jueves, julio 08, 2010

Grupo A

La derecha tiene dos iniciativas: una es estar en contra de todo y a favor de todo lo que socave la legitimidad del gobierno nacional. Por otra parte, desde una postura demagógica, propone políticas sociales de indeterminable posibilidad, mientras que también en cuanta oportunidad puede propone además desfinanciar al estado en favor de los más ricos.
Pero asiste siempre a los movimientos turbulentos en su seno que devienen de la propia naturaleza del rejunte (llamado consenso interno): compiten por el mismo espacio y electorado.
Los matices son la resultante de esta complejidad. Los intereses a los que responden les exijen unidad, la naturaleza de la democracia -la competencia entre partidos y la acumulación de fuerzas- tironean hacia otro lado.
Las crónicas sobre el devenir del Grupo A, agrupan y desagrupan siglas y sellos mayormente desconocidos para no iniciados. Los liderazgos emergentes en ambos polos de la derecha -Duhalde y el Hijo De alfonsín- son los menos capacitados para unificar todo este arco opositor. Los maquillajes ideológicos de ocasión (y antología, como considerar a Margarita Stolbizer...de centroizquierda!) se suprimen cuando de defender grandes intereses se trata (las multinacionales cerealeras, el Grupo Clarín, las AFJP, los bonistas extranjeros). En las pequeñas cosas, dan rienda suelta a la algarabía narcisita de diferenciarse.
Pero en conjunto, el rejunte genera más ruido que armonía, lo que desdice objetivamente la prédica del consenso y el diálogo.
Esta prédica de las unidades armoniosas choca contra la pared cuando el rejunte, como en una cinchada, disputa cualquier cosa y a los empujones contra el oficialismo (que tiene más mañana, más costumbre y un imaginario simbólico más apetecible al juego de tercer tiempo en rugby al que se lo somete).
Los tiempos electorales, seguramente acelerarán la descomposición interna del Grupo A. Todos los analistas saben ésto. Y entran a una etapa de desesperación.
Si el kirchnerismo logra que el Grupo A siga siendo meramente reactivo, gana tiempo para el partido estratégico que se juega en el 2011.
Me lo aseguró Lino Barañao. Debe ser así.

1 comentario:

  1. Cuando Clin-Tong le dijo a su contrincante "es la economía, estupido", le dijo al mundo "son los intereses, estupidos". Veamos:
    El pequeño chacarero prefiere retenciones segmentadas o únicas ¿Quien propone que?
    ¿Los jubilados prefieren pan para hoy y hambre para mañana?
    Los maestros, que ya conocen a todos estos, ¿que prefieren?
    Podríamos seguir eternamente. Son los intereses de cada grupo social los que definen las cosas, y no los discursos mediaticos (que defienden sus propios intereses) ¿se entendió?.

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