domingo, marzo 14, 2010

Zaffaroni y Zaffarrancho


En el año 2003 y con la oposición de los que defienden la calidad institucional, el kirchnerismo impulsó el Juicio Político a la vergonzoza Corte Suprema tarifada. Impulsó, como Juez, al ex dirigente del FREPASO Eugenio Zaffaroni.
¿Si Zaffaroni fuera impulsado por el kirchnerismo hoy, como Juez de la Corte (suponiendo que se produjera una vacante) acaso no se haría, como con Marcó Del Pont, un gran Zaffarrancho, por los duhaldistas, procesistas, delarruistas y menemistas que defienden la "calidad institucional"? ¿Le aprobarían el pliego en el Senado? ¿Tendrían los delarruistas, duhaldistas, procesistas y menemistas la "mesura" necesaria para, por caso, hoy aprobar el pliego -sin conocerlos cómo actuarían en la cúpula del poder más aristocrático- de un Eugenio Zaffaroni, de la admirable Carmen Argibay, aún del cachibache de Ricardo Lorenzetti? ¿Tendrían la "mesura"  que anticonstitucionalmente, en un comunicado de prensa de antología, se han arrogado el derecho de medir? ¿No sería divertido imaginar ese espectáculo en el senado, ese Zaffarancho?
¿No sospecharían que Zaffaroni y Carmen Argibay, por sus ideas, son muy afines al kirchnerismo, y armarían un Zaffarrancho?
Porque difícilmente, podrían haber imaginado que Fayt iba a hacer de Corach con el aval de ellos, que Zaffaroni sobreactuaría como columnista televisivo y que jugarían a la independencia y a la mamá autoritaria que le dice a la democracia "nadie hace nada, hacé ésto", la independencia entendida  como la entiende Doña Rosa. Que por supuesto, gracia sa que Doña Rosa no entiende nada, existen las corporaciones (las de Tribunales, las periodísticas, las religiosas, etc)
La renovación de la Corte Suprema de Pollo, un órgano que le hace muy mal a la democracia -no por su composición, tener un órgano intocable, aristocrático, con una suma de privilegios increíbles y que no le da cuenta a nadie de sus actos, es sin dudas un resabio monárquico que, dios quiera, en democracias del futuro se pueda suprimir; pero la renovación de ese órgano, fue una de los legados institucionales más importantes de los últimos tiempos, cosa por la que pasan de largo los delarruistas, procesistas, duhaldistas y menemistas.

5 comentarios:

  1. Y que arrepentido debe estar Nestor de haber nombrado una corte independiente!
    Porque uno puede estar de acuerdo o no con los miembros, pero no cabe duda de que votan y actúan sin jefes. Esa es la definición de independencia.

    ResponderBorrar
  2. Y pensar, Mariano, que estuvimos cerca, en el 2003, de que gane tu candidato a presidente, López Murphi, y continúe la corte menemista, aliancista y duhalista.

    ResponderBorrar
  3. No solo debe ser independiente del Poder Ejecutivo, también debe serlo del Poder Legislativo, y muy pero muy especialmente del PODER MEDIÁTICO.

    ResponderBorrar
  4. y cuando "alguien" logra reconocer a la vez supone el arrepentimiento, sólo para no reconocer que sí, que harían un zaffarrancho aristocrático.

    ResponderBorrar
  5. Hoy los diarios, como La Nación o La nueva Provincia, escriben dirigiéndose los jueces. Ese es un gran tema, No hay dudas que los ministros de la corte, o gran parte de ellos, tienen un aformación intelectual acorde a la responsabilidad de la tarea, y gran parte de otros camaristas también, sin embargo quedan resabios inexplicables. El poder judicial y el Senado son el seguro del poder. Ya entraremos en la Habana algún día...con Evita, por supuesto.

    ResponderBorrar