viernes, junio 25, 2010

La izquierda albaharaca



Las disputas políticas tienen detrás -o delante- fuerzas sociales, económicas y corrientes culturales que interactúan. El tema es que esas fuerzas productivas, hoy día, están cada vez más interelacionadas, por un lado, con la región (y los compromisos de cada país de la región) en especial, el mercosur ampliado. Y, por otro lado, con las redes globales que pujan o se asocian, según el caso, a estados nacionales del globo.
La medición de fuerzas, en estos casos, se torna sumamente compleja.
Pero las tramas provinciales e interprovinciales (el caso de La Pampa ahora asociada con Mendoza en el reclamo contra las ventajas impositivas industriales, prorrogadas por 15 años recientemente, a las provincias de San Luis, Catamarca, La Rioja y Santiago del Estero, ilustra bien esta situación) están íntimamente ligadas a estos análisis complejos. Y atraviesan, crudamente, la política y los alineamientos políticos.
Suele suceder con bastante frecuencia que la polarización comunicacional entre kirchnerismo y antikirchnerismo opaca estas tramas más complejas.
Así, por caso, un sector importante del Grupo A, que gusta de llamarse la pata izquierda del amontonamiento derechista, pierde su capacidad monnersaínsta: el caso más ilustrativo es el venoso Escándalo Solanas, desdibujado hoy, cuando la agenda deriva hacia el intercambio comercial con Venezuela, la diplomacia presidencial y las reglas de juego, relativamente novedosas, de intercambio (trueque, fideicomisos, adjudicaciones directas, cancillerías políticas, etc). ¿Acaso anularían la diplomacia presidencial, en caso de ser gobierno, para dejar la relación con Evo, Correa, Lula, Chávez, Lugo, Ortega, en manos de esa aristocracia inútil, aristocratizante, elitista y silenciosamente ineficaz, del "Palacio" de San Martín? ¿Puede contestar esta pregunta la señora ofendida, Alcira Argumedo? ¿Tiene respuestas para etse tema crucial, la inteligente y siempre interesante Beatríz Sarlo?
A ningún militante serio de Proyecto Surf se le puede escapar que la avanzada de sus socios en la Cámara de Diputados contra Chávez y Cristina, esconde el afán de dinamitar Unasur. No en vano, aparece el ex embajador en EEUU del interinato de Duhalde y Alfonsín en el 2002; y el Grupo Clarín -quien presenta la situación de Venezuela como una dictadura sin libertad de expresión- como las caras visibles de esta movida diplomática y de inteligencia que resulta más sutil que la del tosco agente de la CIA con una valija detenido por el estado argentino y protegido por la diplomacia de Mas Canossa en Miami.
Antes se les decía izquierda caviar (el kirchnerismo está compuesto por mucho de esto, con la particularidad de ser también menemistas reciclados, je) pero la imaginación y altanería de Palermo puso de moda la Albahaca como producto refinado (y la rúcula: qué despropósito!) así que ahora se les puede llamar la izquierda albaharaca (finas hojas verdes y mucha alharaca) a esta, con perdón, izquierda sin sujeto social, que opta por el moralismo ideológico como defensa ante la impotencia. Son los más descolocados ante este escenario tan desnudo, salvaje, eficaz.
Se está dinamitando la Unasur y sus componentes más progresistas. Solamente una mirada cegada u oportunista puede evitar sortear este hecho tan obvio y doloroso.
La ceguera estratégica de esta izquierda albaharaca lleva varios años, pero consumó su punto de no retorno al integrar el Grupo A.
Acá están, éstas son las consecuencias.
Tenés que apagar el teléfono porque el que te llama es Nélson Castro. Y quiere hablar de lo que escuchó el embajador de Duhalde en Venezuela hace 5 años, como si se tratara de una verdad revelada. Hombre de Ruckauf, aliado de Eduardo Amadeo, de Juan Carlos Romero, en la Embajada que importa, la que va con mayúsculas, brindan con pizza de tomate y albahaca, ante la inesperada jugada del Grupo A que golpea en el centro estratégico de sus enemigos, sin ninguna ganancia real para las fuerzas nacionales, populares, democráticas y de izquierda de nuestro país, el que organiza el corso.
Estas son las consecuencias.

4 comentarios:

  1. Buenísima definición y descripción de la izquierda palermitana.
    Tenés razón con lo de la rúcula. Pensar que hasta llegaron a inventar esa cosa horrible de la "pizza de rúcula" que merecería integrar la antología del snobismo.
    Abrazo.

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  2. Lucas, escribí acerca del aumento salarial del 50% que se están haciendo legisladores y ministros cordobeses. Es una vergüenza, aprovecharon votar el proyecto a 48hs del partido de Argentina y con el gobernador en Israel para escapar de la prensa y de tener que dar declaraciones. Estamos todos indignados.
    Muy bueno tu blog, lo leo todos los días. Beso.

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  3. Es muy serio tu posteo, lo respeto, pero que me quedé con la parte lúdica y la nota de color. Espero me disculpes.
    El término "izquierda caviar" lo usaron en los 80's los opositores de Mitterrand. Eran entonces, "gauche caviar" o "gauche champagne". La "gauche caviar" eran los izquierdistas que viajaban a la URSS (único lugar donde se conseguía caviar negro, el verdadero, no el cover), y lo comían como si acá fueran maníes.
    Siguiendo el hilo, entonces, éstos serían la "izquierda quinua" (o quinoa).
    La quinua o quinoa, es una especie de "arrocito", sagrado en las antiguas culturas andinas, que no existía en el mercado común hasta que a un chef de esos que te sirven 2 lechugas y le ponen nombre rimbombante, se le ocurrió que era fashion. Por ende, la"izquierda quinoa" les aplica al dedillo. Se consideran a sí mismos defensores de la Pacha Mama, no dejan de ser la ocurrencia del chef del momento.
    Proclaman la defensa del ambiente y la propiedad de todos de los recursos naturales, posicionándose como pueblos originarios, mientras conversan animadamente con los colonialistas.
    Saludos, disculpá el off topic.

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  4. Me hace acordar a las bartoleras de Marchan y Donda quejándose de que no salga la ley de matrimonio igualitario....

    Si ellas (por orden expresa del poliburó presidido por Tumini) votaron al opus dei para Familia y Minoridad.

    Son de cuarta

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