El peor momento del kirchnerismo

Cuando en Tandil se hizo una nueva edición del Congreso de Pensamiento Nacional por iniciativa de Rubén Sentís, tras varias idas y vueltas -por cuestiones personales- finalmente fui. Y participé de un panel muy interesante con Gerardo, Mario, Rubén y mis amigos Néstor y Sebastián. Que puede verse en el blog de Gerardo Fernández entero. Bueno, acabo de ver el video.
Me causa gracia.
Fueron los peores días del gobierno nacional. Y días un poco jodidos para mí. Así que en el predio -si ´mal no recuerdo de la Universidad Nacional de Tandil- yo me busqué una oficina (el bar, digamos) y me senté a mirar cómo se iba la tarde (se iba más rápido que las cervezas, y las mujeres)
Iban y venían amigos a la mesa, yo me iba volviendo reiterativo contando historias patéticas, y me llamaron que empieza el panel. Estaba tan bien, ahí, en el bar. Y era difícil, a mí hablar no me cuesta, al contrario: me cuesta callarme, pero en esos días, meses atrás, cuando parecía que el sueño nacional y popular se terminaba y sólo restaba, y muchas gracias, terminar sino de rodillas por lo menos terminar. Así que me puse a dar vueltas con el habla, sin decir mucho. Bah, o mejor dicho, diciendo (no vale la redundancia) cosas oscuras que en esos días de reflexión política todos, de algún modo, evitábamos decir pero a solas pensábamos. Y tratar de infundir ánimo se hacía cuesta arriba.
Ayer justo hablaba con unas personas de que hoy hay otro clima. Tan diferente. No es que tengamos nada asegurado, ni ahí. Pero se puede respirar, mantener la iniciativa, soñar con horizontes donde aguarda lo tanto que falta. Qué oración rebuscada la recién, pero me salió así. Entonces escuchado ahora el pesimismo de la razón (cuánta modestia) y el optimismo de la voluntad, da, bah, por lo menos a mí me da, algo de nostalgia corta, de corto vuelo y corto alcance, que después de todo esto pasó hace re poquito.