Pichetto contra Cobos.

Por Raúl Degrossi


 
Ahí va el recurso de Pichetto contra la votación del Senado (me niego a llamarla media sanción) por la ley del impuesto al cheque.

No se puede agregar mucho más a lo allí dicho, sólo que las palabras "derogar" o "derogación" como tales (dado que Morales y Sanz encubren su fracaso para juntar 37 votos en una cuestión semántica) no aprecen ni una sola vez en la Constitución, menos pueden ser indicativos de un tratamiento parlamentario en un sentido u otro. "Derogan" aparece una sóla vez (en el artículo 75 inciso 22) y referida a los tratados internacionales y su relación con las cláusulas de la primera parte de la Constitución, nada que ver con el Congreso y la sanción de las leyes. 

Lo interesante del caso es esto: si se concluye en que la votación fue inválida y como lo dice el recurso, el proyecto debe entenderse desechado en los términos del artículo 81 de la Constitución, y no puede repetirse más en las sesiones de este año; con lo cual hasta el 2011 que se olviden de coparticipar el cheque.

De allí viene el planteo de Pichetto (refrendado por Rossi), para ni siquiera tener que gastar un veto del PE (que además ahora tiene contundentes argumentos constitucionales a su favor).

El número mágico (37) de la mayoría absoluta sobre el total de los miembros que exige la Constitución en éste como en otros casos (por ejemplo para modificar el Consejo de la Magistratura o la ley de los DNU) es el mismo del quórum para que el Senado funcione, y está visto cuanto le cuesta al Grupo A, con o sin Menem, o más allá de Menem, juntarlo.

Si fracasaron en éste tema (que era por decirlo de algún modo, la "nave insignia" del Grupo A), y con la provisoriedad de un Congreso donde está abierta la temporada de transfuguismo, ¿qué hace pensar que Morales, Escudero y cía. conseguirán con facilidad voluntades como las del mismo Menem, Latorre, Verna, Higonet, Jenefes, Viana, Bongiorno, Bortolozzi et al en otras cuestiones no ya para las votaciones, sino para el mismísimo quórum?

Esto se verá en breve cuando el Senado entre a analizar la aprobación o el rechazo del DNU 298 (el del Fondo del Desendeudamiento), en lo cual para colmo fueron previamente aleccionados por la Naranja Mesiánica de que su voto es inútil, porque con la nulidad absoluta e insanable que ella pretendió declarar en Diputados (un disparate sólo concebible en esa mente, que ni el propio Gil Lavedra quiso refendar).

Es decir que no conformes con haber pretendido instaurar un gobierno parlamentario contra el presidencialismo que consagra la Constitución, después del 28 de junio, ahora trata Carrió de imponer un Poder Legislativo unicameral; delirio que puede llevar que hasta algún senador vote a favor del DNU, nada más que para llevarle la contra.