la emparientan a lo peor del poder fáctico (las corporaciones empresarias, las embajadas, la Iglesia, suelen hablar de ese modo entre superfluo y "superior": son amenazas veladas a la legitimidad de la soberanía popular) permite comprender el cuadro político de extrema gravedad institucional. O por decirlo de otro modo, este tablero es una reverenda garcha.
El propio conglomerado llamado "oposición" -electo, al parecer, bajo un sistema de Ley de Lemas- cuando acude a los tribunales de retiro, demuestra una estrategia reaccionaria, furibundamente reaccionaria. Pero, la resistencia del oficialismo, no es un avance: es una retirada estratégica. Kirchner, ayer, en el discurso en el Chaco, lo dijo con todas las letras.
Que todo puede cambiar de acá a un año y el viento sople a favor de las causas populares, es cierto. Si se aguanta y se logran generar nuevos escenarios.
Que puede haber un golpe como en Honduras o como se prepara en Paraguay, es cierto desde que el gobierno se metió contra la oligarquía. Y ahora, es cada vez más obvio.
Sin embargo, la designación de Marcó del Pont y el despelote que armó la derecha del Pro, la UCR, Proyecto Sur, el Socialismo y la Anaranjada, revela una paradoja compleja: la búsqueda de nombrar personas agradables a un sector de esa derecha que se cree de "centroizquierda", pero la resistencia basada en la interna del peronismo (y del peronismo de derecha).
Es decir, no fue Pino Solanas -un personaje patético a esta altura- el que salvó los trapos del avance reaccionario (que prefiere a Redrado o Blejer en vez de a Marcó del Pont), sino, hasta ahora, los propios aliados de Solanas, pero encargados de esmerilar por derecha: Menem, Verna, Latorre. Los aliados de Binner, de Solanas, de Lozano, de Stolbizer.
Algo no funciona.
Y por eso, entiendo, el discurso de Kirchner ayer viró tanto, pero taaaanto. Agradablemente, a mi juicio.
En un sector del kirchnerismo -lo que podríamos llamar el "kirchnerismo cultural"- se tiene la idea de que el principal adversario, más allá de las corporaciones, en el plano político es el peronismo de derecha: Duhalde, principalmente, De Narvaez, Macri.
¿Qué peso tiene Duhalde en la cancha donde hoy se juega la política? Ninguno. Tampoco De Narvaez y Macri, que ni siquiera cuentan con un senador.
Y está demostrado, que el frente que comandan las grandes corporaciones patronales, tiene en el bolsillo a los autonominados de "centroizquierda", los hijos putativos de la Alianza.
Por ese costado, no se va a llegar a nada.
Para decirlo crudamente: Claudio Lozano, con meter un par de familiares y amigos con contratos, ya está: no tiene partido político, no tiene orgánica, no tiene compromisos con militantes, no tiene base social, es columnista televisivo. No puede pelearse con la televisión. Votará la ley del oficialismo sobre la democratización de los medios (y la considerará mérito propio) pero luego colaborará en crear un escenario de desprestigio tal que jueces de la peor calaña en remotas provincias frenan su supuesta voluntad legislativa, y se hace el boludo. Y se hace el boludo cuando la Corte Suprema de Pollo pide "mesura". ¿Queeee? ¿Desde cuándo la Corte Suprema de Pollo es la encargada de medir el grado mesurabilidad, desde cuándo tiene el mesurómetro, y desde cuándo tiene el poder de agitar el mesurómetro a los restantes poderes, que a diferencia de ellos, son democráticos?
¿Alguien cree, de verdad, que Iglesias, Lozano, Macalusse, tienen tiempo y equipos para laburar en comisiones, si se la pasan en la tele todo el día? Agustín Rossi, que comanda un bloque en serio, orgánico, disciplinado, numeroso, al igual que Pichetto, pueden hacerlo: pueden delegar tareas, organizarse, estructurarse como un bloque legislativo que labure. A eso, la tilinguería le llama "escribanía". ¿Porqué quieren comisiones, cual panacea democrática mueve a Burayle, De Narvaez, Lozano, Graciela Camaño, Adrián Pérez, Solanas, cuándo van a tener tiempo de laburar, ponele, 4 horas diarias? Para trabar al gobierno, para eso quieren comisiones, y para sacar contratos. No hay otra explicación lógica, excepto que estén vigentes las Ley de Lemas y nadie se enteró.
No sé cómo se destraba este empate estratégico que desgasta principalmente a quien tiene la responsabilidad de gobernar. No sé. El discurso de ayer de Kirchner me dio esperanzas, propuso un horizonte, una táctica, una salida marechaliana al laberinto.
Convocar a los que se fueron del PJ, ampliar el juego, darle participación a los gobernadores (el Consejo Nacional se reúne en Entre Ríos el 1 de mayo, en Concordia) y a los cuadros intermedios. Y, de ser posible, meter alguna iniciativa audaz (sí, en este cuadro, y con estos aliados, es cada vez más cuesta arriba, sin dudas, sin dudas) como las que ha llevado adelante Cristina.
Hay que cambiar de pantalla, sentarse a negociar.El matrimonio gay se puede negociar con la televisada izquierda reaccionaria, un fondo de desarrollo en obras públicas -con reservas de libre disponibilidad- con los gobernadores aliados, una política social clientelar como piden Libres del Sur y el Partido Obrero, negociarla con ellos (total es poca guita, comparado con pagar las deudas de Menem, Duhalde, De La Rúa y Chacho), una nacionalización de YPF, compartiendo méritos con Solanas, quizás Ricardo Alfonsín, Mario Das Neves, ¿Rodríguez Saá, que lo proponía en su plataforma del 2003? y así.
Suena horrible el escenario, pero el kirchnerismo tiene que ser -como ha venido siendo- el verdadero garante de la institucionalidad, contra los fantasmas del pasado que balbucean pelotudeces sobre institucionalismo, congreso, diálogo y  república, y tienen detrás a la Asociación Empresaria Argentina moviéndole los hilos de la boca. Por eso Gerardo Morales hace muecas raras a la par que dice cosas vacuas.

Por lo demás, Roxana Latorre, que me las fume.

Pero ese es, lamentablemente, el camino: con ella y varios más. Paso a paso.



14 comentarios:

  1. Los opositores creen que los demás son microcefálicos y caminan derecho al brete. Lo de Latorre marca la excepción que confirma lo que digo. EL oficialismo ganó mucho más que tiempo, posiblemente Marcó del Pont siga y es lo mejor que puede pasar ahora que tenemos el tsunami en puerta.

    Fuera de tópico Lucas, tal vez una estupidéz, con todo respeto, sería bueno que espacies los párrafos, porque realmente es difícil ordenar las ideas al leer.

    Cordialmente,

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  2. filómata, tenés razón con lo de los párrafos.

    gracias, el Grito.

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  3. Mmm, no se, para mí que en Clarìn y La Nación online hayan hablado de derrota opositora es positivo, al menos por una semana. Supongo que le hará notar a los que toman en serio esos diarios que algo huele mal en la oposición.

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  4. como saber ... algunas cosas sé, muchas otras no las sé, y otras prefiero no saberlas.

    y ahí vamos con un "Avanti morocha, que nadie está muerto, lalala lalala" (hasta cantadito por el yerno de ser necesario).

    (Toy mal che, me perdí el acto del PRO)

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  5. No entiendo. ¿El gobierno debe resignarse a que Marcó del Pont caiga? ¿Debe cederle el escenario del Senado al licuado opositor? ¿Debe rechazar votos a favor?
    No entiendo.

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  6. Cuanto costo en su momento el pase del manemista Pichetto??

    Juanma

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  7. Yo no lo veo como un triunfo del Kirchnerismo, aunque sí lo veo como una derrota del Grupo A.

    Pero lo que más me agrada es que ellos mismos lo viven como una derrota (una catástrofe) y eso los hace pelearse y mostrarse como son sin que ningún periodista pueda "maquillarlos" para aparecer republicanos, democráticos ni todas esas cosas con las que se llenaban la boca.

    Ganamos? No. Nada.
    Ellos seguro que perdieron y tiene más para perder porque no TIENE NADA.

    Un abrazo.

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  8. Lo mejor que lei en los últimos días.

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  9. Muy inteligente tu análisis, Lucas, y lo comparto totalmente. Lo que no comparto es tu disgusto. Al final decís: "Ese es el camino, lamentablemente". Y sí Lucas, así se hace pero no es "lamentablemente". Para mí así se hace política inteligente. No sólo es lo que hay. Es lo que siempre habrá. Quien no quiera codearse con la mierda debe pensar si realmente quiere hacer política.
    Eddie

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  10. Excelente análisis, Lucas.

    Lo mejor de lo que por ahora se escribió sobre el tema.

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