Creo que hay que dejar un poco de lado la riñas internas del Kirchnerismo ilustrado entre esos dos polos que no tienen por qué ser excluyentes. Me refiero por un lado a los que prefieren identificarse con el peronismo real del conurbano y la CGT, entre otras razones porque les hace mal a su ego letrado que Florencia Peña o Andrea del Boca apoyen el mismo gobierno que ellos. Y por otro lado el “seisieteochismo” clasemediero con aroma a Frepaso que reniega del “aparato pejotista”. Yo pensé que el peronismo real había llenado de significado aquello de “no hacerle asco a nada”. Prefiero hablar hoy de los otros, de los que generalmente no se hacen demasiado problema para ponerse de acuerdo contra su adversario. Y además porque no me da para estirar mucho más un análisis serio.
La profundización del conflicto entre el gobierno y Clarín, generó entre otras cosas, la degradación del diario La Nación, arrastrado a intervenir por las miserias del pasado que lo unen con el Magnettismo.
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y vos decis que yo como peronista me tengo que olvidar de los que significa en le historia reciente la diferencia entre aparato y agrupacion politica.
ResponderBorrarfue una construccion del sentido del discurso o una advertencia desde el viejo adentro de que se estaba cambiando una forma de construccion ´politica movimientista por una conservadora.
lo que transformo a las agrupaciones peronistas en aparatos
y que justamente la necesidad de esto era la imposibilidad de mantener una forma de construccion por la incompatibilidad absoluta de esta con la decision politica, basada en su representacion. de hundir a millones en la marginalidad.
yo no tengo problema. si todo tienen que ver con todo porque no todo es lo mismo ni es igual.