Qué ganas de ir, eh. Pero, lamentablemente, no puedo. No me dejan entrar (como en el bar que fuimos anoche con Andrés). ¿Podés creer? Gabriel Mariotto, que hace mil años viene peleando por una nueva ley de radiodifusión, Orlando Barone, tan sutil y culto, Bonín, es raro lo de Bonín, yo no lo sabía un tipo tan comprometido y formado, y sobretodo Carlitos, cuyo apellido artístico es Figueroa, pero en realidad se llama Carlos Carrasco y es hermano mayor mío; por eso a mí me confunden con él. Va a estar bueno. Peeero. Resulta que en ese mismo local, después está la fiesta de Miradas al Sur y Ni a Palos. Y Patucho y Franco NO ME DEJAN ENTRAR, ya me aclararon, que Yo no puedo ir. Los denuncié en el INADI, obvio. Ojo, no es porque me haya peleado con Marisol (hubo escándalo con vasos rotos y sillazos) ni porque por ahí va Jimena Arnolfi y me pega una cachetada por mirarle la pollera, o porque estoy podrido de que el EMO no se ría de mis chistes... no, nada de eso. Son Franco y Patucho los que me prohíben la entrada, para, según alegan, "que no armés quilombo". Tá bien. Ya me vengaré.
Por lo pronto el sábado estaré trabajando, como casi siempre, con Degrossi y el Betta. Brinden por mí. Que la pasen bien. Total.Yo no soy resentido. A pesar de que a Patucho lo llamaron de un programa para pedirle mi número de teléfono y él contesto: "Lucas...Carrasco? no che, no lo conozco, ¿quién es?"
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