Hay una fragilidad política que debe atenderse, y quizás éste sea el mejor momento político para hacerlo. Falta audacia para cubrir los flancos débiles de la eocnomía.
No por el precario modelo instaurado, sino porque, tras la salida de escena del partido militar, en toda sudamérica y con especial énfasis en Argentina, la inflación es el modo de saldar disputas políticas por parte del bloque de pder dominante, que no es ni de lejos el gobierno.
El Grupo Clarín falló en su estrategia de unificar la élite económica, y de hecho, hasta Techint, con intereses trasnacionales, prefiere ahora cautela.
Que la argentina está aislada del mundo es un verso que no se creen ni sus propios divulgadores; entre otras cosas, porque a la hora de explicar la sangría en la Asociación Empresaria Argentina hay que mirar la factura de llamadas internaiconales en los teléfonos de la Casa Rosada.
De todos modos, la inflación es siempre el flanco débil de los sectores asalariados y pobres. Y el caballito de batalla para desmadrar un proceso de transformación en el bloque de poder.
Las disputas al interior del bloque de poder económico -por ejemplo, devaluacionistas contra dolarizadores, industrialistas contra primitivos, etc- se minimizan cuando la tasa de maximización del capital, en sus promeidos históricos, es superior a la inmediatamente anterior. Cuando ésto se revierte, como sucedió con el kirchnerismo por primera vez desde 1974, se prenden todas las luces de alarma.
Hay que sumar al análisis el GEN histórico de la clase dominante: los cambios se producen mandando por la borda la institucionalidad. Aún sin el concurso de los asesinatos, violaciones, secuestros y robos de bebés que proveían los milicos, las disputas al interior del bloque define el patrón de acumulación se han saldado con crisis económicas que derivan en políticas que se descargan sobre la espalda de la sociedad.
Sin una modificación de los factores estructurales que han permitido este comportamiento delincuencial de quienes hoy, por ejemplo, integran o integraron la AEA, además de las asociaciones bancarias y la Mesa de Enlace o la UIA, cualquier proceso político que piense como horizonte una mayor equidad está siempre amenazado por el caballo de troya de la inflación.
No es Guillermo Polémico Moreno con sus métodos tibios y vulgares, ante tipos que no dudaron en pedir el secuestro y asesinato de comisiones internas, o desatar procesos inflacionarios que amargaron la vida de las mayorías, como esto puede revertirse. Por el contrario, sin una mayor y más audaz intervención estatal, aún en el clima conservador y reaccionario que se instaló como sentido común tras la asonada de la oligarquía, es muy difícil pensar siquiera en recuperar estándares de vida como los de los años sesenta.
La situación mundial, con un progresismo que haría sonrojar a Teacher y Regan en Europa, el avance por derecha del fundamentalismo asesino, y la claudicación de cualquier postura humanitaria por parte de Obama, no llama a la esperanza.
Hoy más que nunca sudamérica necesita desengancharse del mundo, de sus clivajes violentos, de sus agachadas y del peligroso viraje que emprende la centroizquierda criminal europea, hacia una especie novedosa de agresión a la ciudadanía y al tercer mundo, ante la cual hay que prender todas las luces.
Me voy a almorzar, que ya son cais las cuatro de la tarde y acaba de salir el sol. Tengo ganas de comer ravioles, pero caseros y hechos por mi abuela. Imposible. En fin, no sé si lo dije, pero me tienen podrido con el Bicentenario, eh.
Che, le faltó decir que hay que profundizar como el compañero comandante Hugo, que para parar la inflación es un genio...
ResponderBorrarTe copio un análisis técnico de sobre la inflación del economista Pablo Tigani, que le raja al tremendismo de los "neoclásicos". Me pareció interesante:
ResponderBorrar"El gobierno eligió “reactivación” con riesgo de “un poco mas de inflación” Si el gobierno fuese un gobierno “conservador”, hubiese elegido bajar la inflación, entonces el PBI en 2010 no crecería ni remotamente a los niveles que lo esta haciendo. Para bajar la inflación, debería haber revertido las políticas fiscales y monetarias expansivas de 2009, a contra mano de todos los países del mundo, incluyendo los mas conservadores. Por eso y por sus convicciones político ideológicas, decidió no seguir ese camino de “enfriamiento” y opto por proteger la demanda agregada. Desde el segundo trimestre de 2009, el PBI crece a tasas mayores al 8%, y la inflación del primer trimestre de 2010, por cierto es más alta que en 2009. Esta suba del nivel de actividad, con los vaivenes del mundo puede no ser lineal, pero si se mantuviera el estatus previo a la debacle de Grecia, podrían ser muchos los trimestres consecutivos de crecimiento argentino a tasa anualizadas de 6/7%, y durante muchos años, aunque la inversión en este contexto mundial sea de lenta recuperación. La reactivación tiene bases muy sólidas porque es estructural. El cambio de paradigma operado en la economía internacional y los problemas que antaño sufría la Argentina, ya no existen. Argentina ya no tiene déficit comercial, sino un fuerte superávit comercial y, las cuentas fiscales permanecen sólidos, en medio de un sistema político estable, con alto grado de gobernabilidad".
Otro fragmento:
"A nivel social, es mejor experimentar una reactivación con inflación, que tener recesión con inflación, para un gobierno que ostenta un mandato popular. El actual gobierno prioriza el consumo y el empleo por sobre una inflación un poco más alta. Los empresarios registran récords de ventas y ganancias en estos días, y el nivel de empleo no se deteriora, sino que se recupera. Con la inflación más alta hay que luchar para que los “picaros” no adelanten precios, estamos transitando un ambiente donde se sigue contratando mano de obra y cuello blanco. La reactivación aun con algún grado de inflación, derrama empleo; la recesión en cambio, concentra el ingreso".
Muy bueno el blog! Saludos
Testimonio : "yo deje de ver tn y de leer clarìn y me volvio a crecer el pelo. Me decian pelado y ahora me dicen el emo alegre"
ResponderBorrarHay una fragilidad política que debe atenderse, y quizás éste sea el mejor momento político para hacerlo. Falta audacia para cubrir los flancos débiles de la economía.
ResponderBorrar¡Lucas! Como si fuera fácil, bastante han logrado evitar los golpes de inflación que se daban comprando dólares para subirle el precio y mandar la economía a la mierda. En eso fueron maestros. Nunca se vio algo así en la Argentina, a Alfonsín se lo comieron crudo a subidas del dólar. Pero lo que pasó ahora realmente no pudieron ni preverlo ni se puede hacer nada porque fue culpa de la sequía que mató tantos animales. Esto no es típico de la inflación, es un accidente del cual nadie tiene culpa. Lo que sucedió es que todo el resto de los vendedores de cualquier cosa, como subió la carne, subieron los precios sin ningún justificativo.
El remedio contra este golpe de inflación que no deviene de haber aumentado el gasto público sino de la falta de vacas, ya lo está implementando el gobierno, que se vio forzado por primera vez a enfirar la economía. El aumento de los precios ha parado, porque venía con un impulso que no frenaba. Y ya se detuvo otra vez. Porque se ha retirado circulante del mercado. Algo está haciendo el gobierno para retirar circulante del mercado. Total que los comerciantes no venden nada y empiezan a pensar en las ofertas, y en bajar un poco los precios, o resignar márgenes. Lo que pasó es una de las desgracias que pueden ocurrir. El gobierno no es culpable de nada. Este gobierno consiguió manejar la inflación y lo ha demostrado ampliamente. Ahí hay un montón de tipos que compraron el dólar a 5 pesos y todavía están esperando recuperar lo perdido.
Vi tu nota en El Mensajero Digital y vine aqui para decir solo esto: ¿la inflación no es el certificado de defunción de la centro izquierda? en este caso la c.i. "kirchnerista".
ResponderBorrarReconozco que tienen mas garra que Alfonsin pero... falta mucho