jueves, julio 08, 2010

El diablo mete la cola



El secretario de estado (aunque ñoqui) Jorge Bergoglio llamó Satánico Doctor K a Néstor Kirchner, por salirse de la legislación medieval que propicia la secta que encubre a pedófilos y criminales de lesa humanidad.
Acosados en todo el mundo por encubrir violadores y pedófilos, la cúpula del catolicismo -financiada aún, vergonzozamente, por el estado-ordenó a sus distintas ramas partidarias (el clientelismo de Cáritas, las escuelas de niños ricos que les financia el estado, los negocios del episcopado con la soja, la asociación de empresarios "cristianos") salir de punta contra el gobierno, pasando por alto sus estructurales problemas psicológicos con el sexo, como si nada.
Posiblemente, no todo el episcopado argentino sea pedófilo, pero del primero al último son encubridores y cómplices. La dirigencvia política enfrenta un reto crucial: dejarse extorsionar por este club de pedófilos, o abogar por una legislación liberal de avanzada.
La derrota cultural del club de los pedófilos es clara: su moral hipócrita no cala en nadie. Hasta el radicalismo (que supo ser, antes de esta verguenza arrodillada a las corporaciones, un partido liberal y republicano) busca desmarcarse de los encubridores de la pedofilia, abogando por una legislación intermedia entre la discriminación y la justicia: la unión civil.
Gracias al Grupo A, el debate sobre el matrimonio igualitario cayó en las manos de una adherente del Opus Dei -esos que usan dólares como señalador cuando leen la bilbia- y consecuentemente extendió la extorsión católica a varios senadores.
La propia radicalidad antigubernamental del club de los pedófilos, dejó en orsai al "progresismo a bajo costo" (esos que nunca quieren pagar el costo de ser, supuestamente, progresistas: en Santa Fe, por caso, en la legislatura provincial, jamás el socialismo abogó por estos derechos que sí acompaña en la Cámara Nacional, en tanto el costo de enfrentarse al fascismo católico lo pague el kirchnerismo) y situó al gobierno nacional en el frente de disputa con esta derecha neomedieval.
De todos modos, y antes de que vote el senado, hay que tener claro que la disputa cultural ya está ganada. Son corproaicones minoritarias culturalmente,valiéndose del viejo método de la extorsión, las que acaso puedan frenar este avance, de todos modos, prácticamente inexorable.
Ok. Nada es inexorable en este vida: pero cualquier análisis político debería constatar el retroceso en influencia del club de los pedófilos. Y ese dato, evidenciado, es toda una novedad para la política argentina. Que tendrá, seguramente, sus consecuencias.

4 comentarios:

  1. El Estado o sea todos y cada uno de nosotros financia a estos parásitos y a sus escuelas y universidades para que llenen de su basura la cabeza de la infancia adolescencia y juventud de la argentina

    ResponderBorrar
  2. la batalla cultural está ganada por el momento y por varios años más contra la iglesia católica porque muchísima gente que "va a la iglesia" vive la vida real y ya no defiende ridículos argumentos que nadie puede sostener en el barrio, en cualquier barrio de cualquier ciudad
    fue oportuno revivir el proyecto de vilma ibarra que cabe aclarar obtuvo más adhesiones de la oposición (pro sur, socialismo, radicalismo, cc, entre otros) que del oficialismo

    ResponderBorrar
  3. A mí me puso contento la radicalización del discurso de Bergoglio, cualquier gesto desesperado es una buena señal a esta altura. Acá en Corrientes fue espantoso, sé por dos colegas profesores que los colegios religiosos amenazaron con poner faltas a quienes se nieguen a ir a marchar a favor del apartheid. Y después dicen que el peronismo "acarrea militantes rentados", puaj.

    PD: Se nos ocurrió la misma metáfora: http://fragmentario.com.ar/y-el-diablo-metio-la-cola

    ResponderBorrar
  4. El arco garcaopositor, en su conjunto, se horroriza por la guita que los argentinos pagamos por el Fútbol para Todos. Sin embargo, prefieren no hacer cuentas sobre cuánto nos cuesta bancar al Club de los Pedófilos (es cierto, no generalicemos, puede que alguno no lo sea). Por ahí me voy al Infierno -es una buena posibilidad- pero yo no necesito de intermediarios para hablar con ese ser supremo que supongo regula el Universo. Por eso, todo lo que digan esos cachivaches me tiene sin cuidado.

    ResponderBorrar