Por Raúl Degrossi
Luego de hacer votar a sus legisladores en contra de la creación de una
comisión investigadora, Macri pide su propio juicio político (y se
afeita el bigote logrando un milagro: tener más cara de garca).
La iniciativa apunta a fracasar, entre otras cosas porque los dos
legisladores que responden a De Narváez anunciaron que votarán en
contra.
Ricardo Alfonsín va a un acto en Chascomús con la presidenta y Randazzo,
la Carrió lo cruza durísimo tildándolo poco menos que de cómplice de la
corrupción.
Margarita Stolbizer la cruza a Carrió diciendo que perjudica al Acuerdo
Cívico, porque cada vez que abre la boca divide y resta (yo creía que se
clavaba un lechón, se ve que no).
Carrió dice que habla ahora para que no vuelva a pasar lo de la Alianza,
mientras lamenta los dichos de Margarita echándole en cara que aceptó
el 13 % de descuento a los jubilados de De La Rúa, rodeada por Patricia
Bullrich que firmó el decreto disponiendo ese descuento siendo ministra
de Trabajo, eso sí: todo eso mientras el Grupo A en el Congreso propone
el 82 % móvil.
Buzzi dice que la Federación Agraria no va a ir a la muestra de la Rural
en Palermo porque Biolcatti está organizando un acto para criticarlos
por negarse a pedir la eliminación total de las retenciones a la soja, y
Amigazo dice que ahora ellos quieren que sean segmentadas en favor de
los pequeños y medianos productores, como decía la 125 que tumbaron con
el voto de Cleto.
El mismo día se vuelven a poner de acuerdo y dicen que la Mesa de Enlace
no se rompe, aunque tengan diferencias, mientras en el Congreso los
"agrodiputados" de la Federación (que, cual pool de siembra, le alquiló
el partido a la UCR en varias provincias) se niegan a firmar los
proyectos de eliminación de las retenciones.
Los socialistas piden que además de segmentarse las retenciones por
tamaño de la producción, se reintegren los fletes a los que están a más
de 300 kilómetros de los puertos, y Proyecto Sur (por intermedio de Pino
y Lozano), que además de eso las retenciones sean móviles,
ajustables por el precio del producto (como la 125, ¿vieron?).
Los radicales quieren interpelar en el Congreso a Marcó del Pont para
que explique que hizo con las reservas, debe ser para que les diga como
las hizo pasar a los 51.000 millones de dólares en unos pocos meses.
La Nación convoca a politólogos para tratar de entender por que sigue
cayendo Cobos en las encuestas, cuando el fenómeno misterioso a develar
es por que subió alguna vez.
Rodríguez Saá -en la misma semana- inunda Buenos Aires de afiches
lanzando su candidatura presidencial, y le pide la renuncia a todo el
gabinete de San Luis por ineficiencia en la gestión y falta de
compromiso político (¿armará el gabinete nacional con extraterrestres de
Xillium y Negre de Alonso como Jefa de Gabinete?).
Das Neves se lanza en Buenos Aires con un acto con la presencia de
Miguel Torres del Sel, que se cansó de esperar que Reutemann se decida,
lo que no puede hacer por el momento porque está veraneando en Miami,
para reponerse del stress que le causó levantarse de la sesión del
Senado, antes de que se vote el matrimonio igualitario.
Duhalde dice que está armando un "compromiso ético" con los radicales
(en realidad con Terragno, que todavía no le avisaron que Alfonsín se
murió, o le dijeron y no se acuerda), y preparando una propuesta de
seguridad a cargo ¡del rabino Bergman!, otra represiva (¿a cargo de
Franchiotti?) y opina en contra de Chávez y a favor de Uribe (lo cual es
lógico: no se va a pelear con el principal mercado proveedor).
Graciela Ocaña se vuelve a reunir con Adrián Pérez, no para festejar los
años de egresados del Instituto Hannah Arendt, ni para discutir sobre
el PAMI o Salud (porque en esas áreas fue funcionaria k), sino sobre los
negociados de Macri con la recolección de la basura (¿habrá descubierto
Ocaña dónde se encondían los mosquitos del dengue?), y Carrió se alegra
porque dice que ella nunca le perdió el afecto, lo único que hizo fue
putearla seis años por dejarse cooptar por el kirchnerismo.
Y a pesar de todo esto, La Nación, Clarín e Infobae insisten en que hay
negociaciones bajo cuerda entre todos los referentes del Acuerdo Cívico y
Social y el peronismo federal (incluyendo al PRO?) para acordar un
programa común y un pacto de gobernabilidad para cuando se termine el
kirchnerismo, que parece que tiene fecha de vencimiento.
¡El gobierno largó con todo la campaña Néstor 2011, eh!
Buenísimo resumen político de la semana. Ahora, algo me suena raro...Por qué colocás en la misma bolsa a estos últimos tres medios, cuando-se sabe- uno de ellos preferiría no que el kirchnerismo no tenga fecha de vencimiento nunca?
ResponderBorrarSaludos
Muy bueno, Carrasco!
ResponderBorrarPensaba q quizás los agrogarcas podrían pedir la 126 digo como para q no sea la 125, algo superador.
Posta posta acá en Venado se habla del consejal del Pro como candidato de los federales
ResponderBorrary de remate el Hermes poniéndole el moñito al perfil psicológico de la Carrió: "es complicada". Si llegan a algún acuerdo la alianza debería llamarse fantasmagoría o algo por el estilo
ResponderBorrarEs todo un gran delirio. Como nadie tiene un puto programa político, parece que opinaran de acuerdo a como se levantan. Son de terror!
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